Aesthetik
des Hässlichen
Karl
Rosenkrantz 1805-1879 es uno de los continuadores más importantes
de Hegel; se destaca por haber escrito la biografía de Hegel,
pero lo que aquí es más interesante es su obra Aestethik
des Hässlichen, que apareció en 1853. Su intención
es la de hacer una completa clasificación de las categorías
estéticas, entre las que él incluye áreas que han
sido dejadas de lado por la filosofía de orientación positivista,
o sea lo negativo, lo feo o lo terrible. Él le da a esto un gran
significado, y por ello se mueve inevitablemente en un área de
investigación heterogénea.
Cuando
Rozenkrants llega al fondo de la estética se mueve a partir de
una clasificación sistemática de su amplio material, el
que distribuye en tres grupos: I. lo bello en sí, II. lo feo
y III. lo cómico. La categoría que se puede llamar heterogénea
es,naturalmente, la número II, lo feo, un apartado que comprende:
1. lo vulgar, 2. lo despreciable y 3. la caricatura. Aquí es
el número 2 el que está en el centro de la atención,
con sus subdivisiones entre a. lo burdo, b. lo muerto y c. lo horrible.
En
su sistematizacón el autor investiga escrupulosamente cada categoría,
en la que grandes partes han perdido su actualidad y pueden ser desdeñadas
como típicas de su tiempo, mientras que otras cosas son de hecho
rele-vantes y logran esparcir luz sobre la situación actual.
La
visibilización de la muerte es un área que provoca fuertes
reacciones. Rosenkrantz caracteriza a la muerte como el contrario de
"lo potente, lo majestuoso y lo sublime", lo que siempre es
portado por poderes divinos y heroicos.
La
categorización de Rosenkrantz debe considerarse como algo verdaderamente
singular, a pesar de que él en ningún caso es el único
en haber discutido las áreas heterogéneas durante el curso
de la historia. Lo que sin embargo es remarcable, es su forma de insertar
las categorías réprobas en una esfera estética
y la seriedad con la que lleva a cabo esa operación. Así,
él crea un espacio homogéneo a lo heterogéneo;
en otras palabras: le da una norma a lo irregular, lo cual es una proeza
en sí. Esto crea algo como un fondo de resonancia, válido
también para las expresiones postmodernas actuales.
Das
Unheimliche
La razón de Freud para acercarse a las categorías estéticas
es ante todo la de echar luz sobre la psicología clínica.
Según Freud, la ciencia del arte sobre todo se ha detenido en
"lo hermoso, grandioso, atractivo, es decir sentimiento positivo
/../ aunque contradictorio, repugnante, penoso /../" y aquí
define la palabra "unheimlich" como una negación de
"heimlich", o sea con eso que es conocido (el hogar), íntimo,
de lo que el útero constituye su punto culminante. "Das
unheimliche" provoca miedo y ansiedad, pero lleva consigo un eco
de algo vivido, algo primal y traumático, que aumenta los sentimientos
negativos. En una descripción lexical cuidadosa, Freud también
nombra el correspondiente de la palabra en hebreo, donde coincide con
lo demoníaco, lo que confirma la pertenencia de la categoría
en el terreno de lo sagrado. Freud ejemplifica su propuesta con los
ataques de locura y epilepsia, en los que el individuo está "fuera
de sí". Al igual que Bataille, él ve al arte y a
la literatura como campos legítimos para el desarrollo del estado
precario. Un maestro en esta categoría es E.T.A. Hoffmann con
su obra Der Sandmann. Freud señala portadores de significado
en esta obra tales como dobles, ojos, miradas con capacidad de embrujar.
Lo mismo se aplica para la premonición o el presagio, así
como el suicidio y la muerte. Una de las intenciones de Freud con su
análisis es la de describir las expresiones de un complejo de
castración, lo que en este contexto se puede dejar de lado. Él
continúa discutiendo la cuestión de las reacciones ocasionadas
por experiencias ante el mundo real y las compara con las que pueden
experimentarse en el arte, seguido de la poesía. Él escribe:
"El resultado parece paradójico, que mucho en la poesía
es atroz, lo que fuese atroz, cuando sucede en la vida, y que en la
poesía existen muchas posibilidades, de alcanzar efectos atroces,
que desaparecen de la vida."
Le
Abject
La lingüista y psicoanalista francesa Julia Kristeva describe en
su conocida obra El Poder del Horror un fenómeno que tiene diversos
puntos de contacto con lo que ocupó a Rosenkrantz y Freud. La
denominación de Kristeva para este fenómeno es "lo
abyecto", una palabra que parece no tener un correspondiente en
el idioma sueco.
Lo
abyecto no es ni sujeto ni objeto, sino algo que Kristeva describe como
"un objeto caído", lo que da a entender su posición
"baja" en una escala jerárquica racionalmente construida.
Dentro de la categoría de lo abyecto se vuelven a encontrar los
ingredientes descartados por el discurso científico, un conglomerado
desor-denado de fluidos corporales y excrescencias, las cuales todas
ellas son un testimonio de destrucción, violencia y muerte. Por
lo tanto, se adentra un poco más en lo que se encuentra al interior
del campo primitivamente sagrado que, rodeado de prohibiciones, debe
ser transgredido. Al igual que Freud y Bataille, Kristeva considera
que esta transgresión tiene lugar en el arte y la literatura.
Ella analiza la literatura de Céline y encuentra expresiones
de lo prohibido, lo que se designa como impuro, vergonzoso, monstruoso,
todo lo cual ha sido temido como una amenaza para un proceso civilizatorio
ordenado.
Aún
cuando Kristeva en primer lugar estudia el sujeto occidental, ella no
es en nigún modo ciega ante una perspectiva sociológica,
en la que el sujeto de una manera contagiosa forma los síntomas
de su enfermedad para, al fin y al cabo, abarcar toda una civilización
occidental homogénea, una perspectiva que también ha sido
sostenida por Bataille. De una manera concreta expresa cómo el
arte y la literatura llevan consigo testimonios de la crisis del sujeto
o de su latente heterogeneidad, de cómo esto: "lejos de
ser un área marginal de interés secundario, lo que el
consenso general parece suponer, sino la codificación definitiva
de nuestras crisis, de nuestras apocalipsis más íntimas
y serias. De allí su poder..."
The
Uncanny
También el profesor de historia del arte y literatura estadounidense
Hal Foster pertenece a aquellos que se han interesado por las categorías
culturales heterogéneas, a las que ha descrito en términos
de "uncanny". Este concepto lo aplica ante todo a partes seleccionadas
de la producción artística surrealista, donde se detiene
ante Max Ernst, Hans Bellmer, André Masson y el fotógrafo
Brassai; todos ellos con una conexión estrecha con Bataille.
Al igual que la mayoría de los surrealistas, Foster parte de
una perspectiva psicológica individual, que sin embargo es ampliada
desde comprender a los productores culturales hasta la situación
postmoderna.
De
modo similar a Kristeva, Foster sigue las huellas de Freud en lo que
respecta a la localización de la repetición o el regreso
de algo que ha sido reprimido, un acto traumático que ha contribuido
a reducir al sujeto occidental. El desvelar o revivir el hecho tiene
lugar en el diván del sicoanalista, pero también en la
literatura y el arte, y entonces se puede comparar a una especie de
catarsis. Los conocidos esfuerzos de los surrealistas de recuperar los
potenciales reprimidos de la propia psiquis es lo que ha fascinado a
Foster para llevar adelante sus estudios. En esto, también Bataille
es para él un ingrediente indispensable, tanto por la participación
de este último en muchos aspectos de la producción intelectual
de los surrealistas, como también porque la "lógica
trans-gresora" parece aplicable a la situación cultural
de los últimos tiempos.
La
Reacción sobre el arte
Para examinar rasgos que se corresponden con las cate-gorías
antes examinadas, puede iluminarnos una mirada retrospectiva a los mitos
arcaicos. En esto es insoslayable el distinguir entre la relación
de las sociedades arcaicas hacia las categorías heterogéneas
de la existente en las sociedades cristianas. También debe marcarse
una diferencia con respecto al mundo moderno y más secularizado
de la cultura de alta tecnología en el que nos encontramos. El
movimiento a lo largo de este enorme desarrollo histórico está
conectado por el puente que aquí constituye lo heterogéneo,
en cierto modo cambiante en su carácter, pero que en lo fundamental
cabe dentro de la misma representación.
En
este contexto se vuelve actual la cuestión del origen del arte,
en la que pensadores como Arnold Hauser han formulado una teoría
del instinto de representación de la realidad, basada en el miedo
y la agresión inmanentes. En su libro The Philosophy of Art History
(1962) describe una teoría "destructivo-restitutiva",
la idea de que todo arte está ligado a impulsos agresivos o sádicos.
Así el arte se vuelve una manera de controlar un caos aterrador,
una idea que Hauser compara con la manera del niño de dibujar
y tener poder sobre las figuras representadas. Este razonamiento puede
ponerse de relieve con respecto a los rasgos heterogéneos que
nos interesan en este contexto, los que pertenecen a lo mundano, que
abarca la transgresión, así como la suspensión
de lo racional, en el que la fiesta, la excitación, el exceso
y los sacrificios, para no hablar del potlach se generan. Bataille afirma
que el éxtasis de las religiones se basa en la voluntad de superar
el miedo, lo que se asocia a la idea de una descripción de la
creación artística como la superación de un miedo
y un terror existencial. También el filósofo checo Karel
Kosík tiene mucho que decir acerca de la necesidad del ser humano
de transgredir los límites de su existencia: "El ser humano
no está encerrado en la animalidad y en la barbarie de la raza,
los prejuicios y las circunstancias, sino que tiene una posibilidad
de superarlas en la dirección de la verdad y la universalidad."
¿ssNo es esto especialmente acertado en lo que respecta a las
artes plásticas que presentan rasgos heterogéneos?
La
transgresión acerca de la que tratan los autores antes mencionados
puede, en mi opinión, estar constituido por las expresiones heterogéneas
de una especie de principio monstruoso que hoy en día se da en
el arte con una frecuencia estri-dente. Así, esas expresiones
se convierten en algunas más de todas las que los seres humanos
a lo largo de la historia han hecho con el fin de cuestionar los patrones
establecidos, subvertir la lógica, el consenso y la racio-nalidad
de la sociedad, en pocas palabras, de probar los límites de los
permitido y también de "alcanzar la libertad pintando".
(Lo
anterior es un extracto de un texto más largo no publicado acerca
de "El Arte Heterogéneo")
(Traducción:
Jorge Capelán)
*Doctora
de Historia del Arte, Universidad de Lund, Suecia
Email: maud.farnstrom@arthist.lu.se
Tesis: Himlens Fröjd eller Helvetets Fasa
(Las Delicias del Cielo o los Horrores del Infierno) (2001)
Los motivos de las imágenes de este articulo han sido tomadas
por su autora en diversas iglesias de la Suecia occidental. Son pertinentes
al siglo XVI y han sido publicadas en su tesis.