El
trabajo de Vicente comprende dos instalaciones que se complementan y
que fueron hechas en orden invertido. La instalación dentro de
la galería fue preparada un par de días antes de la acción
en relación a la inauguración. La instalación es
en sí una acción que sigue el orden de los acontecimientos:
lo primero es la naturaleza sobre las paredes; luego viene la figura
oleaginosa como una advertencia sobre la catástrofe que vendrá
tirando periódicos contra la naturaleza. Cuando la catástrofe
se ha consumado, ésta ha destruido la mitad de la naturaleza
y nuestra esperanza de un futuro mejor se ha estancado en el petróleo.
En
su trabajo Vicente Pastor enfrenta la acción de dos maneras:
como un gesto íntimo cuando no hay público presente y
como un hecho oficial donde se espera que el público sea parte
de la acción. En la galería se convirtió en la
figura oleaginosa que con rabia quizo confrontar a la prensa en torno
a problemas serios que nos incumben a todos. En la playa fue el mago
que nos envolvió en un relato lleno de significaciones.
Las
chozas en llamas en la playa cubierta de nieve y con el mar abierto
de fondo constituyeron una hermosa imagen. Los cuatro elementos básicos
fueron parte de la acción: la tierra, el agua, el aire y el fuego.
Luego podemos agregar al hombre que ha creado el mundo a imagen y semejanza
con lados buenos y malos.
(Traducción:
Miguel Gabard)