Alguna
vez hubo un espejo en la parte baja del Cerro del Chapulín,
en donde era posible reflejar con transparencia muchos de los bellos
órganos que componen este cuerpo: Una formación redonda
sobre la cual brillaban mármoles y telas suntuosas; así
como los metales dorados de las barandillas y el reflejo del sol
sobre sus ventanas.
Era
posible ver también los centenarios rasgos de los ahuehuetes
que conforman un paseo alto y frondoso donde cantan las aves. Era
verdaderamente romántico viajar a través de sus aguas
en lanchas de remos para platicar confidencias de enamorados sin
temor a ser sorprendidos.
El
deterioro
Alguna vez, esta agua ahora verdosa con importantes cantidades de
limo que le dan su coloración actual, fue un espejo. Sirvió
como escondite para los niños que, al faltar a sus escuelas
iban allí a matar el tiempo en lo que se llegaba la hora
de la salida para volver a sus casas.
Sin
embargo esa imagen llegó a ser una caricatura de lo que alguna
vez fue el Lago. Antes del cierre parcial del Bosque en el 2005;
el lago sólo mostraba la enfermedad de sus aguas, de sus
habitantes animales y de su semblante. Aquí los peces y patos
convivían de manera cotidiana con restos de todo tipo de
basura flotando en un líquido enlamado que servía
más bien como foco de infección.
A
pesar de todo también tiene una historia rica con más
de cien años de experiencias. Este es un extracto proveniente
de internet:
“A
principios del siglo XX, Porfirio Díaz encargó a José
Yves Limantour, ministro de Hacienda”, proyectar dentro del
Bosque de Chapultepec un parque digno del México moderno
que se estaba construyendo en ese tiempo.”
Limantour
basó su proyecto inspirado en parques europeos, sobretodo
franceses, como: Bois de Boulogne, Bois de Vincennes y el Parc des
Buttes-Chamon. Al pie del cerro del Chapulín se construyeron
tres lagos: el Mayor con dos isletas, el Menor con una y uno pequeño
que rodea a la ‘Fuente del Quijote’.
Las
calzadas
El parque proyectado mantuvo como punto focal el Castillo como se
ve en el trazado de las avenidas; cada una de estas con su historia.
La
más importante es la avenida Heroico Colegio Militar, la
cual conforma un circuito que recorre todo el parque y es la vía
directriz del proyecto. Tiene una longitud de 3 mil 600 metros.
Entre otras vías importantes encontramos las calzadas de
los Filósofos, de los Poetas y del Rey.
Con
este trazado fue posible unir todos los sitios de interés
para los visitantes a través de un circuito que rodea al
cerro. Por la avenida Heroico Colegio Militar es posible acceder
al Bosque desde el Altar a la Patria, avanzar hacia el Centro de
Convivencia Infantil, (actualmente convertido en un Jardín
Botánico) acceder al Castillo por la antigua Casa de los
Espejos, pasar entre los dos Lago y llegar al Zoológico.
Mientras
que al otro lado se encuentra otro acceso al Castillo, y es posible
visitar el Audiorama, los Baños de Moctezuma y llegar a la
parte trasera del Zoológico.
Otra
avenida de hermoso trazado es la calzada de los Poetas, que es un
paseo estrecho el cual tiene bustos de los principales líricos
del romanticismo y del modernismo mexicano del siglo XIX. Allí
se encuentran bustos y fragmentos líricos de Amado Nervo,
Manuel Gutiérrez Nájera, Manuel Acuña, Manuel
M. Flores, Ramón López Velarde, entre otros.
Las
plazuelas en las que se encuentran los monumentos a ambos lados
de la avenida están coronados por las copas de infinidad
de árboles que cubren con su sombra las brillantes frentes
de bronce de los artistas.
Se
encuentra a un costado del lago Menor y comunica de extremo a extremo
con el circuito arriba descrito. Sin embargo, al ser descuidada
su jardinería las áreas verdes colindantes le llenaron
de maleza e incluso ocultan su acceso a ambos lados. Por encontrarse
en una zona poco transitada también es posible ver que la
mayoría de los visitantes son aves, pues dejan rastros de
sus excrementos sobre los rostros de los infortunados poetas.
La
última avenida de interés es la Calzada del Rey sobre
la cual se encuentran los ahuehuetes sembrados durante la época
prehispánica y que vigilan el Bosque desde hace más
de quinientos años.
La
tradición
Regresando a la vida del Lago, en la Biblioteca Electrónica
de la Secretaría del Medio Ambiente del DF explica que la
construcción de los lagos fue mediante “una excavación
como parte de la remodelación del Bosque durante el porfiriato.
Una de sus actividades tradicionales es el servicio de renta de
lanchas, el cual funciona desde la primera década del siglo
pasado y subsiste hasta nuestros días.”
Al
encontrarse esta actividad en el lago Mayor, éste es el más
concurrido. La renta de lanchas tenía antes del cierre un
costo de 30 pesos y su cupo máximo era de seis personas.
Además, alrededor del Lago se encuentra una construcción
porfiriana donde se realizan diferentes actividades culturales como:
talleres de cine, danza, artes plásticas, literatura, música
y otras más.
Otro
de sus atractivos es la presentación durante los meses de
febrero, marzo y abril del ballet El Lago de los Cisnes de Piotr
Ilich Tchakovski por parte de la Compañía Nacional
de Danza desde hace 28 años, en la isleta del Lago Menor.
Jorge
Cano, maestro de la Compañía Nacional de Danza explica
que el origen de la idea fue de “Salvador Araujo. El asunto
era tratar el montaje de una reducción de los cuatro actos
de El lago de los cisnes para hacer un espectáculo al aire
libre.”
Mientras
que, Nellie Happee explicó en una entrevista dada a El Universal
con motivo de la inauguración de la temporada 2004 que: “Es
un espectáculo de música, danza e iluminación
que se combina con el entorno mágico del Bosque de Chapultepec”.
Por
otra parte una ex bailarina del espectáculo, Sylvie Reynaud
explicó en la misma fuente que: “tiene una magia especial
desde la llegada a la función entre árboles majestuosos,
camerinos a medio lago, los preparativos y la función con
la luna como reflector”.
A
pesar de todos estos rasgos que llenan de riqueza al Lago, antes
de la reapertura, todas sus tradiciones quedan opacadas por un enorme
deterioro y contaminación. Su imagen era poco atractiva a
la vista debido a un extraño color esmeralda en sus aguas.
Es
por ello que el proyecto de remodelación incluyó,
según José Manuel Ávila subdirector ejecutivo
del Bosque de Chapultepec, obras dedicadas a sustituir las tuberías
de conducción del agua de los lagos a las plantas de tratamiento
de la Segunda Sección; además se construyeron fuentes
para oxigenar el agua y evitar su estancamiento y se hicieron obras
de limpieza y de concientización a la sociedad para evitar
posterior contaminación.
De
hecho, uno de los lugares donde las obras fueron mayores durante
estos trabajos fue el Lago Mayor de la Primera Sección; por
lo que el rostro de este lugar se ha modernizado, con la incorporación
de diferentes modelos de botes y un sistema de ventilación
y circulación de las aguas para evitar sus estancamiento.
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