Poesía visual
o
juego de las definiciones

César Reglero

 


Si nos situamos a principios del siglo XX y extendemos nuestra mirada hasta el siglo XXI podremos ver, con la suficiente perspectiva, un panorama que nos ayudará a entender el fenómeno de la poesía experimental, especialmente en relación con la evolución del arte en su conjunto. Nos estaremos ubicando, en un principio, en un tiempo en el que no bastaba con dominar una disciplina artística, con una técnica exquisita, ni tampoco era suficiente ser portavoz de la tradición cultural. Con la entrada del siglo XX se produce un fenómeno de aceleración de los procesos creativos, basado en la constante innovación, así como en el aumento del carácter conceptual en la dimensión artística. El arte se dirige directamente a la inteligencia, a los sentidos o al espíritu.

Es cierto que la obra de arte necesita del espectador para completar su ciclo expresivo, pero nunca como hasta el momento actual el artista había buscado tan explícitamente la complicidad del receptor. Así mismo, la poesía experimental en su conjunto, y la poesía visual en particular, son símbolos manifiestos de la intencionalidad participativa del creador. Éste busca un momento mágico de fusión, un punto de encuentro en el que se produzca la explosión de los sentidos al conectar la intencionalidad de uno con la sensibilidad del otro.


Poesía visual y art mail

Rafael de Cózar remonta los orígenes de la Poesía Visual al siglo V a c. Y lo documenta con producciones artísticas donde el arte no es sólo bello por lo que representa sino por lo que es en sí mismo. Cózar nos muestra cómo desde la remota antigüedad nos encontramos con obras que eliminan toda referencia a la realidad buscando la complicidad y el juego con el espectador a través de lo conceptual. Pero es a partir de la década de los 60, en pleno siglo XX, momento definitivo en la ruptura de amarras con el entramado academicista, cuando la poesía visual se va abriendo paso como realidad autónoma, y se va convirtiendo en un auténtico peso específico dentro de un panorama cultural complejo y cada vez más interdisciplinar.

Los años 60 marcan no sólo el periodo de lanzamiento de la poesía visual, sino también del Mail Art o Arte Correo, y ambos procesos tienen mucho puntos en común, puesto que tanto uno como otro buscan romper con todo lo establecido, especialmente con los cauces artísticos convencionales, para con ello profundizar en los aspectos más comunicativos del arte, primando los aspectos creativos y lúdicos sobre las cuestiones academicistas y comerciales. Por lo tanto no es extraño que sean abundantes los poetas visuales que se mueven con fluidez y dinamismo dentro del Mail Art.


La correspondencia artística nace en el momento en que un artista-creativo desea comunicarse, y hacerlo con un lenguaje propio, intercambiando mensajes que buscan impactar en la retina del receptor, proporcionándole nuevas claves de comunicación. En realidad, esto ya pudo suceder en tiempos de los asirios o de los egipcios; sin embargo, hasta la década de los 60, ya en el siglo XX, el Mail Art no adquiere la dimensión actual como actitud dentro del arte; en un proceso que inicia Ray Johnson con su conocido “copy and pass”, y que culmina con unas reglas internas no escritas pero sí aceptadas explícitamente por todos:

No comercialización
No selección
No censura

De tal manera que nos encontramos ante una postura dentro del arte, que rompe con todos los esquemas de mitificación y entronamiento del artista tradicional, para dar paso a la potencialización de la creatividad como característica innata de todo ser humano. Además, de la misma manera que el Mail Art debe buscar sus fuentes inmediatas en el dadaísmo y el futurismo, la poesía visual las encuentra en el creacionismo y el letrismo, entre otras vanguardias.

Fernando Millán(2) sitúa de manera muy precisa el inicio de la poesía visual en España, como género artístico autónomo, en 1965; en un contexto en el que la experimentación y la crítica social pugnaban, en aquel período de la postguerra y autoritarismo acentuado, por expresarse con formas conceptuales y simbólicas. Se cita a determinadas figuras como precursoras e impulsoras del nuevo género, y entre ellas, a Julio Campal, Angel Crespo, Joan Brossa, Guillén Didadot, Felipe Bosso, López Gradolí, Fernando Millán y los colectivos ZAJ y N.O.

Y más recientemente, encontramos figuras emblemáticas como: Angela Serna, Felipe Muriel, Xavier Canals, J.aM.Calleja, Juan López de Ael, Gustavo Vega, Pablo del Barco, Ibirico, Nel Amaro, José Luis Campal, Antonio Gómez, Chema Madoz, Bartolomé Ferrando, Agustín Calvo, etc. por citar algunos que destacan por su carácter polifacético y su relación con otros movimientos como el body art, video art, o formas artísticas como el happening, las acciones plásticas o performances. Y de esta amalgama multidisciplinar nacen corrientes que derivan en poemas-objetos, poesía sonora, poesía de acción, poemas caligráficos, etc.


Poesía visual y mestizaje

En plena era cibernética la poesía visual queda definida como un género discursivo-icónico, o icónico-discursivo, tal y como lo plantea Blanca Millán(3), es decir, un género que conjuga la plástica y la literatura dentro de una escritura sin discurso. Pero las definiciones absolutas no suelen ser válidas, debido sobre todo a que no son fáciles de marcar los límites “interartísticos”.

Existen dos casos de poetas visuales que para mí son paradigmáticos: Guillermo Marín y Manuel Calvarro. Ambos son creativos puros. Para ellos es imposible limitarse a ningún esquema previamente definido. Ambos son excelentes poetas visuales, pero planean y sobrevuelan el poema visual sin poder detenerse en este género ni en ningún otro. La creatividad para ellos es una fuerza incontrolable que no admite límites y, sin embargo, repito, son excelentes poetas visuales.

Resulta indudable que la poesía visual nace con un espíritu universal y, en consecuencia, sobran las definiciones. Para entender este tipo de poesía gráfica no hay mejor fórmula que ver poesía visual. Pero como en numerosas ocasiones las palabras son necesarias, especialmente para conocer del sentimiento del poeta o llegar a la trastienda del poema, recojo algunos fragmentos de la edición realizada por “Phayum”, dirigida por José Carlos Beltrán y MªJesús Montía, “Poéticas Visuales”(4). En esta edición se pedía que fueran los poetas visuales los que trataran de definir la poesía visual.

SANTIAGO AGUADED...//...La poesía visual es algo más que poesía, debe predominar el componente visual pero no se puede limitar únicamente a lo visual, es algo que se entrecruza dando lugar a algo nuevo.
FRANCISCO ALISEDA...//...Un lugar complejo y ambiguo donde se unen las palabras y las formas. Lenguaje mestizo, lenguaje experimental. Buscador de ecos poéticos como si la forma estuviera llena de contenidos que no supiéramos encontrar.
JULIÁN ALONSO...//...Es importante la colaboración del espectador que dará sentido a la obra o anule todo el sentido.
NEL AMARO...//...Brossa me “abrió los ojos” y los sentidos todos. A continuación “todo” es para mí poesía visual.
JOSÉ CARLOS BELTRÁN...//...El espejo de todo cuanto soy.
PABLO DEL BARCO...//... La poesía visual tiene la dimensión de lo infinito: poesía que viéndose sin mirar se mira sin el deseo inmediato de ver.
XAVIER FORES...//...Lo importante es la idea. El poema reside en la exploración de las ideas.
JOAQUÍN GÓMEZ...//...En resumen y abreviando: poesía visual es la sensación que tiene una persona de raza blanca y otra de raza negra cuando se ponen una frente a la otra: el negro se cree blanco y el blanco se cree negro.
ANTONIO GÓMEZ...//...O te vale o no te vale, pero no razones. No lo intentes.
PEDRO GONZÁLVEZ...//...Transformación del símbolo-signo en un alfabeto permeable para ser leído en la unidad conjunta cerebro-corazón.
BELÉN JUÁREZ...//...Es el silencio del verbo que no se expresa con palabras.
ALFONSO LÓPEZ...//...La poesía ya no se lee, se ve, sustituyendo el ritmo musical por el visual.
JUAN LÓPEZ DE AEL...//...La poesía visual intenta expresar ese momento mágico donde dos formas o más de expresión se funden.
JESÚS MAESTRO...//...El poema visual no es una facultad de la palabra sino de la retina.
RAFAEL MARÍN...//...El relámpago instantáneo es la esencia de la poesía visual.
ISABEL JOVER...//...Es el arte de desvelar la poesía en las cosas y hacerla plásticamente patente.
HECTOR MONTES...//...Poesía visual es jugar a ser Dios.
MªJESUS MONTÍA...//...Es eso que tanto me gusta.
ANTONIO ORIHUELA...//...Entiendo la creación poética como una práctica destinada a reflexionar sobre lo invisible real desde lo visible ideal construido.
NIEVES SALVADOR...//...Sin palabras. Hablar con los ojos.
GUSTAVO VEGA...//...Creación poética basada en recursos visuales.

En estos fragmentos se aprecia la dificultad para transformar en palabras los sentimientos y las emociones del poeta; por ello nos ha parecido interesante recurrir a los fragmentos de otro poeta visual, Guillermo Marín(5), quien nos dejó algunas de estas greguerías a la poesía visual en su “Cante a las 40·”
La poesía visual es:
...Un remedio contra la imbecilidad
...la virtud de una imagen
...la sinfonía de un segundo que se oye durante toda una vida
...la música de un grito con eco
...cuando a la belleza le sobran las palabras
...imagen que le atrapa la música al verso
...la radiografía de una emoción
...un soporte para las metáforas
...es un poema disfrazado
...una paradoja lírica de lo visible

A través de estas greguerías a la poesía visual Marín expresa el fuerte sentimiento emotivo que le provoca el acto creativo, la gestación del poema. Nos ha parecido interesante por su carácter directo, apenas tamizado por la razón. Son definiciones espontáneas, oníricas y mágicas, que nos sirven para evitar definir lo que seguramente es indefinible y que Angela Serna(6) sitúa dentro de un terreno alternativo, en el lugar del mestizaje expresivo: arte fronterizo, mezcla de campos expresivos a la búsqueda de un lenguaje universal.