Periferia en movimiento...

*Miguel Gabard




María Causa:
Ausencia - La despedida





Britt-Marie Larsson:
Instalación




Barthelemy Theguo:
North-South. Intervención - Performance








Luis Sosa:
Corazón azul





Daniele Vezzoli:
The sharp key
of love lives in the
strong box of our minds
Retrocediendo en la historia de la humanidad y su cultura y reflexionando sobre su existencia en la tierra, vemos que su desarrollo ha sido marcado por lo que ha dado en llamarse los principios básicos del bien y el mal.

Con estas palabras se abre una modesta presentación del concepto regente en esta quinta edición en el nuevo milenio de Eventa en Uppsala, desde el 10 de junio hasta el 10 de setiembre.

Precipitarse a recuperar la utopía del paraíso, parecería una locura si no estuviese hecho desde un espacio como el de Eventa 5. Una bienal que, con grandes esfuerzos durante estos últimos años, ha logrado romper una serie de barreras para paulatinamente colocarse en el ámbito del arte contemporáneo internacional y presentarse como una alternativa de acercamiento a la historia de la humanidad para conocerla, transmitirla y arraigarla en la mirada de los miles de observadores que la visitan. Una forma más de escribir la historia del arte, inserta directamente en los quehaceres sociales de nuestras vidas, se hace presente aquí, en una ciudad que puede ser considerada como parte de la periferia artística del norte europeo. Quizá estemos presenciando la paulatina desaparición de este rótulo, lo que va siendo confirmado por la calidad de los artistas participantes, no así aún, lamentablemente y a pesar de los esfuerzos de todos sus participantes, por las instituciones culturales y artísticas de mayor importancia. Todo parece concertar, de todas maneras, en el hecho de que la transformación de la aldea Ekeby Qvarn en lo que se ha dado en llamar Ekeby Qvarn Art Space por la mano de su director general Luciano Escanilla y su equipo de colaboradores, va poco a poco colocándose cerca del centro de atención del mundo del arte.


Diversidad hacia el centro

En un centro donde se reunen diversas culturas, las expresiones del arte deben ser igual de diversas. Esto es lo que sucede con Eventa cuando hacemos una recorrida por sus instalaciones. Quiero por eso destacar algunas de las contribuciones para dar una idea de esa diversidad.

Podemos comenzar, creo yo, con quien más me impresionó desde el punto de vista de su contenido en relación al tema de la diversidad cultural y la tolerancia durante el encuentro de las mismas. Su nombre es Barthélemy Toguo y viene desde Camerún. Su trabajo, North-South, incluye una obra fija realizada sobre la pared lateral de una de las pequeñas casas del espacio artístico Ekeby Qvarn, la cual es recubierta con cartones obtenidos de cajones de bananas Chiquita, cuya intersección fue hecha a la manera una pared de ladrillos. La marca nombrada está a la vista en la totalidad de los cartones adheridos a la pared. Una obra de corte político social que quiere expresar en parte el repudio a la xenofobia y en parte la presencia de las sociedades carenciadas y de quienes las explotan. Esta imagen es complementada por el mismo Barthelemy en una acción de arte realizada en el centro de Uppsala en la cual él empieza cortando un grueso tronco de madera con una sierra a motor, vestido con la indumentaria de un leñador, casco y protectores correspondientes. Una vez realizada la tarea de corte, toma una de las partes del tronco y comienza su traslado por la ciudad, en parte sobre sus hombros y en parte invirtiendo su posición y dejándolo caer cada vez por su extremo contrario. Al mismo tiempo que todo esto sucede, Barthelemy escucha música autóctona de su país en un radio pasacassettes que lleva consigo.

Otro de los nombres interesantes en Ekeby Qvarn es el de la argentina María Causa con la obra Ausencia - La Despedida (Absence - Farwell). Un espacio al aire libre es delimitado por una serie de muebles de dormitorio: una cama con sus correspondientes mesas veladoras, un secretaire, una mesa y una silla, una estantería y un ropero, todos pintados de blanco. Ninguna figura humana se encuentra en ese espacio, excepto quienes lo visitan. La ausencia de tales figuras en esta imagen le da el nombre a la obra y refleja justamente la falta de quienes por diversas causas han debido abandonar sus hogares y patrias, dejando el vacío aquí representado. La ausencia se ve aquí como el factor fundamental en la vida de aquellos que se encuentran lejos de lo suyo, lo cual es importante tomar en cuenta en la discusión sobre la multiculturalidad de nuestra sociedad actual.

Pasamos a lo interesante de una artista, que por su procedencia sueca, se presenta como la que indaga, incita y casi diría que obliga a los visitantes a reflexionar sobre el tema de las culturas y sus encuentros en esta nueva sociedad. Me refiero a Britt-Marie Larsson quien realizara su Instalación 2000 que mucho se acerca al trabajo de la construcción. Se trata del levantamiento de una glorieta, en forma pentagonal y con terminación en techo con vértice, dentro de la cual un sillón de dos plazas esperaba por los visitantes que quisieran tomar un descanso para reflexionar, hecha en madera y vidrio sobre una base de arena gruesa. La posición relativamente estratégica de la obra, permitía pensar en un recorrido general por la muestra, para luego detenerse y entregarse así a ese merecido sosiego y a ese necesario pensar sobre lo visto. El haber tenido el privilegio de observar a la artista durante la instalación de su obra, da la idea también del esfuerzo y el empeño que se hacen necesarios para lograr el objetivo que se desea, ya que se desarrolla también allí una implícita reflexión profunda sobre el tema.

Daniele Vezzoli de Italia nos presenta su obra The Sharp Key of Love Lives in the Strong Box of Our Minds (La Aguda Llave del Amor Vive en la Fuerte Caja de Nuestra Mente). Quizá su nombre nos habla también de su contenido en una unión texto-imagen muchas veces utilizada en el arte contemporáneo. Un cofre abierto despide una maraña de hilos de alambre los cuales convergen en un centro terminado por un candado cerrado. El texto está impreso sobre el cofre. Una imagen que pretende la búsqueda de esa llave que abrirá nuestra mente nuevamente a la reflexión que antes nombráramos y que nos ayudará a encontrar respuestas a las preguntas de actualidad, tanto en la muestra como en la sociedad.

Danilo Danziger de la Argentina nos presenta su obra Bell (Campana). La construcción de una campana de tipo eclesiástico en arcilla del lugar nos habla de la importancia de lo autóctono, representado por el material utilizado y al mismo tiempo entendemos aquí la existencia de una especie de sonido del silencio. Una campana de arcilla que no suena, no se escucha; puede solamente ser contemplada. Eso nos lleva a pensar que quienes en la multiculturalidad portan su porción de lo autóctono consigo, quizá tienen dificultades de ser escuchados dentro de los ámbitos del nuevo hábitat. Una unión de lo espiritual y lo material en la obra parece requerir lo equivalente de quienes la observan.

Video Contemplativo de Marc Latamie de Martinica nos presenta la contemplación de lo natural, por un lado como evasión a los problemas que nos afrontan y por otro como un factor importante para la comprensión de diversas situaciones problemáticas para su posterior solución. Durante la proyección del video se observa un pájaro que se posa sobre una manzana colgada de un hilo con el objeto de alimentarse de esa fruta pendulante. Yo agregaría que ésta es una forma también de mostrar el carácter de sobrevivencia que hace a la naturaleza del ser humano donde quiera que esté.

Al final de este recorrido muy personal, encuentro una obra que problematiza con el concepto sangre. Cuando pienso en la sangre, pienso en la vida, en la calidez de su color y por eso me resulta contradictorio el observar la obra del español Luis Sosa llamada Blue Heart (Corazón Azul). Ésta consta justamente de una pieza en forma de corazón con sus arterias correspondientes que cuelga de una de ellas con la ayuda de un hilo, todo coloreado en azul turquesa. Como complemento y frente a la pieza anterior, el artista construyó un objeto en forma de fuente, el cual vierte un líquido virtual que cae de una taza como suspendida sobre un vástago central. Este vertedero virtual está también como contagiado por ese pigmento azulado que es propiedad del corazón pendiente. Encuentro aquí valores que apuntan quizá a la falta de vida, a la frialdad y también a la sangre real, aquella que históricamente muchas veces ha sido verdugo de sus inferiores, los de sangre roja. La contradicción a la que yo hago referencia y que representa mi primera reacción frente a la obra, es una de las fundamentales que viven los desterrados, quienes necesitan sobrevivir en condiciones adversas y muchas veces faltos de la vitalidad original de la cual fueron dueños en sus tierras natales.

Esta selección personal, pretende dar una idea de ese movimiento artístico hacia el centro de atención del mundo del arte que se da en Uppsala, Suecia. Mediante una de las temáticas más importantes que existen hoy y que son patrimonio, no sólo de Suecia, sino de muchos países europeos, existen seguramente grupos humanos que enfrentan el desafío que Eventa 5 se ha planteado en esta primera edición del nuevo milenio.

*Miguel Gabard es escritor y trabajador cultural

Fotografías: Miguel Gabard






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