por Maud Färnström*


La existencia terrible, abominable, espantosa, lo que no se deja subordinar a una determinada categoría jerárquica, lo que no se ajusta a los patrones de clasificación, en todas la épocas ha ejercido una fuerte atracción para la mente humana. Una fuerte fascinación ante lo misterioso ha hecho que los artistas en todas las épocas hayan dado expresión a estos fenómenos de las formas más variadas. Tal vez esto sea más evidente en tiempos de crisis, de inquietud social, en los que se puede decir que el artista expresa eso que se siente en el aire y de lo que normalmente no se habla, eso que se considera tabú. No es de extrañarse que esas expresiones hayan salido a la luz en la inmediaciones del último cambio de milenio, tan poco como que los surrealistas, al encontrarse entre medio de dos guerras mundiales catastróficas, hiciesen uso de la retórica presente en las expresiones "anormales". El pensador surrealista disidente frances, Georges Bataille, ha dedicado un esfuerzo inusual a expresar lo indecible. Sus teorías son utilizables en relación a una interpretación más profunda de una ventilación postmoderna de expresiones tabú. Las teorías más frecuentemente aplicadas de pensadores como Freud, Julia Kristeva y Hal Foster, también son aplicables a esta situación. Presentaré a continuación en forma escueta sus pensamientos acerca de un arte que puede llamarse transgresor, o en términos de Bataille, heterogéneo.

 

 

Aesthetik des Hässlichen
Karl Rosenkrantz 1805-1879 es uno de los continuadores más importantes de Hegel; se destaca por haber escrito la biografía de Hegel, pero lo que aquí es más interesante es su obra Aestethik des Hässlichen, que apareció en 1853. Su intención es la de hacer una completa clasificación de las categorías estéticas, entre las que él incluye áreas que han sido dejadas de lado por la filosofía de orientación positivista, o sea lo negativo, lo feo o lo terrible. Él le da a esto un gran significado, y por ello se mueve inevitablemente en un área de investigación heterogénea.

Cuando Rozenkrants llega al fondo de la estética se mueve a partir de una clasificación sistemática de su amplio material, el que distribuye en tres grupos: I. lo bello en sí, II. lo feo y III. lo cómico. La categoría que se puede llamar heterogénea es,naturalmente, la número II, lo feo, un apartado que comprende: 1. lo vulgar, 2. lo despreciable y 3. la caricatura. Aquí es el número 2 el que está en el centro de la atención, con sus subdivisiones entre a. lo burdo, b. lo muerto y c. lo horrible.

En su sistematizacón el autor investiga escrupulosamente cada categoría, en la que grandes partes han perdido su actualidad y pueden ser desdeñadas como típicas de su tiempo, mientras que otras cosas son de hecho rele-vantes y logran esparcir luz sobre la situación actual.

La visibilización de la muerte es un área que provoca fuertes reacciones. Rosenkrantz caracteriza a la muerte como el contrario de "lo potente, lo majestuoso y lo sublime", lo que siempre es portado por poderes divinos y heroicos.

La categorización de Rosenkrantz debe considerarse como algo verdaderamente singular, a pesar de que él en ningún caso es el único en haber discutido las áreas heterogéneas durante el curso de la historia. Lo que sin embargo es remarcable, es su forma de insertar las categorías réprobas en una esfera estética y la seriedad con la que lleva a cabo esa operación. Así, él crea un espacio homogéneo a lo heterogéneo; en otras palabras: le da una norma a lo irregular, lo cual es una proeza en sí. Esto crea algo como un fondo de resonancia, válido también para las expresiones postmodernas actuales.

Das Unheimliche
La razón de Freud para acercarse a las categorías estéticas es ante todo la de echar luz sobre la psicología clínica. Según Freud, la ciencia del arte sobre todo se ha detenido en "lo hermoso, grandioso, atractivo, es decir sentimiento positivo /../ aunque contradictorio, repugnante, penoso /../" y aquí define la palabra "unheimlich" como una negación de "heimlich", o sea con eso que es conocido (el hogar), íntimo, de lo que el útero constituye su punto culminante. "Das unheimliche" provoca miedo y ansiedad, pero lleva consigo un eco de algo vivido, algo primal y traumático, que aumenta los sentimientos negativos. En una descripción lexical cuidadosa, Freud también nombra el correspondiente de la palabra en hebreo, donde coincide con lo demoníaco, lo que confirma la pertenencia de la categoría en el terreno de lo sagrado. Freud ejemplifica su propuesta con los ataques de locura y epilepsia, en los que el individuo está "fuera de sí". Al igual que Bataille, él ve al arte y a la literatura como campos legítimos para el desarrollo del estado precario. Un maestro en esta categoría es E.T.A. Hoffmann con su obra Der Sandmann. Freud señala portadores de significado en esta obra tales como dobles, ojos, miradas con capacidad de embrujar. Lo mismo se aplica para la premonición o el presagio, así como el suicidio y la muerte. Una de las intenciones de Freud con su análisis es la de describir las expresiones de un complejo de castración, lo que en este contexto se puede dejar de lado. Él continúa discutiendo la cuestión de las reacciones ocasionadas por experiencias ante el mundo real y las compara con las que pueden experimentarse en el arte, seguido de la poesía. Él escribe: "El resultado parece paradójico, que mucho en la poesía es atroz, lo que fuese atroz, cuando sucede en la vida, y que en la poesía existen muchas posibilidades, de alcanzar efectos atroces, que desaparecen de la vida."

Le Abject
La lingüista y psicoanalista francesa Julia Kristeva describe en su conocida obra El Poder del Horror un fenómeno que tiene diversos puntos de contacto con lo que ocupó a Rosenkrantz y Freud. La denominación de Kristeva para este fenómeno es "lo abyecto", una palabra que parece no tener un correspondiente en el idioma sueco.

Lo abyecto no es ni sujeto ni objeto, sino algo que Kristeva describe como "un objeto caído", lo que da a entender su posición "baja" en una escala jerárquica racionalmente construida. Dentro de la categoría de lo abyecto se vuelven a encontrar los ingredientes descartados por el discurso científico, un conglomerado desor-denado de fluidos corporales y excrescencias, las cuales todas ellas son un testimonio de destrucción, violencia y muerte. Por lo tanto, se adentra un poco más en lo que se encuentra al interior del campo primitivamente sagrado que, rodeado de prohibiciones, debe ser transgredido. Al igual que Freud y Bataille, Kristeva considera que esta transgresión tiene lugar en el arte y la literatura. Ella analiza la literatura de Céline y encuentra expresiones de lo prohibido, lo que se designa como impuro, vergonzoso, monstruoso, todo lo cual ha sido temido como una amenaza para un proceso civilizatorio ordenado.

Aún cuando Kristeva en primer lugar estudia el sujeto occidental, ella no es en nigún modo ciega ante una perspectiva sociológica, en la que el sujeto de una manera contagiosa forma los síntomas de su enfermedad para, al fin y al cabo, abarcar toda una civilización occidental homogénea, una perspectiva que también ha sido sostenida por Bataille. De una manera concreta expresa cómo el arte y la literatura llevan consigo testimonios de la crisis del sujeto o de su latente heterogeneidad, de cómo esto: "lejos de ser un área marginal de interés secundario, lo que el consenso general parece suponer, sino la codificación definitiva de nuestras crisis, de nuestras apocalipsis más íntimas y serias. De allí su poder..."

The Uncanny
También el profesor de historia del arte y literatura estadounidense Hal Foster pertenece a aquellos que se han interesado por las categorías culturales heterogéneas, a las que ha descrito en términos de "uncanny". Este concepto lo aplica ante todo a partes seleccionadas de la producción artística surrealista, donde se detiene ante Max Ernst, Hans Bellmer, André Masson y el fotógrafo Brassai; todos ellos con una conexión estrecha con Bataille. Al igual que la mayoría de los surrealistas, Foster parte de una perspectiva psicológica individual, que sin embargo es ampliada desde comprender a los productores culturales hasta la situación postmoderna.

De modo similar a Kristeva, Foster sigue las huellas de Freud en lo que respecta a la localización de la repetición o el regreso de algo que ha sido reprimido, un acto traumático que ha contribuido a reducir al sujeto occidental. El desvelar o revivir el hecho tiene lugar en el diván del sicoanalista, pero también en la literatura y el arte, y entonces se puede comparar a una especie de catarsis. Los conocidos esfuerzos de los surrealistas de recuperar los potenciales reprimidos de la propia psiquis es lo que ha fascinado a Foster para llevar adelante sus estudios. En esto, también Bataille es para él un ingrediente indispensable, tanto por la participación de este último en muchos aspectos de la producción intelectual de los surrealistas, como también porque la "lógica trans-gresora" parece aplicable a la situación cultural de los últimos tiempos.


La Reacción sobre el arte
Para examinar rasgos que se corresponden con las cate-gorías antes examinadas, puede iluminarnos una mirada retrospectiva a los mitos arcaicos. En esto es insoslayable el distinguir entre la relación de las sociedades arcaicas hacia las categorías heterogéneas de la existente en las sociedades cristianas. También debe marcarse una diferencia con respecto al mundo moderno y más secularizado de la cultura de alta tecnología en el que nos encontramos. El movimiento a lo largo de este enorme desarrollo histórico está conectado por el puente que aquí constituye lo heterogéneo, en cierto modo cambiante en su carácter, pero que en lo fundamental cabe dentro de la misma representación.

En este contexto se vuelve actual la cuestión del origen del arte, en la que pensadores como Arnold Hauser han formulado una teoría del instinto de representación de la realidad, basada en el miedo y la agresión inmanentes. En su libro The Philosophy of Art History (1962) describe una teoría "destructivo-restitutiva", la idea de que todo arte está ligado a impulsos agresivos o sádicos. Así el arte se vuelve una manera de controlar un caos aterrador, una idea que Hauser compara con la manera del niño de dibujar y tener poder sobre las figuras representadas. Este razonamiento puede ponerse de relieve con respecto a los rasgos heterogéneos que nos interesan en este contexto, los que pertenecen a lo mundano, que abarca la transgresión, así como la suspensión de lo racional, en el que la fiesta, la excitación, el exceso y los sacrificios, para no hablar del potlach se generan. Bataille afirma que el éxtasis de las religiones se basa en la voluntad de superar el miedo, lo que se asocia a la idea de una descripción de la creación artística como la superación de un miedo y un terror existencial. También el filósofo checo Karel Kosík tiene mucho que decir acerca de la necesidad del ser humano de transgredir los límites de su existencia: "El ser humano no está encerrado en la animalidad y en la barbarie de la raza, los prejuicios y las circunstancias, sino que tiene una posibilidad de superarlas en la dirección de la verdad y la universalidad." ¿ssNo es esto especialmente acertado en lo que respecta a las artes plásticas que presentan rasgos heterogéneos?

 

La transgresión acerca de la que tratan los autores antes mencionados puede, en mi opinión, estar constituido por las expresiones heterogéneas de una especie de principio monstruoso que hoy en día se da en el arte con una frecuencia estri-dente. Así, esas expresiones se convierten en algunas más de todas las que los seres humanos a lo largo de la historia han hecho con el fin de cuestionar los patrones establecidos, subvertir la lógica, el consenso y la racio-nalidad de la sociedad, en pocas palabras, de probar los límites de los permitido y también de "alcanzar la libertad pintando".

 

 

(Lo anterior es un extracto de un texto más largo no publicado acerca de "El Arte Heterogéneo")

(Traducción: Jorge Capelán)

*Doctora de Historia del Arte, Universidad de Lund, Suecia
Email: maud.farnstrom@arthist.lu.se
Tesis: Himlens Fröjd eller Helvetets Fasa
(Las Delicias del Cielo o los Horrores del Infierno) (2001)
Los motivos de las imágenes de este articulo han sido tomadas por su autora en diversas iglesias de la Suecia occidental. Son pertinentes al siglo XVI y han sido publicadas en su tesis.

 

 

Heterogénesis

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