para leer los poemas

Asociación gallega de semiótica

La creación contemporánea no ha ignorado, antes al contrario, los profundos cambios que ha producido el desarrollo tecnológico en la sociedad; es más, se ha desarrollado una relación simbiótica que está teniendo buenos resultados : primero la publicidad como pantalla pública de lo creativo, luego la televisión, como espacio representativo dinámico del signo y, por último, la cibernética como compendio de todos los medios de producción, reproducción y transmisión de significantes y significados audiovisuales.

El poema y el lector se han transformado: no solo ha aumentado su número sino que se ha multiplicado la interacción a medida que se han extendido gradualmente aquellos sistemas. Lo que se ha perdido en función reivindicadora y expresiva de la identidad colectiva de un pueblo lo ha ganado en universalidad (relativa), en posibilidad de comunicación poética más allá (o no tanto acá) de los marcos de referencia cultural propia. El proceso de homogeinización cultural que ha acompañado al proceso económico de la globalización ha influido enormemente en el creador al imponerse unos nuevos códigos y canales y al transformar gradualmente las concepciones sobre el quehacer poético, el lugar del poeta ante el mundo y ante los demás y también sus apuestas valorativas, ha tendido a echar por tierra muchas distinciones, muchas jerarquías, currículo, autorías, capillas literarias, derechos de autor y de copia. Convocatorias abiertas, no devolución, documentación a todos... He aquí como el arte correo expresa todos estos cambios en la mentalidad artística y/o económica y/o política: rebaja, anula el discurso cultural dominante, desvalorizando el status quo del autor como pura categoría individual (y su valía acumulada) para reforzar su carácter de individuo-para-con, su dimensión moral y política sin olvidar nunca la raíz creativa de lo que se piensa, de lo que se dice, de lo que se escribe, de lo que se hace. Nos quedamos con ésto, aunque podemos también encarar la posibilidad de que el propio sistema económico y cultural acabe asimilando, desactivando, deglutiendo, convirtiendo en mercancía estética lo que en esencia es ético y político. Los años, las trayectorias acumuladas de los artistas-átomo y la posibilidad de una acumulación de su autoridad pueden ir mellando este ámbito indeterminado de acción colectiva y libertaria. Así de indeterminada se siente la corporación, cuando llego recibido en identidad postal, siendo tan sólo aludido. Voy y vengo. Llego y me voy. Homo volans soy.

Esta potencialidad globalizadora del mensaje ha incorporado, casi siempre de una forma implícita, una serie de claves formales o semánticas no ajenas al carácter supuestamente universal del signo. Algunos de ellos destacan por su gran potencia comunicacional, especialmente los que refuerzan el valor gráfico del texto (en todas sus dimensiones ). Falta que nos aclaremos, tanto más cuanto que la poesía visual busca la mente de quien lee, de quien mira para cerrar el proceso. Propongo aquí un esbozo de los posibles caminos que nos quedan por delante. De una u otra forma, todos estos recursos se están utilizando en la red de arte correo de una forma dispersa, en este conglomerado de voluntades creativas y espontáneas tan diversa, tan mestiza, tan heterogénea.

Un tipograma es un caligrama realizado con caracteres de imprenta, un texto cuyos caracteres están dispuestos de tal manera que su figura reproduce un objeto o idea en él aludidos.

A nosotros nos gusta denominarlos caligrafos, pues insistimos en su dimensión estética. Son juegos de tipografía relevantes por su belleza.

Sus posibilidades plásticas aumentan con la aplicación de programas de animación: tipos, palabras e iconos en movimiento.

Todos los que cultivan esta rica huerta de lo tipográfico participan de algún modo de aquello que Joan Brossa anticipa en los últimos versos de un poema titulado abecedari:
"entre las letras del abecedario todavía queda mucho por descubrir" .

Este juego mágico con letras, números, caracteres ASCII, ha devenido en código auxiliar y/o autónomo de comunicación y funciona comunmente como productor de mensajes en las diferentes plataformas mediáticas de comunicación y formación de masas (cartelismo publicitario estático y dinámico, chats, telefonía móvil, publicidad video-digital) y tiene su reflejo creativo en una serie abundante de productos multimedia que todos consumimos como tele-espectadores. Creemos que este caso no es más que una prolongación de los anteriores, aunque se observen diferencias notables. Así, esa disposición espacial de los caracteres y la singular descodificación que tiene lugar en los lectores de pantallas de telefonía móvil o de computadora, puede tener su aplicación literaria si tenemos en cuenta que el emisor del mensaje tiene a su disposición un potente recurso expresivo: los caracteres ASCII de su teclado y las teclas de función espaciadora.


Romeo y Julieta

Brossa lo dice visualmente

Aquí los caracteres han adquirido la forma del sentido del poema: la "U", la"u" y la "n", letras que conforman la palabra "un", dispuestas en parejas opuestas y en dos grupos simétricos, quieren representar visualmente las huellas de cuatro pies (dos personas) caminando por el espacio del papel, un espacio que comienza arriba y se continúa verticalmente. El medio técnico de expresión impone, pues, las reglas de escritura y de lectura. A este tipo de composiciones las denominamos QWERTY´S, aludiendo al sistema mecanográfico actualmente normalizado.

Estos caracteres, ya sean utilizados en su función gráfica o textual, conviven hoy con elementos inicialmente ajenos a la creación poética, literaria. Y es que hemos andado un camino que se ha ensanchado paulatinamente y se ha extendido a todos los ámbitos. Cualquier recurso es útil para la tarea de creación y transmisión poética. Estos elementos ajenos a la poesía han llegado a suplantarla, incluso. Pero hasta la poesía-objeto, o al objeto-poesía hay un largo trecho que hoy no podemos recorrer.

Las investigaciones psicológicas referidas a la percepción visual, especialmente las de la escuela de la Gestalt, han contribuído a generar conocimiento específico sobre cuáles son los procesos, factores y leyes que influyen en la percepción de las cosas: el psicólogo Navon, por ejemplo, a través de un experimento en el que utilizó macroletras compuestas mediante un cierto número de microletras, concluyó que las partes más grandes o globales de los estímulos prevalecen sobre sus partes más pequeñas.


Cortázar


Bandera
Estas investigaciones psicológicas han generado un interés lúdico por los juegos ópticos que ya cuentan con una larga tradición en la historia del arte, también del publicitario. Porque si lo de que se trata es de jugar, cualquier materia es buena y mucho más rica es la mezcla. Si no, fíjense en la fértil variedad de estilos transfonterizos que llenan los últimos años de la poesía (texto con números, texto con iconos, texto con collage, objetos y texto, pintura, fotografía, música, escultura, cine, cómic..). Para la corporación tiene una especial importancia el aporte semiótico de la iconografía digital que viene siendo utilizada en las comunicaciones normalizadas cotidianas (clips art). Con estos catálogos de imágenes tenemos a nuestro alcance una rico abanico referencial que podemos usar como ingrediente de variadas composiciones creativas. Las utilizamos en nuestros poemas visuales con una finalidad diferente. Nuestra intención es crear nuevos nudos, nuevas relaciones entre las cosas a través de su representación icónica o simbólica. Tal es nuestra pretensión poética. El contexto, y la modificación del mismo o descontexto, demarca la función del signo (pragmática). Gran parte de la poesía visual actual y ciertos géneros (si decidimos no romper con ellos, como hoy se pretende) próximos a ella, utiliza materiales icónicos. Hay una razón de economía expresiva. El medio y el fín confluyen: iconos digitalizados (gráficos vectoriales, en nuestro caso), conformados por líneas y masas de puntos fácilmente imprimibles y editables, cuya ligereza hace menos complicada y cremos que más expresiva la tarea de transmisión a través de la gran malla del arte correo internacional.

Pero en esta tarea de clarificación racional de los procesos poético-visuales que perseguimos procuraremos apuntar todavía a elementos de análisis más simples. Podríamos hablar de nuestra codificación del espacio de escritura.

El espacio, al igual que la realidad representada, tiene un arriba y un abajo, una izquerda y una derecha, un antes y un después, un adelante y un atrás y todas aquellas determinaciones que sea posible aplicar a este entorno de visualización, porque la disposición del texto en el espacio de escritura tiene una significación.

Nos interesa incorporar también la representación de la tridimensionalidad en la escritura. Con esta finalidad recurrimos a los códigos clásicos de representación de la perspectiva (tamaño relativo, posición e incluso gradación de color) en los que nos hemos ya socializado, pero también a nuestra particular manera de percibir el movimiento: imágenes contígüas en sucesión temporal. Así, podremos incluso aludir a ciertos procesos o acciones a través de la simple modificación del significante en el espacio de representación.

En este sentido, gracias a procesos psicológicos (basados en general en la asociación de percepciones contigüas) ya apuntados por el filósofo empirista moderno David Hume en sus análisis de la formación del concepto de causalidad en la mente humana, podemos representar eventos a través de una especie de elipsis sustentada por una asociación de estímulos comunmente reproducidos en la experiencia y que nosotros retenemos por fuerza de la costumbre. Aplicando estos paralelismos entre los textos o los iconos y los objetos percibidos en el mundo podemos aludir a la ausencia del referente (muerte o desaparición de una persona, por ejemplo) a través de la ausencia del texto en el espacio de representación, tal como apuntó también Brossa en su conocida Elegía, dedicada al Ché. Nosotros extendemos la dedicatoria a los desaparecidos en todas las dictaduras. Su búsqueda, su reinvindicación, encarnada por las madres de la plaza de mayo de Buenos Aires, es representada por la búsqueda del texto que falta para completar la palabra. Búsqueda del referente, búsqueda de la palabra. Aparición. Podemos reforzar también la idea con la utilización del color (la interjección militar en rojo).



A Chema Madoz




Máquina tipográfica

Abalanzarse




Pero partamos incluso de algo mucho más simple, de cómo utilizar, por ejemplo, el estilo de los caracteres para contribuir a significar la idea aludida por el significante, el tamaño relativo de las fuentes, el tipo de letra utilizado o la combinación del tratamiento espacial de los caracteres y el color.

Porque entre los caracteres tipográficos o las palabras pueden descubrirse relaciones icónicas con los objetos o ideas que representan, de tal forma que incluso podríamos llegar a construir un diccionario visual de términos explorando este componente icónico que sirve de mediador entre la forma y el contenido, idea o proceso al que se refiere.
Dada la relación mayoritariamente convencional entre el significante y el significado sorprende encontrar estos paralelismos icónicos entre ellos. Debemos ser, eso sí, muy cautos a la hora de emprender esta tarea: el exceso de recursos gráficos más que aclarar oculta.

Somos conscientes de lo incompleto de este examen, pero bastante nos hemos excedido ya. Por eso pedimos disculpa y os damos las gracias por esta generosa invitación. Viva el arte postal, viva el arte cordial.


Joan Brossa