Heterogénesis - Revista de Artes Visuales - Enero 2003


Conny B. entrevista a C. Blom

 

 

 

 

 

 

Llegó a mi conocimiento que C. Blom estaba trabajando en un proyecto sobre los derechos de autor y la difusión de la música por internet. La siguiente entrevista es un intento de indagar qué piensa el artista al respecto.

 

Conny B: ¿Te he entendido correctamente si sostengo que exhortas a la gente a hacer copias pirata y descargar música y otras cosas que están protegidas por la ley de derecho de autor?
C. Blom: No, por supuesto no, no exhorto a la gente a cometer crímenes, esos sería pasarse del límite de lo legal. Esto es una decisión que cada uno debe tomar por sí mismo. Mis deseos personales son otra cosa...

Conny B: Pero ¿no es un derecho obvio que cada artista tenga protección legal contra la divulgación de sus obras?
C. Blom: Sí, eso puede ser lo natural, pero cuando esta protección en otras áreas comienza a funcionar como un arma en una agresión económica en contra de los países del tercer mundo los valores simbólicos en estos temas se hacen inmensamente pesados. Cuando los campesinos indios ya no pueden cultivar su arroz basmati porque una empresa estadounidense tiene la patente en una variante del arroz modificado genéticamente que rápidamente ha sido infiltrado en el mercado eliminando al antiguo(1), o cuando ya no se pueden usar las viejas medicinas naturales por la misma razón, uno se puede preguntar qué debería ser priorizado: el derecho del autor och el derecho a la vida? El ejemplo con las medicinas sudafricanas contra el SIDA que trataron de prohibir durante mucho tiempo porque plagiaban recetas patentadas, es un hecho que ya todos conocen; no?

Conny B: Sí, no les alcanzaba para comprar las medicinas caras por eso simplemente las copiaban para salvar vidas, algo que indignó a las empresas que tenían las patentes. Pero ¿dónde está la relevancia de esto cuando estamos hablando sobre la divulgación ilegal de música?
C. Blom: Como decía, los valores simbólicos no se pueden despreciar. Hay que empezar en algún lado y el derecho de autor de nosotros los artistas es un tema de lujo en el contexto; yo estoy convencido de que la mayoría de nosotros se las arreglaría de todas maneras.

Conny B: Lo que quieres decir entonces es que se podría ver las copias piratas como una toma de posición política, una revolución popular?
C. Blom: Sí, en principio. En la situación actual uno se puede preguntar si es que no se trata de flojera y avaricia en primer lugar; pero desde una perspectiva más amplia veo un alzamiento popular contra el copyright y las patentes tal vez como la forma de protesta más importante contra la sociedad capitalista.

Conny B: Pero ¿no deben ganar dinero los músicos y los artistas con sus obras?
C. Blom: Para los artistas las copias nuncan han sido un gran problema. El original se considera tener un valor especial, por eso las copias pocas veces son interesantes. Las falsificaciones son algo que más que nada han afectado a los artistas que están muertos hace mucho tiempo; por lo tanto, es más un problema para los que tratan de hacer un producto de especulación del arte que para los mismos artistas. Y tendrás que perdonarme si mis simpatías no abarcan en primer lugar a las personas que tienen suficiente dinero como para dejarse engañar con un Rembrandt o un Dalí falsos. La música y las letras son otro tema obviamente. Ahí no existe un original sagrado de la misma manera; el contenido se traspasa perfectamente con una copia, aunque la mayoría de los entusiastas con gusto querrían un CD original con librito de texto y todo. Lo mismo pasa con la lírica y la literatura. La sensación de una página suelta copiada, o incluso de una pantalla de computadora no es lo mismo que estar con una colección de textos en las manos. Por otro lado, las copias pueden ser una buena manera de descubrir algo interesante en lo cual luego se pueda profundizar. Algunos estudios han efectivamente mostrado que los que usan el Napster(2) compraban más discos que los que no usaban el servicio. Luego me atrae la idea, que por cierto es vieja y gastada, de que la música y el arte no solamente deberían ser accesibles para la así nombrada elite con acento capitalista y esto puede ser posible descargando o divulgando copias piratas baratas. Incluso Adobe que está detrás de programas caros como Photoshop ha comprendido que a la larga gana si los programas se divulgan. Ahora son totalmente líderes mundiales en el área.

Conny B: Pero, ¿no son gran parte de la copias piratas una actividad puramente mafiosa?
C. Blom:
Por lo menos es una imagen que a las empresas grandes les gusta pintar con fines propagandísticos. En cierta manera también ha sido así, igual que cuando la mafia satisfacía la necesidad popular de alcohol durante la época de prohibición en los EE.UU. Pero la divulgación por el Internet no se puede decir que sea actividad mafiosa. No existe ninguna ganancia económica en esta divulgación. Gastos ahorrados dirían las compañias grandes, y se quejarían por las ganancias perdidas. Pero no es nada evidente que uno hubiera pagado lo que se pide por un producto que tal vez está probando sólo porque lo puede hacer sin costo. Incluso grandes divulgadores que la Agencia Antipirata Sueca(3) ahora está tratando de atrapar, son jóvenes normalmente sin antecedentes criminales; no hay ninguna organización detrás. Luego pienso que, si se me permite tocar otro aspecto, una mayor tolerancia en la divulgación y la copia de discos podría implicar una revolución en el mundo de la música. Si las compañías discográficas multinacionales no ganaran millones introduciendo frenéticamente productos inventados que a priori han decidido que serán éxito al menos dos o tres por año en cada programa de televisión y canal radical, los productores se verían forzados a dedicar más tiempo a buscar música de mayor calidad. De este modo habría un panorama más claro para los piratas de garage y sería más díficil para los colosos poner en circulación más productos hechos en base al modelo 1A, un concepto de éxito bien conocido. Es solamente desde fines del siglo XX en adelante que la venta de discos forma parte importante de las carreras de los músicos. Antes de eso la presentación en vivo era lo más importante; era por conciertos y giras que los artistas ganaban dinero, y todavía es así para muchos. Los discos de gramófono más que nada funcionaban como propaganda. Ahora esos productos de propaganda de alguna manera se han vuelto lo central. Si ya no se pudiera ganar grandes sumas grabando música serían los que realmente sienten pasión por su música y que quieren que la gente tenga la oportunida de escucharla, a quienes les importaría grabar discos. Algo que me parece simpático. El arte nunca puede tratarse de ganar dinero en primer lugar, si es que no va a transigir con la calidad.

Conny B: Uno presiente un cierto énfasis al escucharte hablar sobre la industria musical. ¿No será que hay otros factores además de los valores de simbolismo en los temas del Copyright que tu nombrabas anteriormente que te han hecho interesarte justamente por las copias y la divulgación de la música?
C. Blom:
Hay que decir que justamente son las grandes compañías discográficas multinacionales las que han llevado la lucha por la mantención y también la ampliación de los derechos de autor a tal grado que a la larga restringen fuertemente la libertad de palabra. Aquí actúan como vanguardia y procesan a veces salvajemente para obtener precedentes que luego se aplican tambien en otras áreas. No podemos olvidar a empresas como por ejemplo Sony y Warner que se ramifican en inumerables empresas. Un ejemplo es la guerra contra artistas que usan sampling como medio de expresión. Hoy en día es solamente el que tiene medios suficientes como para pagar por sus samplings que puede hacer uso de esa técnica. Muchos de los discos de las últimas decadas probablemente nunca hubieran sido grabados si la situación que vivimos hoy hubiera sido válida ya entonces. Pienso por ejemplo en los discos maravillosos de Portisheads; creaciones independientes que de ninguna manera pueden ser acusados de ser plagios simplemente porque han tomado algo prestado de la historia de la música. ¿Hacia dónde vamos si ya no está permitido sacar cosas prestadas, parafrasear, ironizar o comentar nuestra herencia cultural sin tener que correr el riesgo de ser demandados por millones? El desarrollo en todo tipo de forma artística requiere dirigir la mirada hacia adelante y hacia atrás. ¿Qué sería por ejemplo la música jazz sin préstamos? Picasso y Shakespeare sacaban cosas prestadas libremente. Solamente estoy esperando que alguien saque el copyright completo de la biblia, entonces serán muchos los que se encontrarán en problemas. Y, quizás, esto no está tan lejos. Escuché que una empresa tenía la patente de la Mona Lisa en forma digital, así es que piénsalo bien antes de poner una imagen de esta donna en la Internet.

Conny B: Pero ahora creo que evitaste contestar mi pregunta...
C. Blom:
Sí, es muy cierto. Me entusiasmé cuando pensé en el problema del sampling. Paralela al arte la música siempre ha sido mi gran pasión y me gusta estudiar subgéneros obscuros. He leído listas de correo electrónico y he pasado horas en las tiendas de discos y anticuarios. Esto ha tenido como consecuencia que he juntado una colección innecesariamente grande de discos de LP y compactos. Desde luego mi conducta en este plano no es consecuente con mi desprecio a la fijación del derecho de propiedad y el capitalismo ilimitado. Las colecciones como fenómeno tienen claras tendencias de deseos de poseer y de egoísmo. Afortunadamente mi condición de artista y consecuentemente mi magra economía, han sacado este veneno de mis venas, pero sigue siendo un mundo que me queda cerca.

Conny B: Empieza a parecer un trato con tu pasado...
C. Blom:
Ah! Esa es una de esas cosas que uno escucha decir a los artistas como argumento para su creación, y casi siempre suena igual de mal. De cierta manera uno podría decir eso, pero encuentro que la pregunta es bien poco interesante. Cabe decir que uno también puede coleccionar copias pirata y bajar música, y entonces quizás sería más consecuente de mi parte el comprometerme con una radio pirata, pero creo que uno tiene que actuar paso a paso: primero se socavan las cualidades y valores únicos del objeto y luego se trata de exterminarlo. Hemos llegado a un punto de la historia, que hace mucho tiempo está descarrilada, del sistema capitalista en el que hemos dejado que los interes ecónomicos nos dejen arrinconados. Es tiempo de romper con los principios establecidos antes que la última gota de humanidad se pierda, y entonces puede ser que no importe que dejemos huellas en las alfombras de los salones finos.

Conny B: Ahora sonó como una exhortación.
C. Blom:
Aha! ¿Piensas eso? No, como decía, cada individuo debe tomar sus propias decisiones, pero mi opinion personal ya debería estar clara.

 

(Traducción: Lorena Acevedo)

 

1 Por cierto, la RiceTec International ha sido obligada a retirar alguna de sus exigencies por el momento, pero con la ayuda de la WTO ya luego podrá salir a la ofensiva nuevamente.
2 Napster era el programa que rápidamente se estableció como líder en la descarga de música de Internet. Napster luego fue fuertemente atacado por las grandes compañías discográficas internacionales y fue puesto fuera de funcionamiento.
3 Una empresa que por encargo de las compañias grandes trabaja descubriendo individuos que divulgan el material de esas empresas sin permiso. No tiene nada que ver con las autoridades.

 

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