Heterogénesis
|
Nr.
44 - Juli 2003
Arte con carne nr 2 |
Nr
44 - Juli 2003
Arte con carne nr 2 |
|
La muerte, el cuerpo y lo público Karin Johanisson |
Döden,
kroppen och offentligheten Karin Johanisson |
¿Cómo
funcionaba una disección pública en el siglo XV? Empecemos con el cuerpo. De acuerdo a las leyes sólo se podía usar cadáveres de criminales ejecutados, suicidados o hijos ilegítimos como objetos de disección. Casi siempre se trataba justamente de criminales. Todo se iniciaba poco antes de la fecha dispuesta para la disección. Un médico revisaba a los prisioneros condenados a muerte en la cárcel y elegía al más adecuado. Se le pagaba al verdugo para que entregara el cuerpo muerto en la sala de anatomía después de la ejecución. Durante algunos días se preparaba el cuerpo, es decir se abría y se preparaba para la demostración pública. El trabajo era realizado por un par de jóvenes aprendices de cirujanos. Esto tomaba dos o tres días. *El primer día de la demostración. El cuerpo descansa sobre la mesa de disección tapado por una sábana. El público está compuesto de unos cien espectadores. Sólo unos pocos son mujeres. El acto se inicia. Piel, membranas y músculos se apartan cuidadosamente del cuerpo. Los órganos del tórax y del abdomen se muestran en sus sitios naturales. * Segundo día. Las vísceras del abdomen se sacan del cuerpo y se muestran una tras otra: el estómago, los intestinos, el hígado, los riñones, el bazo, el páncreas. * Tercer día: Se muestra el sexo del cadáver. A veces se hace bromas sobre los órganos genitales femeninos que no necesitan ninguna "descripción detallada para que su aspecto sea reconocido". * Cuarto día: Se muestran las vísceras del pecho, especialmente el corazón. Después el cerebro. Ahora los olores empiezan a ser penetrantes. El público sigue al cadáver al cementerio. El muerto ha expiado sus pecados dejando su cuerpo a disposición de sus miradas. Todo este espectáculo se realizaba en un espacio público ante un público que pagaba entrada. El teatro anatómico en Uppsala era especialmente famoso en toda Europa. El público tenía que subir por escaleras empinadas y agruparse concén-tricamente y en gradas alrededor de la mesa de disección donde la luz de la ventana de la cúpula se juntaba como en un pozo. Durante el acto podían verse las caras y leer emociones, asco, sorpresa y la mímica y gestos uno al otro. Más arriba en la sala había esqueletos y pieles disecadas. También mapas y banderas con lemas que hablaban sobre el carácter efímero de la vida. El aire se encontraba cargado de aromas y sonidos; una tensión de especial jovialidad que pertenece al testimonio de algo inaudito. Una disección pública era al mismo tiempo espectáculo, ceremonia, moralidad y educación. Al principio era de poco prestigio. Muchos daban testimonio de abominación al cortar cuerpos muertos; convertir un ser humano en materia burda se consideraba poco digno, deshonroso, sucio y asqueroso. ¿Por eso es que la disección fue cargada de matices religiosos - para hacerla aceptable? Los libros de anatomía del siglo XV son introducidos de la misma manera. La tarea del ser humano era investigar y reflexionar sobre el cuerpo humano como la mayor creación de Dios. "De todas las cosas secretas no hay nada más maravilloso", exclamaba el profesor de anatomía Olof Rudbeck de Uppsala. Haber juntado todos estos huesos, músculos, órganos, venas y nervios, ¿no es eso una prueba más de la capacidad de Dios? Otro tema en la disección pública era lo moral, el recuerdo sobre la propia muerte y el carácter efímero del cuerpo. Aquí se ve al ser humano en toda su fragilidad. Alto o bajo, rico o pobre, feliz o infeliz - la muerte nos cae a todos por igual. Al final todos estamos compuestos de los mismos huesos frágiles y músculos blandos, y el mismo corazón delicado. Pero en primer lugar, la disección era una demostración científica, un tipo de encuentro poco sentimental con lo carnal del cuerpo. Aquí se iniciaban los jóvenes estudiantes de medicina a la profesión, que sería su futuro y que se basaba en conocimientos detallados sobre cada parte del cuerpo enfermo y sano. A principios del siglo XVIII se cierran las salas de disección al público. Cuerpos muertos se trasladan tras las puertas cerradas de los hospitales. La muerte se racionaliza. Cada vez menos sabrán cómo se ve. Pero para el individuo la identidad y el cuerpo siguen densamente entrelazados. La gran pregunta existencial vuelve constantemente: ¿quién soy yo fuera de mi cuerpo? ¿Será por eso que los cuerpos muertos regresan tan insistentemente en nuestro propio tiempo? ¿Explica esto la fascinación de la cultura popular por la autopsia, la apertura científica del cuerpo? Igual que imágenes antiguas de mártires, la literatura, el cine y el video están plagados de violencia contra el cuerpo humano, de primeros planos predominantes de la cara de la muerte, en incisiones y aperturas, en la limpieza de líquidos de camillas opacas. Desde las disecciones públicas del siglo XVII también sale una línea hacia una de las exposiciones más espectaculares del cuerpo muerto de nuestra época, Bodyworlds del doctor Günther von Hagen, que preparaba cadáveres humanos que ahora se exponen por todo el mundo. Con un método nuevo que implica vaciar el cuerpo de líquidos y reemplazarlos por una masa plástica que lo hace flexible y moldeable como goma o greda mojada, el cuerpo del muerto se puede mostrar (casi) como vivo. El concepto es fuerte: cuerpos humanos, desollados, abiertos, partidos, cortados y arreglados en distintas posiciones. Parecen modelados en carteles anatómicos del renacimiento con muertos abiertos en posiciones pensando, en condiciones de luto, descansando o en poses eróticas. Pero la diferencia es grande. Aquí se trata de cuerpos auténticos, en tres dimensiones, individuos muertos al frente de nosotros, no idealizados, sino mostrados con todos sus defectos. Se parecen a los cuerpos abiertos del teatro anatómico en el siglo XVII, pero también a los cuerpos aberrantes que se mostraban pagando entrada en el cabinete de cera anatómico del siglo XIV, o todos los cuerpos expuestos que se exhibían en las fotografías médicas a fines del siglo pasado. Aquí la mirada está justamente dirigida a las deformidades y defectos en un tipo de fascinacion por lo raro que en realidad describía los límites del cuerpo normal. Todo esto tiene que ver con un momento oscuro en la historia de la medicina, como la relación objetiva de la medicina también ha legitimado miradas prohibidas de deseo, sexualidad y necrofilia. Ahora Bodyworlds se promueve como científico y el creador está ansioso por escribir "Doctor" antes de su nombre. El cuerpo muerto tiene garantía científica, pero justamente por eso puede aparecer como brutalmente corporal, abierto a nuestras miradas voyeuristas, pero también a nuesta ansiedad por la muerte, la enfermedad, la decadencia y la descomposición. ¿Porqué parecen estar miles de personas en cola para que el Doctor von Hagen desuelle y descuartice sus cuerpos después de su muerte? Es como si el sueño de exposición individual - que existo cuando soy visible - no solamente se siembra en todas las escenas públicas cotidianas - la calle, el pub, la playa, el trabajo - sino también ha llegado a la muerte. Si nadie ha notado mi existencia antes, si nadie se ha detenido para justamente verme a mí, entonces tal vez suceda por lo menos cuando muera. (Traducción:
Lorena Acevedo) |
Hur
gick en offentlig anatomivisning till på 1600-talet? Det hela inleddes en tid före det datum som var utsatt för dissektionen. En läkare besiktigar dödsdömda fångar i fängelset och väljer ut den lämpligaste. Bödeln betalas för att efter avrättningen leverera den döda kroppen till anatomisalen. Under
några dagar prepareras den, dvs. skärs upp och förbereds
för den offentliga demonstrationen. Arbetet utförs av några
unga kirurglärlingar. Det tar två till tre dagar. Publiken
följer liket till kyrkogården. Sina synder har den döde
sonat genom att ställa sin kropp till förfogande för
deras blickar. En offentlig anatomivisnig var samtidigt skådespel, ceremoni, moralitet och undervisning. Från början hade den låg status. Många vittnade om avskyn inför att skära i döda kroppar; det betraktades som ovärdigt, vanärande, smutsigt och äckligt, att förvandla människan till rå materia. Var det därför som anatomivisningen försågs med så starka religiösa övertoner - för att göra den acceptabel? 1600-talets anatomiböcker inleds alla på samma sätt. Människans uppgift är att utforska och begrunda människokroppen som det högsta av Guds skapelseverk. "Av alla hemlighetsfulla ting är ingenting mer underbart", utropar anatomiprofessorn i Uppsala, Olof Rudbeck. Att ha fogat samman alla dessa ben, muskler, organ, blodbanor och nervtrådar, är inte det ett bevis om något på Guds förmåga? Ett annat tema i den offentliga anatomivisningen var det moraliska, påminnelsen om den egna döden och kroppens förgänglighet. Se här människan i hela sin skröplighet. Hög eller låg, rik eller fattig, lycklig eller olycklig - döden drabbar alla lika. Alla består vi ytterst av samma bräckliga ben och mjuka muskler och samma ömtåliga hjärta. Men
i första hand var anatomivisningen en vetenskaplig demonstration,
ett slags osentimentalt möte med kroppens kroppslighet. Här
initierades unga läkarstudenter i den yrkesverksamhet som skulle
bli deras framtid och som byggde på noggrann kunskap om varje
detalj i den friska och sjuka kroppen. Men
för individen förblir identitet och kropp tätt sammanbundna.
Ständigt återvänder den stora existentiella frågan:
vem är jag utanför min kropp?
|
Thomas Bartholin: Anatomia reformata (1669) |
Olof
Rudbeck: el Teatro anatómico. |
William
Hogarth: La recompensa de la crueldad
der Los cuatro estados de la crueldad |
Olof
Rudbeck: Anatomiska teater
Gustaviamum, Uppsala. Träsnitt Källa: Atlantica, /atlasbandet 1679. |
William
Hogarth: Grymhetens belöning
Ur Grymhetens fyra stadier 1751 |