Funtastic United Nations:
Por una creativa desglobalización
de las culturas

Vittore Baroni (*)


La historia del arte postal, un fenómeno internacional que nació del tumulto del counter-cultural de los 60 y experimentaciones multimedia ha estado estrechamente ligado al concepto de utopía (no la banda rock), o el sueño de un estado ideal (de mente, pero también geográfico) donde la gente de todos los colores y creencias puedan trabajar unidos en todo tipo de proyectos. Este sueño es, a menudo, referido como “The Eternal Network”; una red de buenas relaciones superando toda diferencia racial y lingüística. Tal vez algo similar con un tipo de “globalización” artística, pero en arte postal la diferencia creativa y la multiplicidad de perspectivas son normalmente estimuladas, no destruidas y pasadas a llevar. Todos somos iguales pero diferentes, como copos de nieves, no gotas de agua.

El sueño es/fue audaz, sí, un salto cuántico de las fijas y consumísticas reglas del mercado del arte y del sistema del arte-”star”, pero también un poco imperfecto: de dos tercios del planeta (China, la mayoría de los países africanos, India, etc) realmente nunca surgió una participación en actividades de arte postal, y aun en los países occidentales la red postal, con frecuencia, fue principalmente confinada a una población de hombres blancos, de clase media del área literaria (debo agregar no completamente excenta de conflictos de ego). Los ideales utópicos terminaron siendo corruptos en la práctica diaria, pero eso es demasiado humano y predecible. Sin embargo, con todos sus límites y deficiencias, el arte postal sigue teniendo una base colectivista poderosa, un modelo trabajable de acción cultural de hazlo-tú-mismo.

Ni siquiera el rápido desarrollo de Internet en los 90 pudo convencer a los miles de artistas de arte postal en todo el mundo de descartar sobres y sellos postales, en favor de una más fácil y a menudo más económica comunicación digital. El e-mail resultó ser una invalorable ayuda para crear redes de trabajo, pero el incontrolado comercialismo de la mayoría de los sitios relacionados con el arte (y casi cualquier otra cosa que se ponga en la red) ha hecho del veterano “trabajador de red” un ser muy cauteloso y sospechoso del medio digital. Es tan fácil para el más honesto proyecto de tipo arte postal el ser malentendido o quedar completamente perdido en el vasto océano de la Internet. De todas formas, es el poder de la idea, no de la herramienta, lo que hace la diferencia.

 

Las nuevas herramientas vienen con pros y contras, al igual que un filudo (y más peligroso) cuchillo. Personalmente me gusta la Internet y la posibilidad de una comunicación casi instantánea con cientos de amigos de diferentes continentes, pero también creo que conceptos nuevos y más fuertes deben ser elaborados si queremos aplicar estrategias del arte postal en la web. En primer lugar, ya no debe estar centrado en Sistema Postal Internacional; entonces, ¿porqué no terminar de llamarlo arte postal? “Networking art” (Arte de Red) por ejemplo, parece ser una definición más abierta y pertinente, incluso de todas las aproximaciones expresivas: poesía visual, collage, arte audio, conceptual, etc. En Internet no estás limitado a una audiencia de amigos, un círculo más o menos restrictivo de artistas (aficionados) bien versados en las tradiciones avangardistas; te estás dirigiendo a una audiencia mucho más amplia y heterogénea. El tipo de proceso de comunicación ya no implica más un cambio literal uno-a-uno, sino un acto interactivo uno-a-muchos.

Uno de los aspectos más agradables del proyecto de arte postal es recibir una documentación impresa como intercambio de obras donadas para una exposición o evento, algo tan sencillo no puede ser reemplazado por una “documentación online”, siempre tan aburrida y que quita tiempo visitar con imágenes que van apareciendo lentamente en la pantalla y que rara vez uno se toma la molestia de imprimir. En el arte postal también uno puede disfrutar del encuentro con alguno de los interlocutores en ocasión de festivales y exposiciones: trata de hacer eso con un participante desconocido en Internet, y te puedes encontrar en una investigación policial por pedofilia, tipo Pete Townshend….
Un proyecto de Arte Red en la web debe ser capaz de tener una vida propia, difundida como un virus bastante más allá de la rutina invitación-exposición-catálogo y explotando las nuevas posibilidades del medio. Nosotros (un pronombre intencionalmente vago) tratamos esto desde mediados de los 90 con el “nombre múltiple” Luther Blissett, un proyecto abierto destinado a cuestionar concensos de realidad y exponiendo las mentiras de los medios de comunicación mediante el compartir una (ficticia) identidad. Después de promover varias acciones por algunos años en nombre de LB –todo ya terminó- documentado en la web, sólo escriba “Luther+Blissett” en un buen motor de búsqueda y vea qué ocurre –nosotros (ahora sólo yo y mi viejo asociado de Trax Piermario Ciani) decidimos a principios de 2001 que era hora de lanzar otro concepto colectivo, la fuente de energías sería la sangre que circularía por cualquier proyecto de red dedicado a palabras ficticias en vez de a identidades.

F.U.N. (Fantastic United Nations) es una organización independiente y supranacional que intenta estimular una cooperación entre todo tipo de palabras y países imaginarios, coordinando encuentros, publicaciones, exposiciones y eventos. Ofrecemos nuestros conocimientos y recursos para crear un puente entre entidades geográficas creativas y fantásticas, representar un sinnúmero de países virtuales mutantes, multiétnicos y transsexuales, donde los pasaportes, sellos postales y notas bancarias sean reales, pero no las guerras.

Mientras nuestras vidas y hábitos están siendo estandarizados en el mundo físico por decisiones tomadas por corporaciones multinacionales, y como estamos forzados a aceptar el Nuevo Orden Mundial impuesto por los que sostentan el poder a través de una globalización de conciencias, tenemos por lo menos la posibilidad de soñar y crear nuestros países imaginarios, en la tradición de Erewhon de Samuel Butler y Utopia de Tomas More (nuevamente no una banda de rock, aún cuando de hecho Todd Rundgren escribió en 1982 un creible himno utópico, One World), al igual que muchos artistas (postales) han hecho a través de los años desde Fluxis Island de George Maciunas a Queendom of Banana de Anna Banana, Terra Candella de Harvey, Tui-Tui Islands de Dogfish, etc.

En menos de tres años F.U.N. ha producido varias poblicaciones, empezando con una serie de diarios de sellos de arte de varios autores y un número especial (n. 85) de mi revista de arte postal Arte Postale! Con el tema “Sólo 4F.U.N.? Países virtuales y desglobalización creativa”, que incluía trabajos de más de setenta artistas internacionales. Este fue seguido en 2003 por el box Mail 4 Fun, un “equipo de sobrevivencia” para los artistas postales en un mundo crecientemente computarizado e impersonal, con tarjetas postales, artistamps, sellos de goma o otras curiosidades del mundo imaginario de dos autores. Varias exposiciones siguieron, incluyendo la exposición itinerante de artistamps Philatelic FUN, con un álbum-catálogo ilustrado, y la inauguración de Popolò F.U.N. Post Office, completada con placa con nombre, empleados y un sello espacial de cancelación, como parte de un festival en una pequeña ciudad en la frontera entre Italia y Eslovenia. En noviembre de 2002 Enrico Michietto, activado en el Forum Social Europeo en Florencia el primer N.U.F. (Nuovo Ufficio Filatelico – Nueva Oficina Filatélica) nueva, mientras en colaboración con el Banco de F.U.N. en junio de 2003 ha organizado con ocasión de la apertura de la 50th bienal de arte de Venecia la performace Gondolla® con notas bancarias de países imaginarios siendo libremente distribuidos en varios puestos, contra toda forma de especulación o explotación de marketing de expresión artística. La moneda F.U.N. diseñada por veinte artistas internacionales (Larry Angelo, HeAlmut King, Tim Mancusi, Prf. Bad Trip, Reid Wood, Alexander Zograf, etc) y recopilada en la edición limitada de la carpeta del Banco de F.U.N. no puede ser usada para la compra de armamentos, obras de arte u otros objetos, es una obra de arte en sí misma y ejerce un valor sólo si se comercia o es usada en el terriorio de la Fantastic United Nations.

La vocación de F.U.N. de interactuar en una red de trabajo horizontal, en una actitud con una situación local y distante, real e imaginaria, de crear interferencias inesperadas entre arte y vida cotidiana, es una estrategia dirigida a preservar la biodiversidad de culturas y estimular una amistad ecológica, participación libre y abierta en la experiencia creativa. F.U.N. es una evolución lógica de más de 20 años de actividades de network en el campo del arte postal, la música independiente (The Great Complotto, Le Forbici di Maritù), de proyectos colectivos multimedia (Trax), de una serie de nombres (Lieutenant Murnau, Mind Invaders, Luther Blissett) de palabras y signos imaginarios (Stickerman-Stickerland) y de counter-cultural documentación (varios fanzines, AAA ediciones).

(Traducción: Ximena Narea)