Conversación de red entre 2 G


(*) Gianni Simone y Guido Vermeulen


Gianni Simone: Recuerdo que cuando me uní a la red de arte postal en 1997 se estaban discutiendo principalmente dos temas. Uno era acerca del creciente papel que la media electrónica estaba jugando en la correspondencia diaria entre los artistas: algunos argumentaban que los días del así llamado “snail mail” (correo caracol) estarían contados y que eventualmente sería totalmente reemplazado por el e-mail. El otro tema de discusión tenía un alcance más ambicioso y tenía que ver con el verdadero papel del arte postal hacia el final del milenio. Algunos habían decidido que el arte postal estaba muerto o a punto de morir; que se había convertido en una forma de expresión obsoleta y que había traicionado sus valores originales. Este año ustedes celebran sus primeros diez años de arte postal y estoy seguro que en todo este tiempo han experimentado muchos cambios, tanto en la misma actividad como en el trabajo de red en general.

Guido Vermeulen: Mi propia evolución refleja el debate en la red. Yo recién empecé el trabajo de red a través de la Internet y el e-mail en 2001. Coincidió con la primera visita de Lavona Sherarts a Bélgica. Desde 1993 hasta entonces mis actividades estaban limitadas al snail mail, si limitada es el término correcto para describir estas actividades. Observé y comenté la existencia de tres grupos.

Al primero lo llamo “puristas”. El arte postal sólo es posible mediante correo regular. ¿Porqué? No hay una respuesta real a la pregunta excepto un montón de argumentos falsos. Algunos siempre argumentan sobre la definición del arte postal. La definición aquí es entendida sólo como un principio limitante y reductivo. La razón que escuchas con frecuencia es “si, estará bien, pero ¿es arte postal?” A quién le importa! Las declaraciones de que “el arte postal está muerto” con frecuencia están ligadas a estas estrechas y obsesivas definiciones. El arte postal está muerto cuando el arte postal deje de corresponder con mi idea de arte postal o el arte postal estará muerto cuando yo decida dejarlo, porque…… en ambos casos la megalomanía del ego es bastante evidente.

Un segundo grupo aparecía fugazmente en el snail mail, sus integrantes se adhirieron a la computadora y desaparecieron como corresponsales. Yo encontraba esta actitud bizarra, por decir lo menos. No todo el mundo tiene un computador o las facilidades de la Internet. Tienes que poseer los recursos económicos para dar el paso y adquirir el conocimiento para trabajar con un PC y para resolver una serie de problemas. Encontré que el grupo de personas que súbitamente se aferraban al computador y sólo al computador era bastate elitista y en contradicción con el aspecto democrático del arte postal porque el arte postal era y sigue siendo la forma y movimiento de expresión de arte más democráticos que se ha desarrollado desde el arte moderno tuvo la idea de un “arte correspondencia”.

En un nivel artístico soy bien anticuado en el sentido de que necesito un contacto directo con la materia que uso para expresar ideas o fantasías: trabajar realmente con pintura, tinta o papeles me da un kick. Hacer arte con una computadora es bastante estéril para mí. Ya no tienes la misma relación directa con los materiales, pero concuerdo en que otros pueden tener ese kick con el arte digital. Sencillamente no es lo mío. Esto me bloqueó por un buen tiempo.

Un tercer grupo era activo tanto en el PC como en la comunicación postal. El computador resultó ser una extensión de las posibilidades y trabajo de red del arte postal. Esto me sedujo y finalmente hice la inversión y empecé a trabajar con el PC también. Para mí el aspecto de la comunicación fue más importante que en el arte postal regular. Esto es en cierto sentido también como alteré mi visión sobre el arte postal en la última década. Me integré a la red del arte postal como un artista (poeta, pintor, grabador, collagista) que difundía su trabajo artístico a otros, a proyectos y a corresponsales que llegaron a ser amigos “en el camino” del intercambio. Lo que llegó a ser más importante fue este intercambio y el hecho de que pudiéramos hacer cosas juntos y aprender de las ideas y visiones de los demás. Lo que rápidamente acaparó la atención fue cómo expander esta red y alcanzar la mayor cantidad de gente posible en todos los continentes del globo. El arte sólo fue un instrumento para alcanzar a los demás. Así, gradualmente me convertí en un artista de red y ví cada vez más el arte postal como el arte de la comunicación más que la comunicación de arte. Desde luego este cambio, que ocurrió durante una década de actividades finalmente, me llevó a tomar la tecnología de la computadora como una herramienta de comunicación porque es más rápida, más eficiente y más amplia que el snail mail. Hoy día ya no hablo de arte postal, lo llamo arte de red o arte de trabajo de red y lo puedes hacer con el PC, en el mail, o “en vivo” (encuentros personales y colaboraciones). Me siento respaldado en esta nueva percepción del arte postal con la reciente publicación de Saper por ejemplo1.


GS: Estoy de acuerdo con tu punto de vista. Debo confesar que yo soy bastante anticuado y por un largo tiempo me resistí a la idea de adherirme a la comunicación e-mail. Pero el año pasado finalmente le dí una oportunidad y resultó decisivo cuando decidí dedicar una edición de mi zine Kairan al escenario del arte postal en América Latina. En esa oportunidad tuve que afrontar una serie de problemas que me hiceron ver la correspondencia y la comunicación con ojos diferentes. Por ejemplo, hasta hace poco creía que el correo era el camino más barato y más democrático de red en el mundo. Después de todo, como lo señalabas anteriormente, no todo el mundo puede comprar un computador o tener acceso a Internet. Pero trabajando con artistas postales latinoamericanos no sólo descubrí que la mayoría trabajaban con una computadora todos los días, sino que para muchos de ellos el e-mail era la única forma de correspondencia frecuente. El problema es que en muchos países de Centro y Sur América, la globalización ha sido un desastre que ha dañado profundamente la vida de millones de personas. Como todo el mundo sabe, Argentina es el lugar que más ha sufrido las consecuencias de esta debacle económica y mandar una carta ha llegado a ser muy caro para la mayoría. Por eso es que los últimos 12 meses la presencia masiva de argentinos en la red ha estado limitada y los e-mails han sido su único nexo con el mundo.

Este desarrollo reciente destaca lo que considero otro problema “estructural” en nuestra red, que ya ha sido analizado en los últimos años por Matt F. En su proyecto de 1999 Dead While Mail (véase www.spareroom.org/mailart/mailart.html), The Sticker Dude (“A Question of Balance”, in KAIRAN 3, mayo 2001) y yo mismo (“Una cuestion de estilo”, en KARAIN 4, noviembre de 2001): el hecho de que aunque es verdad, como tú dices, que el arte postal es la forma más democrática de expresión artística, la apertura teórica de la Red choca con una serie de factores económicos y culturales que impiden la participación de un gran número de personas. En realidad, no es ningún misterio que la actividad del arte postal está concentrada en Norte América y la Europa del Oeste, mientras que la presencia de africanos y asiáticos (con la sola excepción de Japón) casi no existe. El riesgo es por eso que la red llegue a ser una especie de ghetto de oro para gente próspera que quiere “jugar a ser artista”.

A este repecto, encuentro que el e-mail tiene el poder y la capacidad de romper muchas barreras, por ejemplo ayudando al arte postal a llegar a otras redes parecidas. Creo que tu reciente participación en el proyecto World Peace Poem y el lanzamiento de Friour Network Magazine son buenos ejemplos de muchas opciones que tenemos para expandir nuestra actividad.

GV: La demanda de ayuda para desarrollar una cadena de poemas en contra de la guerra en Irak fue para mí, de hecho, también una primera realización de las capacidades del medio del mail y la Internet. En realidad el World Peace Poem se hizo rápido, en unas poca semanas. Tais Lintz, una mujer brasileña que vive en Canadá, me pidió ayuda y editó toda la cadena. Estaba asombrado que hubiéramos realizado el proyecto en este corto lapso de tiempo. Los poemas fueron publicados en sitios en Alemania y Brasil. Creo que este esfuerzo debería ser documentado en una publicación. En vez de hacer una sola revista pensé que esto podía ser el inicio de un nueva revista network. He estado pensando en esto desde hace un tiempo pero consideré desafortunado que estuviera limitado al arte postal.
Porque el World Peace Poem fue el resultado del encuentro de diferentes redes – arte postal y red de poesía, redes de arte & paz, redes de anti globalización. Súbitamente se me encendió la ampolleta. El zine podría ser una revista de red, el resultado de cruces entre diferentes redes y un zine compartido, es decir que varios editores de diferentes ambientes de red pudieran hacer un número en torno al tema. El e-mail y la Internet me abrieron los ojos para todas estas posibilidades y para todas estas distintas redes que son extremadamente activas. Esta es otra aproximación: contra la economía de la globalización basada en la explotación global del planeta podemos poner nuestra propia globalización, las redes se están difundiendo como hongos dándonos información que echamos de menos en nuestra media, difundiendo soluciones de arte y paz, llamando a acciones basadas en información, ayudándonos unos a otros, etc.

Así, a menudo se dice “Piensa local y actúa local”. Sí, seguro, pero actúa en una escala global también. Esto está siendo posible ahora sobre todo con la comunicación e-mail. Los movimientos anti globalización (u otras, diferentes globalizaciones) son un buen ejemplo de esto. Las demostraciones de paz en febrero y marzo donde millones de personas demostraron la misma semana alrededor de todo el mundo es otro. Este tipo de coordinación de esfuerzos es imposible sin la Internet y la comunicación e-mail. Así, de pronto me dí cuenta de este potencial. Sí, también podemos globalizar en oposición, en unidad, en arte, en paz, en contra de esas fuerzas en el mundo que sólo desean la dominación del planeta y crean miseria, guerra explotación y violación de los derechos humano para obtener sus pérfidos objetivos.

Me dió mucha alegría poder por fin comunicarme con gente de Africa, Medio Oriente y Asia (quiero decir no solamente de Japón) y esta gente la encontré como redistas fuera del arte postal. Ellos eran activos en sus redes: poesía, escritura creativa, arte de refugiados, redes de Transcendent Art & Peace. TAP2, éste fue tal vez el descubrimiento más grande para mí y es una red donde me siento cómodo y que abre su sitio también al arte postal. Así es que la intercomunicación realmente está ocurriendo en varios niveles. También es un mienbro de TAP el que producirá el tercer número de Friour y ella ha trabajado su propio sitio que pretende reflexionar sobre la paz y la literatura3.



GS: No sé si sólo ha sido una coincidencia, pero el surgimiento dramático de la guerra y la violencia después de la caída del World Trade Center en Nueva York ha sido seguido de un número inusual de proyectos de arte postal con un tema social y político. Sólo para nombrar unos pocos hemos tenido el Peace in the World (Brasil); The Fire That Diesn’t Fade (Brasil), contra la contaminación y la destrucción del medio ambiente; Difference (Francia), sobre el sexismo, racismo y otros tipos de discriminación: Without Artists, Borders (Spain); Immigration (Costa Rica); Cornucopia (Bélgica), que cuestionaba “la creciente destrucción de nuestra sociedad”; Pied Pipers of Today (Alemania), sobre “los falsos seductores del mundo moderno”; el creciente Nobel Peace Project (Canadá); y Black Tide (España), en solidaridad por las protestas contra la indiferencia de las autoridades por el hundimiento de otro barco petrolero cerca de las costas de Galicia.

La gran cosa sobre estas actividades artísticas es que los proyectos, lejos de ser un estéril ejercicio estético, acercan los movimientos internacionales a las realidades locales. Creo que es importante para el arte postal el seguir su potencialidad como un instrumento de despertar social, de conexión y educación de gente y hacerlos entender que la gente puede tomar las cosas en sus manos y no confiar simplemente en corporaciones culturales o medios de comunicación para saber qué está pasando. No tienen que decirnos siempre qué hacer sino que podemos hacer sentir nuestras voces. Esto no significa, desde luego, que considero el arte postal –o cualquier otra forma artística- como una omnipotente cura para los problemas del mundo. El arte difícilmente puede cambiar el mundo. Pero la gente puede (aunque debo confesar que me sentí completamente impotente cuando a comienzos del año, las demostraciones internacionales de paz que contaron con millones de personas no pararon la los Estados Unidos de hacer la guerra contra Irak) y el arte puede ayudar en esta lucha. No es extraño que a través de los años Amnesty International haya colaborado con la Red en la organización de exposiciones y campañas en muchos países.

GV: El arte puede crear despertar, eso es seguro. A veces, el arte nace del despertar, así es que sigue dos caminos: por ejemplo el movimiento DADA fue un niño rebelde que surgió de las trincheras de la primera guerra mundial. Los artistas tienen visiones que no están teñidas con la política real de la sociedad. A menudo ven a través del espejo e hipocresía de lenguajes opresivos, rompen los códigos de veladas realidades, conectan gente permitiendo vislumbrar otras culturas, inventan nuevos códigos, liberan la imagen y el marco de la tela, liberan visiones o incitan a mirar sobre realidades por diferentes caminos, etc.

Este tema es un ítem de debate y reflexión en la red. Hay unos pocos que desarrollan el tema de arte postal como arte social. Luc Fierens & Annina van Sebroeck desarrolloan todo un proyecto en torno a eso. El proyecto colaborativo “Living in the mirror” (arte postal comunicación entre niños), el proyecto Snake que desarrollé hace años son otros ejemplos de la dimensión social que arte postal puede tener y cómo puede conectarse con la población local en vecindarios pobres y con organizaciones sociales trabajando en el campo de la construcción de puentes, aun con autoridades renuentes.


Notas
(1) Craig J. Saper: “Networked art”, Univ. of Minnesota Press, ISBN 0816637067
(2) TAP: www.tapnet.info (for network art, click on the list TAP collection and select network art)
(3) http://www.peacelit.net/ Marisa Antonaya (Spanish living in Thailand) will be editor of Friour Theme “Finding myths for a lost time”.


GIANNI SIMONE es un artista postal italiano que vive y trabaja en Japón. Es el editor de la revista Kairan, el sucesor de la German Numero zine (con Wilfried Nold).
GUIDO VERMEULLEN es un artista postal belga que inició la revista Friour Network como una reacción contra la guerra de Irak. Va a publicar un número sobre el tema “Peace for Refugees” en 2004.