«"La realidad es un producto de los sueños de los muertos"
J.L. Borges
No hay mapa que justifique tu cara - no hay mapa que justifique tus brillos - no hay ni pena ni gloria que justifique tu uso. Estas fueron mis primeras tres confusas ideas que se mantienen como un enigma durante la realización de esta obra. La idea matriz era y es, poner en relación dos espacios y esa maravillosa nada que los une: EL VIAJE. Dos regiones apartadas, similares geográfica y políticamente, ambas de diferente manera, marginadas de ese concepto que llamamos PATRIA, ambas luchando por mantener sus identidades: Saxnäs, Lappland (norte de Suecia) - Castro, Chiloé (sur de Chile). Elegí dos «imágenes-íconos», que identifican estos lugares, bordeando la imagen turística: los «palafitos» de Chiloé y la «kåta» (casa sencilla de la cultura same) en Lappland, para proceder con ella a una serie de intervenciones visuales, en sus respectivos paisajes. La vieja idea de interrogarnos sobre la «realidad», moviendo sus símbolos, en este caso construyo su estructura en madera (palafito - kåta) y las monto sobre una metáfora del país: la Enciclopedia Suecia y la Historia de Chile, posteriormente quemada «para la foto y el video». Esta es la materia con que estructuro el trabajo visual a ser presentado en Chiloé= «El párpado de tus ojos».
Cuando en Santiago de Chile o en Estocoolmo se piensa en sus situaciones periféricas geográfico-culturales, muy pocas veces se reflexiona sobre sus propias periferias. Son estos espacios el otro centro de interés de este proyecto = comenzar a visualizar la globalidad de los bordes.»
Juan Castillo | |
El último tercio de este siglo no sólo se ha caracterizado por la difusión de infomación en todas las direcciones, sino también por una migración global, que ha favorecido el contacto directo con culturas de lugares apartados unos de otros. La diáspora latinoamericana que echa raíces en Suecia es producto de esa migración1. Empero, las raíces no se adentran con facilidad; prueban constantemente lugares donde afianzarse y poder crecer. El diálogo cultural no es fácil, son dos universos culturales que se encuentran y que tienen que convivir en un mismo espacio físico y bajo una estructura socio-cultural preexistente para los latinoamericanos. El diálogo, que implica una constante interpretación del otro, no deja intacta a ninguna de las partes. Tanto suecos como latinoamericanos se encuentran con un grupo de individuos que habla otro idioma y que tiene otros referentes culturales. Sin embargo hay una diferencia importante: los suecos han considerado a ese otro que constituye la cultura latinoamericana como no «igual» a sí mismo (el yo)2. Los latinoamericanos en cambio, creyeron durante mucho tiempo que ellos y los suecos eran «iguales»; es más, muchos creyeron que habían llegado a la fuente de la tradición occidental, con la cual podrían hacer realidad todos los diálogos imaginarios que se habían construido en América Latina. La realidad ha ido demostrando que se trata de dos lecturas diferentes de una tradición que las incluye y excluye a ambas. Por un lado, la cultura sueca forma parte de la cultura occidental y la cultura latinoamericana es producto de la misma cultura. La diferencia fundamental radica en que Suecia tiene una larga tradición como miembro de esa cultura3, mientras que Latinoamérica tiene una historia de 500 años, de ellos, trescientos años como colonia europea. En sus doscientos años de independencia, América Latina trata de consolidarse como miembro de la cultura occidental, pero no logra sacurdirse del resabio colonial; su pertenencia a la cultura occidental ‹mediante la herencia de la tradición cultural española y portuguesa‹ está, por así decirlo, en entredicho. Por otro lado, Suecia nunca ha sido parte del centro hegemónico de occidente, sino que ha participado como periferia. De aquí el dentro y el fuera de ambas culturas respecto al occidente hegemónico.
A la sorpresa y decepción de los latinoamericanos de no ser considerados interlocutores con iguales prerrogativas, sigue una búsqueda tendiente a entender la interpretación que el otro hace de ellos. En esta búsqueda encuentran en el interior de la cultura sueca una minoría con textos culturales diferentes a los suecos: los sames.4 Este descubrimiento es interesante porque sugiere una interpretación doble; por un lado hay una identificación con esa minoría como grupo periférico en la cultura sueca (se vive en carne propia la marginalidad, lo cual no ocurría en los países de origen) y por otro lado se proyecta la situación de los same a la situación de muchas culturas indígenas en el contexto cultural latino-americano, de la cual, por lo general, se era miembro del lado dominante.
Juan Castillo, originario de Chile5 y residente en Estocolmo, construye una kåta6 sobre volúmenes de la Enciclopedia Sueca en el pueblito same de Saxnäs, al norte de Suecia. Luego viaja a Castro, al sur de Chile y construye un palafito sobre 40 volúmenes de Relatos de la Conquista. A la kåta y al palafito les prende fuego. Arde la Enciclopedia Sueca, que no considera entre sus páginas al pueblito same, y arden los Relatos de la Conquista, que no trata con justicia a los antiguos habitantes del territorio chileno.
Saxnäs y Castro: dos lugares en el fin del mundo
Saxnäs es un pequeño pueblo same ubicado al sur-oeste de Norrland y está casi pegado al círculo polar ártico; Castro es una de las dos ciudades más importantes de la isla de Chiloé y está ubicada a mitad de camino entre el trópico de Capricornio y el círculo polar antártico. Pocos lugares pueden estar más alejados uno de otro y sin embargo en la actualidad es posible para cualquiera (que tenga medios) llegar a ellos. Lo que hasta hace unas pocas décadas era posible conocer casi exclusivamente a través de la lectura de relatos que aventurados viajeros solían escribir, con mayor o menor habilidad literaria, y con poca o ninguna comprensión hacia las culturas que describían, hoy es posible tener acceso a cualquier lugar gracias al desarrollo de los medios de comunicación y de transporte. Lo cual no es garantía de una mejor comprensión de las culturas que existen en los distintos lugares.
¿Qué es lo que fascina a Castillo de esos lugares tan lejanos uno de otro?: «Dos regiones apartadas, similares geográfica y políticamente, ambas de diferente manera, marginadas de ese concepto que llamamos PATRIA, ambas luchando por mantener sus identidades», explica el artista en su propuesta. Castillo nos orienta hacia una comparación entre ambas culturas y señala tres aspectos que él conside-ra en su trabajo: ubicación geográfica ‹tal vez el paisaje‹, situación política e identidad cultural en relación a los centros de poder de los países en que esas culturas están inmersas.
Con respecto a la «similitud» geográfica de ambos lugares, observamos que ésta es su cercanía a los polos, pero ésta termina allí. Saxnäs está a orillas de un río y en las faldas de dos cerros; Castro es una ciudad costera. Ciertamente, además de su cercanía a los polos, ambos lugares están geográficamente alejados de los centros de poder de los países a los que pertenecen y esto es fundamental en el trabajo de Castillo. Podemos sin embargo comparar estos lugares en cuanto a su poblamiento y a su relación con la cultura occidental. En relación a la entrada de los actores a esos lugares, sabemos que hace unos 9 000-10 000 años el hombre alcanzó la zona más septentrional y la más austral del planeta, allí se estableció y desarrolló su cultura particular, posteriormente ignorada por las grandes civilizaciones e ignorando a las grandes civilizaciones durante muchos milenios. En Norrland, la región más periférica del continente europeo se desarrolló la cultura same, una de las más antiguas de la zona. Las primeras referencias a esta cultura se encuentran en el libro Germania del historiador romano Tacitus (98 DC)7. La isla de Chiloé es «descubierta» por la civilización occidental en 15538; su población estaba concentrada en las riberas del canal de Chacao y estaba compuesta por huilliches9 y chonos10. Los chonos son los primeros habitantes de la isla de los que se tiene conocimiento (luego llegaron los huilliches, que desplazaron a los chonos hacia el sur). Las primeras noticias de los chonos (un grupo de unas 1 000 perso-nas) se tienen a través del relato de Juan de Ladrillero (1557-1558). Es decir, los primeros relatos conocidos sobre ambas culturas nos llegan a través de interpre-taciones de representantes de la cultura occidental, que si bien describen esos pueblos, dejan ver su propia visión del mundo.11
Desde el punto de vista de la colonización observamos que ambas culturas fueron paulatinamente sometidas a una cultura más fuerte. Lappland empezó a ser colonizada por los suecos durante el período de Gustavo Vasa (1521-1560).12 En esa época el consejero de Estado Carl Bonden declaraba: «En Norrland tenemos unas Indias Occidentales, sólo si sabemos cómo explotarla». Es interesante la expresión porque indica la conciencia que se tenía en Suecia en esa época de las riquezas que la explotación de América daba a los españoles y portugueses. Norrland no era América, pero era una región «inexplotada». Chiloé es ocupada por los españoles en 1568, pero un siglo más tarde queda aislada de toda comunicación con el continente luego del alzamiento de la Araucanía que tuvo en pie de guerra a los españoles durante más de 300 años. Recién en 1826 Chiloé pasa a ser parte del territorio de Chile. Es durante esos años de aislamiento que Chiloé desarrolla su particular tradición, mezcla de la indígena y la española con una rica mitología con raíces indígenas.
Volviendo a Saxnäs y a Castro, cabe la pregunta: ¿Qué importancia tiene Saxnäs para la cultura sueca y Castro para la cultura chilena? Saxnäs y Castro representan en la práctica dos lugares interesantes para la industria del turismo de ambos países. Saxnäs está ubicado en las faldas de los cerros Marsfjällen y Norra Borgarfjällen y se ha convertido en un centro popular para la práctica Del esquí13, la caza y la pesca. Castro es una ciudad costera que explota su belleza natural, su artesanía y las tradiciones chilotas. Podría señalarse aquí una nueva diferencia: mientras en Saxnäs el interés lo dominan distintas actividades de tiempo libre, quedando la cultura same a un lugar muy rezagado (el turismo de ese lugar no promociona el encuentro con la cultura same), en Castro domina el encuentro con un folclor particular.
Juan Castillo escoge dos imágenes que vende la industria del turismo14 para iniciar su diálogo. Llama la atención que estas imágenes no muestan exactamente lo que esos lugares ofrecen al turista15. De Saxnäs Juan escoge un paisaje gris; no hay nieve ni montañas que indiquen la práctica del esquí; tampoco renos que despierten el interés por la caza o ríos aptos para la pesca. De Castro elige un paisaje campestre común; no hay agua a la vista ni casas construidas sobre pilares ni ningún signo que nos indique una tradición cultural especial. Saxnäs parece un lugar plano mientras que las casitas de la imagen de Castro dan la impresión de estar en la cima de un cerro. Es decir, la imagen de los dos lugares pueden pertenecer al paisaje de muchos lugares del mundo.
Textos de la cultura same y de la cultura chilota
Cultura se ha definido de muchas maneras dependiendo de la disciplina de estudio y del punto de vista de quien la estudia. Desde el punto de vista semiótico, el concepto cultura se puede considerar, en principio, como coextensivo del de universo semántico, relativo a una comunidad sociosemiótica dada. Es decir, el concepto está ligado a una comunidad lingüística autónoma.16 sin embargo existen áreas culturales que trascienden las fronteras lingüísticas, como es el caso de la llamada cultura occidental. Por otro lado, no todo lo que pertenece a una cultura se manifiesta a través de la lengua, un ejemplo son las artes visuales y la danza. La escuela de Tartú-Moscú introduce la semiótica de la cultura y la define como un sistema de relaciones establecidas entre el hombre y el mundo: «Cultura es entendida como un sistema que está entre el hombre (como unidad social) y la realidad que lo rodea, esto es, un mecanismo de procesamiento de información que llega a él desde el mundo exterior. La información puede ser considerada importante y significante, o puede ser ignorada en una determinada cultura. Por otro lado, información que es considerada no-relevante para la primera cultura puede, en el lenguaje de otra cultura, ser extremadamente importante. En este sentido uno y el mismo texto puede ser leído de manera diferente en el lenguaje de diferentes culturas»17 Entonces, ¿qué es cultura? Siguiento a Lotman: un constante almacenamiento de información que se va traduciendo o no y que se va clasificando de un modo particular. La información, en principio no-texto, es introducida en la cultura y sólo en la medida que es interpretada deviene texto, comprensible dentro de esa cultura. Sin embargo, el mecanismo de interpretación no garantiza la traducción literal de un no-texto y su introducción idéntica a la cultura; por el contrario, muchos no-textos son deformados dando origen a un repertorio de nuevos textos.18
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Izq: kåta en Saxnäs Der: Palafito en Castro
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Para su intervención Juan Castillo usa un texto de dos culturas: «³dos imágenes-íconos², que identifican estos lugares, bordeando la imagen turística», escribe en su propuesta. Nuestra primera impresión es que la kåta y el palafito son dos interpretaciones de un mismo texto: la casa. Sin embargo, la casa es una consecuencia de una necesidad: la de ‹en principio‹ protegerse de las inclemencias del tiempo y de animales salvajes; pero según sabemos, no ha existido ningún contacto entre los sames y los chilotes de modo que, si nos atenemos al grado de complejidad en la edificación, el palafito no podía verse como una interpretación local de la kåta. Además la kåta y el palafito son soluciones que corresponden a distintos paisajes. La kåta es de caracter provisorio y responde a las necesidades de una cultura nómade (los sames eran cazadores y pescadores). El palafito es de carácter permanente y responde a una cultura sedentaria que construye sus casas cerca del agua y cuyo principal medio de transporte son los botes. Ciertamente, distintas variantes de kåtas han existido en distintas culturas, incluso entre los huilliches de Chiloé, pero ya no se construyen más, a diferencia de los sames que la siguen usando como protección contra el frío en el cuidado de los renos (su actividad productora principal). En conclusión, a una determinada necesidad común: refugio, pueden surgir dos respuestas diferentes dando lugar a dos textos diferentes. Aún pensando en que la kåta es más antigua que el palafito como solución, éste no sería de ninguna utilidad en Saxnäs en este momento y consecuentemente habría otro tipo de solución (como de hecho la hay pero como solución de la sociedad sueca contemporánea).
Castillo construye dos imágenes que tienen una relación de parecido con dos objetos de la vida cotidiana de los sames y los chilotes. La kåta y el palafito de Castillo no sirven para ser habitados, pero se «reconoce» en ellos esos tipos de vivienda, es decir no son los objetos en sí sino su representación.19 Una de las características fundamentales del signo es su convencionalidad y la imagen artística trasciende la convencionalidad. Sin embargo, cada cultura tiene un repertorio de imágenes artísticas que reconoce como propias (han sido textua-lizadas). Vemos que estas dos «imágenes-íconos», es decir la kåta/palafito tienen dos niveles de lectura. Primero, son un signo icónico en la medida que la kåta/palafito que Castillo construye tienen una relación de parecido con una kåta/palafito del mundo de la vida cotidiana. Segundo, la kåta/palafito tienen deter-minados contenidos culturales más allá de su uso o parecido inmediato; es decir es un texto de esas culturas. La casa tiene como sinónimos familia, hogar y raza; es decir los pilares de una cultura. En castellano, hogar significa también el lugar donde se prende la lumbre, el fuego.
Vemos que Castillo no se diluye en el detalle de esos dos tipos de vivienda y se queda en su estructura, que apoya en libros. En este momento Castillo empieza su «intervención» y aclara: «La vieja idea de interrogarnos sobre la "realidad" moviendo sus símbolos, en este caso construyo su estructura en madera (palafito-kåta) y las monto sobre una metáfora del país: la Enciclopedia Sueca y la Historia de Chile». La kåta está apoyada en tomos de la «Enciclopedia Sueca» mientras que el palafito está apoyado en 40 tomos de Relatos de la Conquista (a falta de una Enciclopedia Chilena). ¿Cuál es la imagen? sobre el suelo same/chilota Castillo ha puesto el libro oficial de la nación sueca/chilena, y sobre él un texto de esas culturas: la kåta/palafito. Queda entre dos elementos de la misma cultura una interpretación20 que hace de ellas la cultura que actualmente domina esas tierras: la sueca y la chilena. Sabemos que la modernidad tomó posesión de las tierras same y chilota (huilliche) y que las incluye como minorías dentro de la nación. ¿Cuál es el acto de Castillo frente a la confrontación cultura dominante y la minoría cultural? ¡Quema las enciclopedias! Usa el hogar en su doble acepción: casa y fuego. ¿Cuál es su intención? Reducir todo a tierra y ceniza: volver al punto cero. Ambas acciones son realizadas lejos de centros habitados, pero ambas acciones son documentadas en fotografías y video [para la posteridad]. En la práctica ninguna de las estructuras se vuelve cenizas sino que quedan como esqueletos quemados expuestos a los vientos e inclemencias del clima local. Surge la pregunta: ¿Es posible reducir a cenizas una cultura y pretender construir algo de la nada? Sabemos que es extremadamente difícil, sino imposible eliminar una cultura y pretender empezar de cero (una experiencia cercana es la revolución china). Tal como la estructura de la kåta y el palafito se resistieron a su reducción total, las culturas luchan por su superviviencia: «Ambas [la cultura same y la cultura chilota] luchando por mantener sus identidades» dice Castillo.
Superviviencia cultural: la experiencia de la alteridad
Hablar de superviviencia lleva a considerar el concepto de «peligro», y ¿Cuál es el mayor peligro que puede amenazar a una cultura? Aparte de una catástrofe natural que elimine a los integrantes de esa cultura y sus expresiones materiales, el peligro lo constituye la penetración de otra/s cultura/s. Y hablar de dos o más culturas implica el encuentro de un yo y un otro u otros y la percepción de uno respecto al segundo. Pero ¿quién o qué determina el yo-sujeto y el otro-objeto en este caso?
La cultura (el yo) es inmanente y se define en contra de algo que no es cultura.21 Esto nos lleva a la conclusión que el otro existe en la medida que yo lo interpreto [a partir de mi marco cultural]. Sin embargo, esta afirmación, fundamental en la semiótica cultural de Lotman y Uspenskji parece negar la existencia del otro, independiente de mí. La primera reacción, espontánea, frente al extranjero es imaginarlo inferior, puesto que es diferente de nosotros: ni siquiera es un hombre o, si lo es, es un bárbaro inferior; si no habla nuestra lengua es que no habla ninguna, no sabe hablar, como pensaba Colón sobre los indios.22 En su análisis de la experiencia de la alteridad Todorov señala dos formas de «no» ver al otro: primero, ver al otro no sólo como igual, sino también como idéntico, conducta que desemboca en el asimilacionismo, es decir, en la proyección de los propios valores en los demás. Segundo, se parte de la diferencia, pero traducida inme-diatamente en términos de superioridad e inferioridad. Ambas interpretaciones «descansan en el egocentrismo, en la identificación de los propios valores con los valores en general, del propio yo con el universo; en la convicción de que el mundo es uno»23 Empero, también está el descubrimiento del otro como sujeto, igual al yo, pero diferente de él, con un infinito número de matices intermedios.24
La diferencia entre la visión de Lotman &Uspenskji y Todorov está en que los primeros tienen una visión egocéntrica de la cultura; como en la práctica ha sido hasta ahora la interpretación del mundo de la cultura occidental. Todorov pretende un diálogo intercultural en términos igualitarios, de cultura a cultura, al contrario de la dualidad cultura vs no-cultura, como es el modelo propuesto por Lotman &Uspenskji. «Los otros también son yos: sujetos como yo, que sólo mi punto de vista, para el cual todos están allí y sólo yo estoy aquí, separa y distingue verdaderamente de mí. Puedo concebir a esos otros como una abstracción, como una instancia de la configuración psíquica de todo individuo, como el Otro, el otro y otro en relación con el yo; o bien como un grupo social concreto al que nosotros no pertenecemos» escribe Todorov.25 El problema es que el modelo de Todorov exige una conciencia diferente a la que ha dominado hasta ahora.
En la discusión de Castillo aparecen a primera vista dos yos y dos otros; por un lado Sameland-Suecia y por otro, Chiloé-Chile, pero es difícil determinar el papel de cada uno: el yo lo determina el sujeto que pronuncia el verbo. Desde el punto de vista de culturas hegemónicas y subordinadas26 podríamos definir la cultura sueca y la chilena como culturas hegemónicas porque contienen en su territorio y en su sociedad ‹y bajo su constitución‹ a la cultura same y a la chilota respectivamente. En esta particular comparación entre las culturas same-sueca y la chilena-chilota cabe preguntarse con qué cultura se identifica el artista. De acuerdo a Todorov, el grupo al cual nosotros no pertenecemos puede estar en el interior de la sociedad o puede ser exterior a ella, es decir: «otra sociedad, que será según los casos, cercana o lejana: seres que todo acerca a nosotros en el plano cultural, moral, histórico; o bien desconocidos, extranjeros cuya lengua y costumbres no entiendo, tan extranjeros que, en el caso límite, dudo en reconocer nuestra pertenencia común a la misma especie».27 En las culturas que Castillo opone no existe el caso extremo o límite del que habla Todorov28, pero sí mayor o menor cercanía entre ellas.
Si nos vamos a la relación entre la cultura sueca y la same por un lado y la relación entre la cultura chilena y la chilota por otro veremos ciertas diferencias importantes, pero también algunos hitos similares. La conmemoración del quinto centenario de la conquista de América trajo a la conciencia postmoderna la existencia de pueblos indígenas que han sobrevivido a la conquista, colonización y evangelización29 de la cultura occidental. Las Naciones Unidas declaran 1993 como el año de los pueblos aborígenes y tanto en Suecia como en Chile la declaración tiene eco. En Suecia se forma el Sameting (parlamento same) y en Chile se promulga la Ley indígena y se funda la CONADI (Corporación Nacional para el Desarrollo Indígena).
Los suecos reconocen la existencia de la cultura same como diferente pero no se sienten cercanos a ella; los suecos no descienden de los sames sino de los vikingos, otro pueblo con otra lengua. Esto no significa que durante siglos de «convivencia» cada cultura se haya mantenido al margen de la otra; por el contrario, con el tiempo se han producido mezclas entre sames y suecos. Los sames pertenecen a una cultura que tiene una historia milenaria y han mantenido su idioma (de la familia fino-húngaro) y sus tradiciones. Su área cultural (región Sápni) trasciende las fronteras suecas y se extiende por cuatro países (Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia); su población alcanza los 85 000 habitantes, 20 000 de los cuales viven en el lado sueco. En 1993 se inauguró el Sameting sueco, último en formarse en Escandinavia. Es interesante ver cómo ven los same este hecho histórico para la supervivencia de su cultura. En su página de Internet se puede leer: «El 16 de mayo de 1993 se realizó la primera elección histórica del Sameting. Trece partidos candidatearon para los 31 lugares en el pleno del Sameting. El Sameting sueco se inauguró con gran ceremonia en Kiruna el 25 de agosto de 1993, con la presencia del rey. La reina Silvia le dio a la ceremonia de inauguración un significado especial presentándose vertida con el traje same Kukkasjävi. También se puede leer: «El Sameting es un órgano democrático para aumentar la autodeterminación same»30. ¿Qué nos dice la ceremonia? Primero, Suecia «reconoce» oficialmente la existencia de un «pueblo aborigen» que ha vivido en el mismo territorio desde hace miles de años, un pueblo con tradiciones culturales diferentes a las propias; pero que, paradojalmente, vive bajo las normas jurídicas y culturales suecas desde hace cinco siglos. Segundo, el pueblo same reconoce su subordinación hacia Suecia mediante la presencia del máximo representante del Estado sueco ‹el rey‹ en la ceremonia de inauguración del Sameting. Otro aspecto interesante de la ceremonia es la presencia de la reina vestida de same, lo cual otorga ese «significado especial» que da el hecho de ver al otro vestido con los símbolos de la propia cultura. La reina Silvia, que no es originalmente sueca ni same sino alemana-brasileña, se viste con indumentarias tradicionales same reafirmando una vez más el poder sueco sobre el pueblo same. Desde el punto de vista de una cultura dominante, que el otro se vista con los símbolos de la propia cultura confirma el poder que se tiene sobre el otro. En el caso de una cultura subordinada, en cambio, que el otro se vista de los símbolos de la propia cultura confirma esa subordinación.
Por su parte, los chilenos reconocen la existencia de culturas aborígenes y hasta «valoran» su existencia como fundamento de la cultura chilena, pero no se reconocen como sus descendientes. La supervivencia de las culturas originales de Chiloé tiene características diferentes. En 1993 se promulga la llamada Ley Indígena31 cuyo artículo primero dice: «El Estado reconoce que los indígenas de Chile son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturales propias siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura. El Estado reconoce como principales etnias indígenas de Chile a: la Mapuche, Aimara, Rapa Nui o Pascuenses, la de las comunidades Atacameñas, Quehuas y Collas del norte del país, las comunidades Kawashkar o Alakalufe y Yámara o Yagán de los canales australes. El Estado valora su existencia por ser parte esencial de las raíces de la Nación chilena, así como su integridad y desarrollo, de acuerdo a sus costumbres y valores. Es deber de la sociedad en general y del Estado en particular, a través de instituciones respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y comunidades, adoptando las medidas adecuadas para tales fines y proteger las tierras indígenas, velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación». Los huilliches están considerados dentro del grupo mapuche que se extendía por la llamada zona de la Araucanía.32 ¿Qué dice el principio de la Ley indígena?; tres cosas: primero, Chile reconoce a los indigenas actuales como descendientes de los indígenas que habitan esas tierras a la llegada de los españoles, lo cual no significa que se reconozca (ni siquiera en parte) como descendientes de los pueblos que habitaban el país a la llegada de los españoles. Segundo: enumera las culturas que han sobrevivido y «aprecia» su existencia porque constituyen parte importante de las raíces culturales del país33 y tercero: reconoce la obligación del Estado chileno de proteger esas culturas.
Juan Castillo propone un paralelo entre la cultura sueca-same y la chilena-chilota; sin embargo creo que si bien se pueden establecer paralelos por cuanto en ambos países existen culturas subordinadas que luchan por conservar sus costumbres y por mantener su identidad diferente a la oficial, queda la sensación de que algo no concuerda. Chiloé no es una zona dominada por población indígena, como lo es la X región en la que habitan 400 000 mapuches. Sabemos que sus habitantes originales (a la llegada de los españoles) desaparecieron y se mezclaron con los huilliches que habitaron la isla en fechas más tardías. Sin embargo, así como Saxnäs no es uno de los lugares same más prominentes para esa cultura, tampoco Castro lo es para la cultura huilliche. Ambos lugares son explotados por el turismo, pero ni los same ni los huilliches comparten las ganancias que produce ese turismo.
Pero la pregunta ¿a qué grupo pertenece Juan Castillo? sigue estando pendiente. ¡A ninguno! es la respuesta inmediata, sencillamente porque no vive en la región de Sápni ni habla alguno de los dialectos del same; tampoco vive en Chiloé ni habla huilliche. Castillo vivió en Chile hasta los 30 años y 16 los ha pasado fuera de su país, 13 de ellos en Suecia. Esto indicaría una cercanía a las culturas hegemónicas, sin embargo la situación no es tan sencilla. Primero, ya no vive en Chile, aunque innegablemente tiene referentes culturales y emocionales fuertes de ese país: su familia, su socialización, su formación artística y el inicio de su proyección como artista nacional e internacional; segundo, vive en Suecia pero sus referentes culturales y emocionales con este país no son de la intensidad de los que tiene con Chile, sin embargo empieza a enraizarse34 y es aquí donde concibe y en parte realiza los tres proyectos artísticos más importantes de los últimos seis o siete años: Homenaje al Cuadrado35; Frankenstein, lo extraño como utopía36 y Transfusión37.
Pero en el proceso de identificación no envuelve sólo al individuo sino a la sociedad en la cual está viviendo. No basta el acercamiento del individuo al grupo, es necesario también el reconocimiento del individuo por el grupo. Veamos la interpretación que la sociedad chilena y la sueca hacen de Juan Castillo ‹grupos hegemónicos a los cuales habíamos supuesto inicialmente la pertenencia o identificación de Castillo. Por un lado, Chile lo reconoce como artista destacado38 y le otorga el máximo financiamiento a un proyecto cultural el año 1998 para su proyecto Trasnfusión39. Por otro lado, Suecia tiene una posición ambivalente. En 1997 es invitado a participar a la tercera bienal de video en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile. Castillo propone a los organizadores del evento llevar una selección de video escandinavo para lo cual hace un llamamiento al que llegan más de 300 propuestas. Solicita apoyo económico para el proyecto y una beca de viaje para ir a presentar la selección y su propio trabajo. Recibe una cantidad menor para los gastos de administración, pero se le niega la beca de viaje. Paradojalmente, la institución sueca otorga becas de viajes a 3 de los 15 artistas seleccionados por el mismo Juan Castillo. Aparentemente la contradicción es total. Se ayuda parcialmente a la financiación de gastos administrativos del proyecto que tienen como objetivo promover el video-arte escandinavo en una bienal internacional organizada por un país latinoamericano y además se otorga becas a algunos artistas para que muestren personalmente sus obras; es decir, respalda a sus artistas. En este sentido, da la impresión de reconocer a Castillo como «igual» (es textualizado) ya que la institución asume el hecho de que él tiene la autoridad de decidir qué artistas escandinavos son dignos de representar a esta parte del mundo. Sin embargo, cuando Castillo solicita la beca de viaje para presentar su obra y la de los escandinavos seleccionados se lo descalifica, deja de ser igual y se convierte en extranjero, alguien que no pertenece a la cultura sueca y por lo tanto no puede representarla en un evento internacional (es un no-texto).
La ausencia de Castillo de 16 años (un tercio de su vida) lo aleja de Chile y sus 30 años en Chile lo hacen ajeno a Suecia. En definitiva, no pertenece a las culturas hegemónicas; Castillo simboliza al exiliado moderno, el que ha perdido su patria sin adquirir otra y vive en una doble exterioridad. Esa exterioridad es lo que lo hace identificarse con las culturas subordinadas de los same y de los chilotas. En realidad no hay conección entre esas dos culturas, ambas transcu-rren sin tocarse; por un corto momento quedan unidas por Juan mismo y «esa maravillosa nada que los une: «EL VIAJE». Juan Castillo es el viajero que parte de dos estereotipos turísticos: Saxnäs y Chiloé para interrelacionar cinco grupos culturales, a los cuales pertenece en parte y de los cuales es ajeno en parte.
La trasculturación de la papa
Juan Castillo no se conforma con el viaje y su presencia enlazadora, sino conecta la cultura sueca y la chilena mediante un elemento muy sencillo que ha llegado a ser común en estos dos extremos del mundo: la papa o patata. Bajo el negro esqueleto de la estructura del palafito quemado, forma en hileras papas ensartadas en palos enterrados a unos 30 cm del suelo. Cada papa tiene un timbre cuyo texto reza: «De Chiloé a Grippo».
Sabemos que la papa es una voz quechua y que es originaria de América del Sur y más concretamente de Chile y Perú (y toda la zona del altiplano). Hacia 1534 fue introducida en España y posteriormente difundida a toda Europa. En Suecia se empieza a cultivar en 1724 y al siglo siguiente su cultivo se había extendido por todo el país. Hoy en día la papa es un alimento básico en la dieta sueca40, así como lo es en la de los chilenos. A primera vista, las hileras de papas parecen una plantación, pero rápidamente todo parece contradecir esa primera impresión. Por un lado el contexto es equívoco: ¿una plantación dentro de una casa?! Por otro lado, la papa es un tubérculo que crece dentro de la tierra, no al aire como las pone Castillo; evidentemente ¡tampoco tienen textos! Sin embargo, subsiste en nuestra retina esa primera impresión de plantación. ¿Qué ocurre? La papa es un producto natural de la tierra, de la que actualmente existen 200 variedades (unas 17 se producen en Suecia); sin embargo, desde el momento en que es cultivada pierde su estado natural salvaje y pasa a ser parte de la cultura que la produce (es clasificada dentro de la agricultura o «cultura de la tierra»): primero ha sido culturizada por Chile/Chiloé y luego, en la medida que ha sido difundida en este país, se ha transculturizado en Suecia/Saxnäs. Pero volvamos a la aparente «plantación» de Castillo. El cultivo de cualquier producto agrario implica la racionalización del terrero y del riego, lo cual lleva a establecer una estricta distribución de la semilla, que resulta en el brote y crecimiento ordenados (normalmente en hileras) de las plantas. Castillo ha manipulado esta imagen aprendida de una plantación para involucrarnos en una discusión sobre la transculturación, él habla de transfusión (que es el título de su proyecto artístico). No es casual que haya puesto las papas dentro de la casa pues es allí donde éstas se preparan para servir de alimento a la familia41. El hogar, cuyo primer referente es el lugar donde se prepara la comida es también el lugar donde se conservan las tradiciones y la comida es una de las principales tradiciones de una cultura. Europa, que inicialmente no entendió la importancia de la papa como fuente nutritiva y la usó como adorno, la incorporó rápidamente a su propia tradición.
El timbre rojo con la inscripción «De Chiloé a Grippo» enlaza esta transcultu-ración o transfusión con otro universo significativo: el arte visual, y específi-camente con la serie Analogías (1971-77) del artista argentino Víctor Grippo42. En 1971 Grippo desarrolla su Analogía I que consistía en 40 papas colocadas en igual número de celdillas y ligadas por electrodos de cobre y zinc, cuya energía se medía con un voltímetro. La obra fue presentada en la muestra Arte de Sistemas que CAYC43 organizó en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Grippo, que tenía formación científica (había estudiado química en la Universidad Nacional de La Plata) basa su obra en la observación, desarrollo y comentario de los procesos a través de los cuales se manifiesta la naturaleza.44 En su primera Analogía, Grippo establecía tres tipos de relaciones entre la papa y la conciencia: definición de los objetos, función y función extensiva.45 Grippo pro-ponía que, desechando la cultura y los hábitos europeos, América había de bus-carse a sí misma en su propia cultura y sus propios hábitos, si deseaba existir en plenitud. El trabajo de Grippo con las papas es exhibido en distintos países de Europa y en Estados Unidos; en 1977 forma parte del envío del Grupo CAYC a la XIV Bienal de San Pablo, cuyo tema era: Signos en Ecosistemas Artificiales, con el que ganan el Gran Premio Internacional. En Suecia, se lo invita a presentar sus Analogías en la exposición de apertura del nuevo Museo de Arte Moderno de Estocolmo (febrero de 1998).46 Castillo retoma el discurso cultural de Grippo pero en un sentido difusionista: Chile/Chiloé (y la zona del altiplano) hacia el resto del mundo, hasta alcanzar el otro extremo del globo terráqueo: Suecia/Saxnäs. Las papas al aire, mostradas como trofeos de las culturas pre-americanas, siguen su desarrollo natural que significará el crecimiento de raíces en todas direcciones.
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La «transfusión» de Castillo sigue en una instalación en el Museo de Arte Moderno de Chiloé en la cual crea cuatro estaciones visuales: utopía -sueños - realidad - vida. La instalación estaba en una sala oscurecida a la que se entraba por una apertura de 1,50x1,50m obligando al espectador a inclinar la cabeza; misma imagen que usó en Homenaje al Cuadrado. En las cuatro estaciones usa retratos de sames y chilotes de los que parece emanar un flujo que se junta en un recipiente de líquido negro. Sobre el suelo ha escrito con tiza un capítulo completo de la novela Los Insobornables de Adolfo Pardo. La elección del texto se basa también en el principio de la transfusión: la novela de Pardo trata de un viaje en barco al norte de Chile, de donde es oriundo Castillo y el viaje es lo que según su propuesta une lugares tan lejanos como Saxnäs y Castro.
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En conclusión
A lo largo de este estudio me ha surgido la interrogante de si la elección de los chilotes como cultura contrapuesta a la same corresponde o no, ya que los chilotes, más que una cultura separada de la chilena, es una expresión regional, mientras que los same no son ninguna regionalización sino una cultura diferente a la sueca. Sin embargo, esta observación no invalida su reflexión ya que logra plantear una serie de interrogantes en torno al encuentro entre dos culturas, proponiéndose él mismo como nexo entre ellas.
La obra de Juan Castillo se basa en los conceptos de patria y transfusión. Castillo polemiza el concepto patria desde la perspectiva de culturas subordinadas, con las cuales él se siente cercano. En Suecia pertenece a un grupo que está orgánicamente dentro de la cultura dominante (tiene un número personal) pero no participa de las manifestaciones oficiales de ella (no es respaldado para representar esa cultura) y tampoco recibe becas de trabajo, como otros artistas en este país. Une cuatro culturas mediante un elemento de origen chileno (y andino) para mostrar la transfusión cultural, es decir el traspaso de elementos de una cultura a otra; lo que yo he llamado transculturación. Reflexiona sobre la importancia cultural de ese elemento en un plano cotidiano (la comida) y en un plano artístico (Grippo) para finalmente dejar que ese elemento ilustre su propia transculturación con el natural crecimiento de las raíces al aire libre.
Notas
1 Actualmente hay en Suecia unos 50 000 inmigrantes de origen latinoamericanos, de ellos 30 000 son chilenos; casi todos llegados a partir de 1973.
2 Es decir, mientras los suecos de partida ven a los latinoamericanos como diferentes y pertenecientes a otra cultura, éstos se ven a sí mismos como pertenecientes a la gran cultura occidental y para muchos, especialmente para los que tenían antepasados cercanos de origen Europeo, venir a Suecia era casi como volver a las raíces.
3 Los vikingos pusieron Escandinavia en conexión con Europa en el siglo VI.
4 Same es el nombre que los sames se dan a sí mismos: el pueblo del sol y del viento. El término lapón o lapp en sueco se empezó a usar durante la Edad Media, pero actualmente es más común usar el término same. En este texto usaré el termino same.
5 Juan Castillo nació en 1952 en la oficina salitrera Pedro de Valdivia, a 180 Km de Antofagasta, un lugar actualmente semi-abandonado, pese a que se sigue explotando el salitre.
6 Kåta es el nombre same que designa una vivienda construida en base a una estructura de palos en forma de cono y cubierta con cueros.
7 Tacitus escribe sobre un pueblo que no poseía nada y que era completamente salvaje y al cual llamó fenni. Los fenni no tenían caballos ni casas; hombres y mujeres cazaban juntos y se vestían de pieles. No cultivaban la tierra sino recogían lo que podían comer y dormían en el suelo; su única protección contra el mal tiempo y los lobos eran simples casitas construidas con ramas.
8 España toma posesión de la isla en 1567 y hacia finales de ese siglo había unos 200 españoles que se habían «repartido» a la población aborigen en encomiendas.
9 Los huilliches o «gentes del sur» habitaron entre el río Toltén y el golfo de Corcovado, incluida la isla de Chiloé.
10 Ladrillero habla de nómades canoeros que poseían embarcaciones de tres tablas; sus vestidos eran de lana o de fibras de corteza; eran pescadores y recolectores de mariscos; cultivaban la papa y tenían algunos animales, como «perros lanudos» de cuyo pelo confeccionaban vestidos. Vivían en la misma canoa, aunque ocasionalmente construían ranchos. El nombre chonos se usa siguiendo la denominación de J. Cooper (1917) para designar a los indígenas (probablemente varios grupos diferentes) que habitaron el territorio comprendido entre las islas Guaitecas y la Península de Taitao, Golfo de Penas e Islas Guaynecos.
11 Los same no tenían caballos, nos cuenta Tacitus, sin preocuparse de explicar si la cultura same necesitaba de esos caballos, por ejemplo; pero su observación nos dice la importancia que éstos tenían para su propia cultura.
12 Durante el período de Vasa se conforma el estado nacional sueco, rompe con la Unión Escandinava de Calmar y el país se convierte al protestantismo. Así como los nacientes estados europeos incluían varios grupos culturales y distintos idiomas, la corona sueca extiende sus dominios a lugares poblados no sólo por suecos sino por sames, finlandeses y estonianos (entre otros).
Behre, G., Larsson, L-O, Öterberg, E. (1985): Sveriges Historia 1521-1809. Almqvist&Wiksell. Stockholm.
13 La habilidad de los same con los esquís la describió el historiador Paulus Diaconus (722-790). Diaconus llamó a los same «Skridfinnar» (scritofinni) y trató de describir el arte de aquella gente vestida de pieles hasta las rodillas de desplazarse por la nieve y alcanzar la velocidad de los animales salvajes con la ayuda de un instrumento de madera arqueado en un extremo.
14 Göran Sonesson distingue varias categorías de estereotipos que la cultura crea de sí misma o que otras culturas crean de ella. Uno de ellos es el estereotipo turístico creado con fines de lucro por miembros de una cultura para satisfacer personas de otras culturas, los turistas
«Beyond the treshold of the peoples´s home». Combi-nación, Imagen Sueca, catálogo, Umeå, 1993
15 Véase las respectivas páginas en Internet:
Saxnäs: http://w1.940.telia.com/~u94002039/index/html
Chiloé: http://www.ubiobio.cl/~gpoo/x/Chiloe/Castro/castro.html
16 Greimas, A. J. & Courtés, J. (1982): Semiótica, diccionario razonado de la teoría del lenguaje. Gredos, Madrid 1990.
17 Lotman J.M. & Uspenskji, B. A. (1984): The Semiotics of Russian Culture. Ann Arbor, The University of Michigan: x
18 Sobre el concepto de texto véase Lotman I Uspenskji (Ob cit.; The Structure of the artistic text (1977), University of Michigan; entre otros) y Sonesson, Göran (1998): «The concept of text in cultural semitics». En Torop, Peeter, Lotman Michail & Kull, Kalevi: Sign Systems Studies, Tartu University Press, Tartu.
19 La imagen, como un tipo especial de signo ha sido largamente discutida y analizada por Sonesson. Peirce incluía la imagen entre los signos icónicos, es decir los signos cuyo significante y significado estaban unidos por una relación de parecido.
Véase Sonesson, Göran (1992): Bildbetydelser. Studentlitteratur, Lund (entre otrostextos del mismo autor).
20 Ambas enciclopedias fueron adquiridas por Castillo en librerías de libros usados en las capitales de ambos países. Es necesario aclarar que la traducción correcta de la Enciclopedia que Castillo usa en su intervensión es «Diccionario Sueco», Svensk Upplagsbok. L edición que él usa es la editada por Förlagshuset Norden AB, Andra omarbetade och utvidgade upplagan, Malmö, 1952. Existe una edición nueva con el nombre de Encilcopedia Nacional/ National Encyclopedin.
21 Lotman J.M. & Uspenskji, B. A. (1984)
22 Todorov, Tzvetan (1982): La Conquista de América, la cuestión del otro. Siglo XXI Editores, 1987 (Primero en francés)
23 Ibid: 50
24 Ibid: 257
25 Ibid: 13
26 Lotman y Uspensji hablan de culturas con orientación emisora y culturas con orientación receptora; sin embargo no se puede hablar en términos absolutos porque una cultura puede ser emisora en ciertos aspecos y receptora en otros. Sí se puede hablar de culturas hegemónicas, es decir más poderosas respecto de otras en términos económicos y políticos.
27 Todorov, Tzvetan (ob cit)
28 Todorov alude a la relación de los españoles que llegan a América y su interpretación de los indios que allí habitaban.
29 La evangelización fue un arma fundamental para la justificación del bárbaro sometimiento de los aborígenes en América. En Suecia la colonización de Lappland fue de la mano con la construcción de gran cantidad de iglesias en esa región.
30 Los same nunca llegaron a crear un Estado. Durante la época de los vikingos pagaban impuestos a los señores del nor-oeste. Su declaración expresa su deseo de mantener su cultura y aumentar su derecho a determinar sobre sí mismos.
31 Ley-19253 con actualización en 1998.
32 Desde el río Itata al norte hasta Chiloé al sur (también había y sigue habiendo mapuches en el lado argentino).
33 ¿Tal vez un modo soslayado de admitir que la población chilena tiene mucho de indígena en sus venas? Los hechos son evidentes: cuando se inicia la conquista en Chile, Pedro de Valdivia llega con 154 hombres y una mujer (Inés de Suarez, la mujer o conviviente de Valdivia). Ciertamente, la mezcla entre españoles y aborígenes no se puede discutir. Con posterioridad a esos 154 primeros van llegando más españoles pero la mayoría siguen siendo hombres y pese a los esfuerzos por «blanquear» la raza los números hablan por sí solos.
34 Tiene un hijo con una sueca, trabaja en su taller de Solna y se siente bien en ese lugar.
35 Galería Municipal de Södertälje, 1996.
36 Instalación en fábrica abandonada en París y proyección en las aguas del Sena desde el Pont des Arts (febrero, 1996); Proyección en la carretera Malmö-Lund (agosto, 1996), proyeccion en Estocolmo y la fachada de su taller (mayo, 1997), Instalación y proyección en la exposición internacional Las Nueve Cabezas del Dragón en Seul (julio, 1997), Instalación en la Galería Municipal de Arte de Tumba (noviembre, 1997); Instalación en la III Bienal Internacional de video en Santiago de Chile (agosto, 1998) y término del proyecto en la Galería Gabriela Mistral de Santiago (1998).
37 Intervención en Saxnäs y Castro, instalación en el Museo de Arte Moderno de Chiloé (proyecto del cual trata este artículo), 1998-1999. En programa instalaciones en Oviedo, España (octubre 1999) y Sala Viña del Mar, Chile (agosto 1999).
38 El reconocimiento no es antojadizo, Castillo fue una figura importante en el arte chileno de principio de los años 70 y a partir de los 90 se reincorpora al quehacer artístico del país.
39 Beca de FONDART (Fondo para el Desarrollo de las Artes y
la Cultura de la división de Cultura del Ministerio de Educación
de Chile).
40 Una de las fiestas más importantes de este país es la celebración del Midsommar (solsticio del verano) en la cual la papa recién cosechada, junto con el arenque fermentado y las frutillas con crema son los protagonistas de la fiesta (sin considerar los litros de aguardiente de papa que acompañan los festejos).
41 La papa tiene también variados usos populares: almidón para ropa, materia prima para la fabricación de aguardiente, cura verrugas, neutraliza el dolor de cabeza, etc.
42 Victor Grippo (1936) formaba parte del Grupo CAYC formado en Buenos Aires en noviembre de 1971. El objetivo del grupo era hacer un arte «autónomo activo, de investigación, de descubrimientos, dirigido únicamente a los valores humanos de la vida y la libertad».
Glusberg, Jorge: Arte en la Argentina, Ediciones de Arte Gaglianone, Buenos Aires, 1985: 132.
43 CAYC , Centro de Arte y Comunicación, es fundado en Buenos Aires en 1969 y tiene gran repercusión en el arte argentino y del resto de América Latina, especialmente en la década de los años 70.
44 «En el momento actual, el artista tiene la posibilidad de jugar un rol más importante que su propia obra, al situarse entre la fuerza social que lo nutre y la fuerza social que puede derivar de la imaginación creadora. /.../ El artista debiera tomar, como punto de partida, una intención estética y de progreso verdadero, transformándose en integrador de múltiples experiencias (en oposición a la continua fragmentación a que nos somete nuestra sociedad), para contribuir a la concepción de un hombre más completo./.../ Mi propuesta, en este sentido, es la de acortar la contradicción entre arte y ciencia, a través de una estética surgida de una relación química completa entre lo lógico-objetivo y lo subjetivo-analógico, entre lo analítico y lo sintético, valorando al mismo tiempo a la imaginación (no la fantasía) como instrumento de conocimiento creador no menos riguroso que el provisto por la ciencia.». (Glusberg, Jorge: Ob. Cit: 169).
45 (Véase Glusber, Jorge, Ob. Cit). Yo las denominaría definiciones de dos tipos: definición taxonómica y definición funcional (uso y objetivo).
46 Curiosamente, es invitado porque su obra es exhibida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York; es decir tiene el reconocimiento de la cultura hegemónica.
Ximena Narea es Licenciada en Teoría e Historia del Arte Universidad de Chile) y PHD (c) en la Universidad de Lund. | |
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