Revista de artes visuales Nr. 45: Arte Postal |
Presentación Considerado como el mayor circuito de intercambio creativo en la historia del arte, el Arte Correo o Mail Art se ha visto renovado en nuestros días, al adoptar los nuevos medios electrónicos de producción, reproducción y difusión de mensajes. Y es que esta particular manera de expresión creativa, cuyos orígenes se remontan al intercambio postal mantenido por los dadaistas y futuristas en los albores del siglo XX, no ha dejado de crecer desde que oficialmente el artista neoyorquino Ray Johnson instituyera su Correpondance Art School en los años sesenta. Catalogado en su momento como anti-arte, utilizado como herramienta de denuncia y testimonio por algunos artistas latinoamericanos y europeos, al igual que su comparescencia en espacios alternativos (muchas veces creando su propio espacio) en franca oposición a la producción y consumo de la obra de arte tradicional, el arte correo se erige hoy como un espacio de libertad creativa sin parangón. Interesante fenómeno íntimamente ligado a los movimientos vanguardistas que retan la concepción tradicional del arte y recogen los principios y aspiraciones de una Utopía en constante construcción: la llamada Red Eterna de Robert Filiou o la fusión entre el Arte y la Vida del Dadá. Sin embargo, dado que su principal característica es el intercambio sobre el comercio, la amistad sobre la competencia, en otras palabras, la comunicación per se, en cuanto a la socialización del ser humano en su entorno inmediato; ya asoman voces discordantes que nos advierten sobre los graves peligros que deberá afrontar el Arte Correo en estos tiempos de globalización. Hay un principio tácito entre todos los que participamos de esta red planetaria y que se traduce en el slogan: Mail Art and money dont mix (Arte Correo y dinero no mezclan), al igual que la salvaguarda de un espacio de libertad sin censura. Son estos dos tópicos los que han cimentado la evolución del Arte Correo hasta el presente y que parecieran cuestionarse (o al menos contradecirse) en recientes acuerdos tomados incluso por algunos mail artistas. ¿Serán los implacables vientos del mercado y su escenario neoliberal los que determinarán el futuro de las nuevas generaciones de mail artistas? ¿Podrá sobrevivir la corriente, ya llamada por algunos como corriente fundadora, los embates no tan sólo de una evidente comercialización, sinó su inevitable institucionalización en bienales, galerías y museos?. Estas inquietudes, ligadas a profundas reflexiones en torno a su proyección social e histórica, hacen del Arte Correo un territorio en constante expansión y con posibilidades teóricas de exploración inusitada. El conjunto de textos aquí recopilados, no pretenden dar respuesta a las interrogantes planteadas, ni mucho menos servir de guía para la solución de las mismas. Siendo fiel al espíritu intrínseco del Arte Correo en su reafirmación de la diversidad y la pluralidad creativa, más bien pretenden ser una especie de collage textual que enriquezca la discusión y el intercambio de ideas entre mail artistas. El título de El Mail Art en el contexto de la Globalización a la hora de lanzar la convocatoria, sólo pretendió ser un referente abierto para darle una cierta unidad temática a la edición, ya que cada artista escribió sin saber lo que habían escrito otros y desde su particular visión de mundo y su respectivo contexto cultural. Una manifestación individual en la construcción de una identidad colectiva. Esa es la razón de ser del Arte Correo. Elías
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