Durante tres días (5-7 de agosto) tuvo lugar la cuarta edición del festival Exit99 en las afueras del pueblito de Kivik en las costas bálticas del sur de Suecia; en el mismo lugar donde se realiza anualmente el tradicional mercado de Kivik. Los organizadores del evento lo describen como «un proyecto artístico escenográfico compuesto inspirado en el temaTransithall/Runways»1 La palabra AFASIA significa pérdida del lenguaje por perturbación cerebral, este nuevo proyecto reflexiona sobre el imparable avance del lenguage visual respecto al lenguaje verbal o textual, a la vez que intenta ser un ejemplo de sus consecuencias.2>2 El último proyecto de Marcel-li Antúnez Roca, al igual que su anterior representación EPIZO, es un intento de «combinar tanto elementos humanos como tecnológicos en un espacio y tiempo real».3 El contacto entre técnica y cuerpo surge con la ayuda de un esqueleto metálico externo que cons-tituye en gran medida la única ves-timenta de Antúnez Roca; por lo demás sólo hay cuatro máquinas ubicadas en el vacío escenario.Con ayuda de sensores acoplados al traje/construcción metálica Antúnez Roca dirige los robots, que forman un grupo de músicos mecánicos. En el fondo de la escena hay una tela enorme en la que se proyectan imágenes de video y computación. Es en esta pantalla donde ocurre el verdadero acto, el relato de la expedición de Ulises aconpañado de Antunez Roca y su orquesta de robots. Durante una hora el público acompaña a Ulises en su viaje, empezando por la guerra de Troya, pasando por la aventura con el cíclope y otros seres que pueblan el relato de Homero, hasta el pacto con los pretendientes que se han reunido en torno a la mesa de la fiel Penélope. Sentado en una vieja cama de fierro de enfermo Ulises es transportado a través de todo el mar Atico.
Con ayuda de nueva tecnología Antúnez Roca trata de inyectar nueva vida a la antigua epopeya. Antúnez Roca es un artista de escenario experimentado; en 1979 fue uno de los que formó el legendario grupo de teatro/performance La Fura dels Baus, un grupo que se hizo conocido por sus expresiones extremas y violentas. En la última presentación del grupo en Copenhague el verano pasado en el Copenhague Internationel Theater se previno a los niños y a las mujeres embarazadas. El estilo de actuación de La Fura ha tomado prestado muchos rasgos y actitudes del arte acción. La base de sus expresiones es aclarada en el sitio webb de Fura por Mercè Saumell, del Intitut del Teatre (Barcelona) y la Universitat de Girona:
Por esto la sensibilidad actual pide una compleja interacción de fuerzas, una constelación de acontecimientos, un dinamismo de estructuras. Hoy, lo indeterminado, lo probable o lo polivalente también ha invadido la escena, alejándola de las reglas-unidades y de los finales conclusivos propios de la dramaturgia aristotélica. Se pide una imagen espectacular que la sensibilidad teatral todavía no ha hecho del todo suya, ya que la inercia histórica y el peso de las convenciones dramáticas comportan un retraso respecto a las adquisiciones tecnológicas, y también en lo referente a las especulaciones teóricas aportadas por la física o la filosofía. En la práctica, esto implica una actualización del gesamtkunstverk. Más adelante en su exposición, Samuell se refiere a precursores como Wagner, Appia, Craig, Schlemmer y Artaud. En lugar de dar la espalda a la contemporaneidad y su desarrollo, La Fura intenta crear un idioma que se adapte a ella y desarrolle sus posibilidades. Central en AFASIA es la idea de usar el cuerpo como parte límite. Mediante sus movimientos corporales, Antúnez Roca puede guiar, no sólo la música sino también la dirección de las animaciones en video detrás de él. Cuando estira el brazo, en una posición que recuerda la que usa Superman cuando vuela, se mueve en esa dirección (o mejor dicho, la imagen en la pantalla se mueve hacia una dirección contraria de modo que produce la ilusión de que él se mueve hacia adelante). Todo recuerda un juego de computadora y el tipo de movimientos en Antúnez Roca son un poco estilizados, por no decir estereotipados. Los movimientos recuerdan los que producen muñecos de acción, del tipo de Action Man o Masters of the Universe. En lo puramente formal, los trajes de AFASIA recuerdan el intento del artista australiano Stelares de ampliar las potencialidades del cuerpo humano. «The body is obsolete» es su slogan y ha experimentado, por ejemplo, con construcciones en las cuales su cuerpo puede ser dirigido via una corriente de energía en internet y en donde ha construido una mano mecánica extra. La diferencia entre Antúnez Roca y Stelarc es que este último no está interesado en contar una historia. Stelarc realiza visiones con ayuda de su propio cuerpo, un tipo de escultura orgánica viviente. Anteriormente se ha visto cómo Lurie Andersen convierte su cuerpo en un instrumento, pero allí la construcción de Andersen genera una coreografía, que es lo opuesto en la obra de Antúnez Roca. En AFASIA se reduce el significado de los actores más y más durante el curso de la representación, lo cual tiene que ver en parte con el hecho de que a él no se lo ilumina suficientemente, lo cual depende de que los reflectores amenazan con tirar luz a la tela. El problema es también que la dimensión de la pantalla es demasiado grande en relación a Antúnez Roca. En lo puramente perceptivo, también los filmes de video acaparan la atención, esto está hecho en un estilo sensual que muestran una estética que recuerda las representaciones de La Fura. Las expresiones pegajosas, cenagosas y mazamorrientas se adecuan bien a la historia de los viajes de Ulises. Así, nosotros, asiendo la estaca de ígnea punta, la hacíamos girar en el ojo del Cíclope y la sangre brotaba alrededor del caliente palo/.../la pupila estaba ardiendo y sus raíces crepidaban por la acción del fuego/.../ Dio el Cíclope un fuerte y horrendo gemido, retumbó la roca, y nosotros, amedrentados, huimos prestamente, mas él se arrancó la estaca, toda manchada de sangre.5 En una expresión que está compuesta de varios medios que funcionan paralelamente es importante dar a los diferentes elementos fuerza de igual intensidad ya que de otro modo fácilmente domina uno sobre otro. Durante largos momentos, los actores que están en el escenario quedan en el olvido porque lo que ocurre en la pantalla blanca es de mucha intensidad. Uno se podría preguntar también si hay alguna justificación para una vez más relatar la vieja historia de Ulises, si no se trata de legitimar el proyecto con un viejo clásico. Tal vez es una expresión con poca fantasía. En una sinopsis de la presentación Antúnez Roca aclara que «algunos de sus pasajes son materia de la obra y sirven al espectador como lugar de encuentro y comprensión».6 Usando un bien conocido relato se puede muy bien ver las posibilidades y problemas con las expresions que se usan en la presentación. Antúnez Roca trabaja la técnica del relato con una polaridad entre lo viejo y lo nuevo, detalles anacrónicos como que el cíclope tenga un monitor diseñado futurísticamente de cabeza, que el acuerdo entre los pretendientes en Itaca termine con Ulises aserruchando la mesa con una sierra eléctrica y que él llege a casa con el corcel blanco atado al techo del auto refuerza esto. Pese a toda la técnica, funcionan mejor las secuencias de video grabadas análogamente, y salvan de que todo se transforme en una demostración de pura técnica. También podemos constatar que el «cyborg», la unión entre la máquina y el hombre, no ha sido todavía realizada de manera satisfactoria y la visión de William Gibson de conecciones con microchips directamente en el cerebro se siente como una lejana utopía. Performanceartist, Historiador del arte (Traducción del sueco: Ximena Narea)
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