Heterogénesis
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Nr.
44 - Juli 2003
Arte con carne nr 2 |
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Nr
44 - Juli 2003
Arte con carne nr 2 |
La autointerpretación del arte y la mirada del espectador Nathali Nilsson |
Konstens
självtolkning
och betraktarens blick Nathali Nilsson |
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Cada año la bienal resulta más transversal en su elección de artistas, pero al mismo tiempo aumenta la cantidad de países que quieren ser representados con una exposición nacional propia este año entre otros Kenya e Irán. Giardini abriga 29 pabellones pero este año la bienal presenta la totalidad de 63 naciones en el conjunto de los locales de exposición en el resto de la ciudad. Inclusive dentro de los muros de Giardini hay un intento de salirse de las paredes de los pabellones y de las limitantes nacionales. Santiago Serra cubrió el emblema nacional y cerró la entrada principal del pabellón español. En la parte trasera, solamente quienes presentan pasaporte español tienen acceso vida cotidiana de muchos. Bonami quería inclusive tener un pabellón palestino, pero en su lugar hay un proyecto con el arquitecto palestino Sandi Hilal que toma forma de esculturas-pasaporte desparramadas por Giardini y que tratan el problema de identidad palestina e israelí. Los países bajos están representados por cinco artistas de diferentes etnias entre los cuales se encuentra Erik van Lieshout con su instalación de video Respect, un video de música hiphop poco glamoroso sobre una realidad multicultural absurda en las afueras de Rotterdam, mostrado en una versión-refugio de la Schröder House de Gerrit Rietvelds, lo cual puede ser visto como un comentario respecto al pabellón que fue creado por el mismo arquitecto. Estados Unidos presenta por primera vez un artista afroamericano, Fred Wilson, con obras que discuten cuestiones como raza, etnicidad y cultura, presentando figuras marginales, localizadas alrededor del muro de Venecia. A través de una serie de géneros y objetos como pinturas renacentistas venecianas auténticas, Wilson critica el papel de los museos en la creación del significado cultural y político. Gran Bretaña está representada por Chris Ofili quien en su obra hace referencia a sus raíces nigerianas con colores de la bandera afro. Lo interesante es que el pabellón yugoeslavo tiene muestras de Serbia y Montenegro. Milica Tomic ilumina la historia moderna del país con la ayuda de lámparas incandescentes sobre el nombre de la nación, mientras la restante ex-yugoeslavia se encuentra diseminada por la ciudad. En las afueras de la zona de la bienal, Al Fadhil crea un pabellón móbil, vendiendo camisetas con el texto Im the Iraq Pavilion at the 50th Venice Biennal. Una salida al S:t. Stae donde se encuentra la mitad del pabellón suizo, nos muestra que vale la pena apartarse del centro de la bienal. Aquí se encuentran Gerda Steiner y Jörg Lenzlinger con su instalación Fallen Garden y posiblemente también el paraíso que uno creyó haber sido prometido en otras partes de la bienal. Todos los sentidos son utilizados cuando acostada sobre una cama de lavanda, observa una composición de flores y diversidades colgantes del techo con un golpeteo sordo de fondo. El León de Oro al mejor pabellón fue otorgado a Luxemburgo y Su-Me Tse por su combinación poética de sonido, film y espacio. Hasta el mismo comité de la bienal reconoce lo envejecido de la idea de una bienal sobre una base de desigualdad, cuando al redactar la motivación se cuestiona la necesidad de pabellones nacionales en gran escala. Delays
and Revolutions
Pabellones Arsenale El contraste es enorme cuando se pasa de lo ordenado y silencioso de Individual Systems a Z.O.U / Zone of Urgency (curador Hou Hanru). Por lo demás los cambios no son siempre tan notables. A la entrada uno se encuentra con una doble proyección de video de Yang Zhenzhong en la cual una mujer desde una pared sopla y derrumba personas en la otra pared (la cámara se mueve lentamente hacia atrás). Luego el visitante es empapado por sonidos ensordecedores, videos musicales, rampas, protecciones plásticas, instalaciones de computadoras. La exposición declara que nuestros ambientes de vivienda se han convertido en zonas de emergencia donde los tejidos sociales y urbanos se rompen para luego reconstruirse bajo una urbanización dinámica, especialmente claro en la region del Pacífico en Asia. Los artistas quieren invitar a una aventura artística y la exposición se convierte en un centro absurdo de experiencias. Entre las obras encontramos el video de Chen Shaoxiong que prevé rascacielos elásticos que se inclinan ante la amenaza de aviones para evitar nuevos 11 de septiembre. En The structure of survival (curador Carlos Basualdo) se investiga la relación entre el arte y las crisis políticas, sociales y económicas, y las formas en las que el arte se refleja durante relaciones de crisis. Más concretamente se trata de las estructuras que los seres humanos descubren para salir de las crisis y en particular cómo los artistas y los arquitectos reaccionan en las crisis. En la exposición hay entre otras cosas una revista de Paola di Bello y un video del sueco Mikael Levin. La sección Contemporary Arab representations (curador Catherine David) quiere presentar revelaciones más complejas como alternativa a las simplistas, sobre las zones árabes y los conflictos que los medios y un determinado orden neoliberal de las cosas presenta hoy. Contemporary Arab representations es más que una exposición, una plataforma informativa del trabajo y la investigación artística actual. Anteriores estadios del proyecto han sido presentados en Barcelona y Rotterdam y la finalidad es un amplio intercambio entre el mundo árabe y el resto del mundo. Sólo el ser humano puede cambiar y comunicar su propia realidad con muy pocos medios. En la sección The everyday altered (curator Gabriel Orozco) los artistas Abraham Cruzvilegas, Jimmie Durham, Daniel Guzmán, Jean Luc Moulène, Damián Ortega y Fernando Ortega muestran sus objetos cotidianos transformados. A través de la transformación de esos objetos los artistas transforman igualmente el tiempo y analizan la economía y la política de tales objetos. Observando las obras, la ironía y el gesto inmediato golpean, pero también lo hermoso y frágil de lo cotidiano. La transformación de lo familiar, aquí tan sencilla y calladamente representada, se vive como en forma violenta. Un automóvil con espacio, como el de Damián Ortega, desguazado pero con sus partes colgadas en perfecta relación unas con otras los dos palitos de madera pintados de dorado de Jimmie Durham; A piece of good sculptured by a machine painted by a human y A piece of wood sculptured by a dog panted by a human. Curadores de la última sección Utopia Station son Molly Nesbitt, Hans Ulrich Obrist y Rirkrit Tiravanija. La exposición reúne a muchos artistas y obras, desde pequeños dibujos hasta composiciones computarizadas que invitan a participar. Todo está presentado en una construcción libre de pequeñas estructuras, modelos, pantallas protectoras y en el jardín continúa el proyecto desplazándose caóticamente entre volantes y afiches. Cientos de artistas han creado además afiches desplazados por todo Venecia. Utopia es una idea con una larga historia detrás y muchas ideologías rígidas, pero más que nada, se trata de un no-lugar y de una esperanza de un futuro mejor. Aquí, la idea utópica ha obtenido un lugar, se ha relajado y se ha presentado con muchas perspectivas. Utopia Station es un lugar para quedarse e intercambiar ideas, pero como última y desordenada sección de una caminata larga y calurosa, no obtiene lo que exige.
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& Interludes El tema del reciclaje se extiende en la bienal de Venecia. Una parte de los artistas son retomados aunque este año hay muchos nuevos representados. Un cierto reciclaje hay también por parte de los curadores. La idea de la bienal de este año es lo multifacético y polifónico pero aunque los curadores sean muchos y la libertad mucha, son casi todos hombres dentro de la misma esfera artística. Para lo plural y la individualidad, que en sí son correctos, se exige un buen encuadre que posiblemente falte en Arsenale. Por el contrario, Delays and Revolutions funciona excelentemente con un concepto sencillo y aireado. Esta es la bienal mayormente antiautoritaria de los últimos años, donde las categorías y el título principal no siempre orientan al visitante. La única posición correcta en esta olimpíada artística sería ir a su propio ritmo, dejar que las obras pasen y no hacerse problema si se pierde algo. |