para
leer los poemas
Asociación gallega de semiótica |
La creación
contemporánea no ha ignorado, antes al contrario, los profundos
cambios que ha producido el desarrollo tecnológico en la sociedad;
es más, se ha desarrollado una relación simbiótica
que está teniendo buenos resultados : primero la publicidad
como pantalla pública de lo creativo, luego la televisión,
como espacio representativo dinámico del signo y, por último,
la cibernética como compendio de todos los medios de producción,
reproducción y transmisión de significantes y significados
audiovisuales. |
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Un tipograma es un caligrama realizado con caracteres de imprenta, un texto cuyos caracteres están dispuestos de tal manera que su figura reproduce un objeto o idea en él aludidos. A nosotros nos gusta denominarlos caligrafos, pues insistimos en su dimensión estética. Son juegos de tipografía relevantes por su belleza. Sus posibilidades plásticas aumentan con la aplicación de programas de animación: tipos, palabras e iconos en movimiento. Todos los que cultivan
esta rica huerta de lo tipográfico participan de algún
modo de aquello que Joan Brossa anticipa en los últimos versos
de un poema titulado abecedari: Este juego mágico con letras, números, caracteres ASCII, ha devenido en código auxiliar y/o autónomo de comunicación y funciona comunmente como productor de mensajes en las diferentes plataformas mediáticas de comunicación y formación de masas (cartelismo publicitario estático y dinámico, chats, telefonía móvil, publicidad video-digital) y tiene su reflejo creativo en una serie abundante de productos multimedia que todos consumimos como tele-espectadores. Creemos que este caso no es más que una prolongación de los anteriores, aunque se observen diferencias notables. Así, esa disposición espacial de los caracteres y la singular descodificación que tiene lugar en los lectores de pantallas de telefonía móvil o de computadora, puede tener su aplicación literaria si tenemos en cuenta que el emisor del mensaje tiene a su disposición un potente recurso expresivo: los caracteres ASCII de su teclado y las teclas de función espaciadora. |
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Romeo y Julieta |
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Brossa lo dice visualmente |
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Aquí los caracteres han adquirido la forma del sentido del poema: la "U", la"u" y la "n", letras que conforman la palabra "un", dispuestas en parejas opuestas y en dos grupos simétricos, quieren representar visualmente las huellas de cuatro pies (dos personas) caminando por el espacio del papel, un espacio que comienza arriba y se continúa verticalmente. El medio técnico de expresión impone, pues, las reglas de escritura y de lectura. A este tipo de composiciones las denominamos QWERTY´S, aludiendo al sistema mecanográfico actualmente normalizado. Estos caracteres, ya sean utilizados en su función gráfica o textual, conviven hoy con elementos inicialmente ajenos a la creación poética, literaria. Y es que hemos andado un camino que se ha ensanchado paulatinamente y se ha extendido a todos los ámbitos. Cualquier recurso es útil para la tarea de creación y transmisión poética. Estos elementos ajenos a la poesía han llegado a suplantarla, incluso. Pero hasta la poesía-objeto, o al objeto-poesía hay un largo trecho que hoy no podemos recorrer. Las investigaciones psicológicas referidas a la percepción visual, especialmente las de la escuela de la Gestalt, han contribuído a generar conocimiento específico sobre cuáles son los procesos, factores y leyes que influyen en la percepción de las cosas: el psicólogo Navon, por ejemplo, a través de un experimento en el que utilizó macroletras compuestas mediante un cierto número de microletras, concluyó que las partes más grandes o globales de los estímulos prevalecen sobre sus partes más pequeñas. |
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Cortázar |
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Bandera |
Estas
investigaciones psicológicas han generado un interés lúdico
por los juegos ópticos que ya cuentan con una larga tradición
en la historia del arte, también del publicitario. Porque si lo
de que se trata es de jugar, cualquier materia es buena y mucho más
rica es la mezcla. Si no, fíjense en la fértil variedad
de estilos transfonterizos que llenan los últimos años de
la poesía (texto con números, texto con iconos, texto con
collage, objetos y texto, pintura, fotografía, música, escultura,
cine, cómic..). Para la corporación tiene una especial importancia
el aporte semiótico de la iconografía digital que viene
siendo utilizada en las comunicaciones normalizadas cotidianas (clips
art). Con estos catálogos de imágenes tenemos a nuestro
alcance una rico abanico referencial que podemos usar como ingrediente
de variadas composiciones creativas. Las utilizamos en nuestros poemas
visuales con una finalidad diferente. Nuestra intención es crear
nuevos nudos, nuevas relaciones entre las cosas a través de su
representación icónica o simbólica. Tal es nuestra
pretensión poética. El contexto, y la modificación
del mismo o descontexto, demarca la función del signo (pragmática).
Gran parte de la poesía visual actual y ciertos géneros
(si decidimos no romper con ellos, como hoy se pretende) próximos
a ella, utiliza materiales icónicos. Hay una razón de economía
expresiva. El medio y el fín confluyen: iconos digitalizados (gráficos
vectoriales, en nuestro caso), conformados por líneas y masas de
puntos fácilmente imprimibles y editables, cuya ligereza hace menos
complicada y cremos que más expresiva la tarea de transmisión
a través de la gran malla del arte correo internacional.
Pero en esta tarea de clarificación racional de los procesos poético-visuales que perseguimos procuraremos apuntar todavía a elementos de análisis más simples. Podríamos hablar de nuestra codificación del espacio de escritura. El espacio, al igual que la realidad representada, tiene un arriba y un abajo, una izquerda y una derecha, un antes y un después, un adelante y un atrás y todas aquellas determinaciones que sea posible aplicar a este entorno de visualización, porque la disposición del texto en el espacio de escritura tiene una significación. Nos interesa incorporar
también la representación de la tridimensionalidad en
la escritura. Con esta finalidad recurrimos a los códigos clásicos
de representación de la perspectiva (tamaño relativo,
posición e incluso gradación de color) en los que nos
hemos ya socializado, pero también a nuestra particular manera
de percibir el movimiento: imágenes contígüas en
sucesión temporal. Así, podremos incluso aludir a ciertos
procesos o acciones a través de la simple modificación
del significante en el espacio de representación. En este sentido, gracias a procesos psicológicos (basados en general en la asociación de percepciones contigüas) ya apuntados por el filósofo empirista moderno David Hume en sus análisis de la formación del concepto de causalidad en la mente humana, podemos representar eventos a través de una especie de elipsis sustentada por una asociación de estímulos comunmente reproducidos en la experiencia y que nosotros retenemos por fuerza de la costumbre. Aplicando estos paralelismos entre los textos o los iconos y los objetos percibidos en el mundo podemos aludir a la ausencia del referente (muerte o desaparición de una persona, por ejemplo) a través de la ausencia del texto en el espacio de representación, tal como apuntó también Brossa en su conocida Elegía, dedicada al Ché. Nosotros extendemos la dedicatoria a los desaparecidos en todas las dictaduras. Su búsqueda, su reinvindicación, encarnada por las madres de la plaza de mayo de Buenos Aires, es representada por la búsqueda del texto que falta para completar la palabra. Búsqueda del referente, búsqueda de la palabra. Aparición. Podemos reforzar también la idea con la utilización del color (la interjección militar en rojo). |
A Chema Madoz |
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Abalanzarse
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Pero partamos incluso de algo mucho más simple, de cómo utilizar, por ejemplo, el estilo de los caracteres para contribuir a significar la idea aludida por el significante, el tamaño relativo de las fuentes, el tipo de letra utilizado o la combinación del tratamiento espacial de los caracteres y el color. Porque entre los
caracteres tipográficos o las palabras pueden descubrirse relaciones
icónicas con los objetos o ideas que representan, de tal forma
que incluso podríamos llegar a construir un diccionario visual
de términos explorando este componente icónico que sirve
de mediador entre la forma y el contenido, idea o proceso al que se
refiere. Somos conscientes de lo incompleto de este examen, pero bastante nos hemos excedido ya. Por eso pedimos disculpa y os damos las gracias por esta generosa invitación. Viva el arte postal, viva el arte cordial. |
Joan Brossa |
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