Lejos de dónde?

 

Ximena Narea*

Hace nueve años apareció un horno de pan justo enfrente de la Galería Comunal de Lund. La forma de ese horno, que se sigue usando en muchos lugares del mundo, resultó ajena en una ciudad universitaria cuya población mayoritaria está compuesta de jóvenes acostumbrados al uso del horno de microondas. Ese primer horno fue la "antípoda" conceptual del proyecto, que pretende "marcar" lugares en el globo terráqueo con un sistema antipódico. Lund fue la primera marca.Le siguió Gaiman (1995), en la patagonia argentina, Komchén, en Yucatán, México (1995), Dzamin Uüd en Mongolia (1999), y actualmente Inkachaka, en plenos Andes bolivianos (2002). Lugares no sólo lejanos unos de otros, sino con paisajes diversos y habitantes que hablan distintos idiomas y que tienen distintas culturas. Lund fue la primera marca.


Aquel horno de ladrillo blanqueado a la cal construido a pocos metros de la entrada de la Galería Comunal de Arte de Lund era la materialización de una maqueta de tamaño natural de plumavit presentada por el artista Juan Carlos Peirone en Fotogalleri de esta ciudad (véase Heterogénesis 4-5, septiembre de 1993). Un par de semanas después de la aparición del horno, un grupo realizó una ceremonia "ocupando" el horno; amasaron el pan a vista del público que se acercaba a ver el desarrollo del acto y luego repartieron el pan recién horneado. No es difícil pensar en la posibilidad de una tradición seguida por los estudiantes universitarios y los demás habitantes de la ciudad de encontrarse en torno al horno para hornear pan y charlar de temas cotidianos o de cualquier tipo mientras se disfruta del pan caliente. No ocurrió así. Desafortunadamente, el gesto artístico muchas veces no coincide con la praxis burocrática de la ciudad. Las autoridades decidieron sacar el horno. En 1996, Peirone reconstruyó el horno en un jardín particular de Lund.

 

 

 

Imágenes:

Lund, Suecia (1993)
Gaimán, Argentina (1995)
Yucatán, México (1995)
Dzamin Uüd, Mongolia (1999)

(Fotos: Jonás Peirone)

Inkachasa, Bolivia (2000)
(Foto Vassil Anastassi)

El desinterés de la comuna de Lund por conservar la escultura se contrapone con el entusiasmo con que el proyecto fue recibido en el parque de esculturas El Desafío en Gaimán, un pueblo de la patagonia. Una tercera escultura fue construida en Komchén, México, en la finca de un proyecto ecológico que lucha por la restauración de la ecología Yucateca expoliada a principios de siglo por la industria del hilo sisal mediante el cultivo masivo del enekén en detrimento de las otra especies. El horno de Mongolia tuvo que superar las barreras culturales y fácticas de lenguaje: "Logramos (tanto yo como mis acompañantes) un contacto maravilloso tanto con el matrimonio dueño del ger (vivienda), en donde construimos el horno, como con los vecinos. Era un suburbio de "gers" (vivienda desmontable típica de los nómades mongoles) del poblado fronterizo (con China) Dzamin Uüd . Esta marca cerraba mi primer par de antípodas (Gaiman - Dzamin Uüd) y a los mongoles (pueblo realmente lejano) les impresionaba mucho la idea que justo "debajo" estuviera la patagonia argentina." cuenta Jonás Peirone.

El horno está planteado básicamente como una escultura abierta a la interpretación de los espectadores. Su condición primaria de obra de arte lo indica el lugar de origen del proyecto: las puertas de una galería de arte. Sin embargo, su forma particular, reconocible como objeto con una función determinada le da una dimensión más a la obra. La "ocupación" del horno de Lund hacía una interpretación directa de la forma con su función como objeto: se horneó pan; pero como un acto ritual, es decir se honraba a un objeto que tanta importancia ha tenido en casi todas las culturas de la humanidad reproduciendo de una manera especial el acto de amasar, hornear y comer el pan.. En Gaimán, el horno es parte de las obras exhibidas en el parque de esculturas; un cordón advierte al espectador de la distancia entre él y la obra, puesta allí para su contemplación. En Mongolia, el uso práctico del horno asume un papel protagónico: la señora Unro -propietaria del horno- pidió permiso al artista para hacer pan y venderlo ya que su marido estaba desocupado y la venta de pan podría significar un ingreso extra a la economía familiar. Jonás aceptó gustoso, logrando de este modo que su obra ayude a elevar los ingresos de una familia pobre, en completa contraposición a la especulación de obras que rige en el mundo del arte, de las cuales los más beneficiados son los que tienen dinero de sobra.

Construir hornos en lugares distantes unos de otros planea la pregunta ¿lejos de dónde? nombre del proyecto de Peirone: "Mi centro es el lugar y la gente en el que me encuentro. Son exploraciones y descubrimientos personales y fundamental-mente aventura, pues no concibo el arte sin ella. Es también un gran dibujo global: Las marcas establecidas son puntos y sus relaciones líneas de una red convexa que son la expresion espacial de la obra" explica Peirone. ¿Lejos de dónde? apunta a la discusión sobre el centro-periferia, el yo y el otro, que sigue siendo actual en el debate sobre la globaliazación. El "centro" ha sido por tradición el Yo hegemónico, el lugar donde se encuentra el que domina un área cultural en un determinado período histórico. La llamada globalización, que es el YO-globalizado de la cultura occidental hegemónica (con epicentro en EEUU y en un lugar rezagado de Europa) tiene su contrapunto en los Yos-locales, que quieren ser centro de su propia historia. En su obra, Peirone hace protagonistas de un proyecto globalizado a lugares olvidados en los mapamundis, y a la gente que da existencia a esos lugares mediante un objeto cotidiano: un horno.

La etapa actual se desarrolla en Inkachaca, La Cumbre, en el camino entre La Paz y Los Yungas (del altiplano al trópico),es la "marca" más alta (a 4400 mt sobre el nivel del mar). En esta acción "me ayudan inmensamente René Borda, Rebeca Borda y su marido Vassil Anastasov que funcionan como productores además de maravillosos amigos" puntualiza el artista. La altura y el esfuerzo físico deja su propia "marca" en el cuerpo de Jonás. Temporales de nieve y lluvia retrasan un poco el desarrollo de la obra pero llega a su fin con la ceremonia de inauguración el 26 de enero con una tradicional Ch'alla y la presencia de autoridades de la Prefectura de La Paz, que apoyó el proyecto y los interesados que se animen a llegar al lugar.

Es difícil predecir el futuro de ese hornito construido en la vera de un camino solitario en plena cordillera. Tradi-cionalmente, el horno es parte fundamental del amueblado del hogar; allí, en medio de las montañas, rompe el paisaje; pero tal vez por lo mismo se convierta en un alto en el camino y objeto del ritual de viaje del que deja la seguridad de la casa para aventurarse por parajes desconocidos.

* Ximena Narea es historiadora y crítica de arte

heterogenesis@telia.com

FOTO: Vassil Anastassi
René Borda

 

(*) La ch'alla: es una ceromonia de agradecimiento a las deidades benéficas de la cosmogonîa aymara. Las deidades pueden ser desde la Pachamama (madre tierra) al "tio" de las minas o los "apus" y "mallcus". Nada de importancia se comienza en Bolivia sin una ch'alla de inauguración, desde un edificio oficial hasta la compra de un nuevo camión. En el caso del horno de Peirone -por estar ubicado en las montañas- el agradecimiento a los "apus" (grandes montañas) será determinante.

 

 

FOTOS:
Iz. arriba: Vassil Anasstasi
Izq. abajo: Jonás Peirone
Der: Vassil Anastassi
XXX curandero de XXX prepara "la mesa" para la ch'alla

Heterogénesis
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