Un trozo de la cordillera de Los Andes
Un gesto de agradecimiento del pueblo chileno al pueblo sueco


*Ximena Narea




Francisco Gazitúa: Cordillera de Los Andes
Alto: 9,6 m, Largo: 4,5 m (peso: ca 12 ton)
Humlagården, Estocolmo


Cordillera de Los Andes
Con el embajador José Goñi
Con Santiago Larrain, del Ministerio de RREE de Chile
Imágenes de la ceremonia inaugural


Cordillera de Los Andes

La cordillera de los Andes es uno de los elementos naturales más relevantes del continente americano, y su presencia constante a lo largo y ancho de todo el paisaje chileno la hace formar parte de la identidad de su gente. El 8 de junio se inauguró en el parque Humlegården de Estocolmo la escultura Cordillera de los Andes del artista chileno Francisco Gazitúa. La escultura es un símbolo de la gratitud y amistad del pueblo de Chile al pueblo sueco por su solidariad y generosidad hacia el pueblo chileno en los difíciles tiempos de la dictadura militar. Estuvieron presentes en el acto inaugural el embajador de Chile en Suecia José Goñi, el alcalde de Estocolmo Axel Wennerholm, la Ministra de Asuntos Sociales (que representó al gobierno sueco en el acto) Ingela Thalén, Bibi Andersson, lectora de los poemas de Mistral y Neruda junto a M. Eugenia Cavieres, el representante del Ministerio de Educación de Chile Claudio di Girólamo, El Encargado de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Embajador Santiago Larraín y desde luego, el autor de la escultura Francisco Gazitúa.

Los chilenos y otros latinoamericanos empiezan a llegar a Suecia en 1973, cuando el entonces embajador de este país en Chile, Harald Edelstam, participa activamente en el rescate de presos políticos encarcelados en el estadio nacional de Santiago, abriendo el camino para que miles de chilenos encontraran refugio en este lejano país. Actualmente la cifra de latinoamericanos residentes en Suecia es de unos 50 mil, de los cuales 30 mil son de origen chileno. Durante muchos años los chilenos en el exterior tuvieron que soportar la arrogancia y arbitrariedad del personal de las embajadas y consulados chilenos. Esta situación desagradable cambió con la apertura democrática en Chile y durante su misión, Goñi estableció una relación cordial y cercana con la población residente en Suecia. Goñi, él mismo ex-refugiado en este país (1980-81) y luego agregado comercial entre 1990 y 93, termina su misión en este país con la inauguración de la escultura Cordillera de los Andes, con la que chilenos y latinoamericanos nos sentimos identificados. Esta es la primera muestra de agradecimiento de nuestro continente al pueblo sueco y estimo que la iniciativa debe destacarse como merece.



La piedra proviene del Cajón del Maipo (región Metropolitana), zona de canteras, donde vive el artista y en la ejecución de la obra trabajaron, aparte del mismo artista, tres canteros: "Yo vivo en una cantera y esa roca salió de mi casa. Saqué la roca, la ahuecamos con mis amigos canteros y trabajamos prácticamente dos años seguidos en la obra. La idea es que esa piedra guardó cosas, guardó todo lo que íbamos pensando durante esos dos años. Dos años metidos en la polvareda sacándole la entraña a la piedra y metiéndole a Chile entero, con todas sus esperanzas, sus sueños y, yo diría, inspirado o movido por nuestros poetas", nos cuenta el artista.

En la obra convergen varios conceptos interesantes y despierta distintas asociaciones dependiendo del sujeto que percibe la obra. La idea de trabajar con un trozo de piedra del elemento natural más significativo de la geografía chilena es muy acertada, pensando en el hecho concreto de que Chile le regala un trozo de Chile a Suecia: "Cuando se me planteó la idea del proyecto, pensé, bueno, llevemos lo único que es absolutamente inocente en Chile y que ha sido fuente de inspiración de los dos grandes poetas que llegaron a esta misma plaza, Gabriela Mistral y Pablo Neruda: la cordillera de Los Andes. Los poetas son las personas que mueven los países. Yo estuve muchos años en Inglaterra con la "beca Pinochet" y me dí cuenta de cómo Shakespeare era el alma del pueblo inglés; estaba en todas partes. Lo mismo pasa en Cuba con Martí, se toma el agua con Martí. Y creo que eso también ocurre con Mistral y Neruda en nuestro país" relata Gazitúa.

Es indiscutible el significado que tiene la cordillera para los chilenos. ¿Cómo conectarla con este gesto de agradecimiento? Gazitúa también habla del "reencuentro" como concepto, sin embargo, cuesta un poco encajarlo en esta situación concreta, considerando los sujetos involucrados, y en el motivo. Los sujetos son el pueblo chileno y el pueblo sueco -aunque en lo formal, la escultura es "donada por el gobierno de Chile a la ciudad de Estocolmo", de acuerdo a la tarjeta de invitación a la inauguración. El motivo es el agradecimiento por la solidaridad y amistad del pueblo sueco hacia el pueblo de Chile y en concreto, hacia la población de origen chileno residente en Suecia, que fue recibida generosamente en este país y de la cual el embajador formó parte. Un "reencuentro" entre Chile y Suecia se entendería como la consecuencia de un distanciamiento entre ambos países, a raíz de las simpatías mostradas por Suecia hacia los opositores del gobierno Chile, y posterior acercamiento, luego del cambio de gobierno que agradece esas simpatías. Es decir que el motivo del distanciamiento es también el motivo del acercamiento, Chile toma la iniciativa y Suecia acepta el gesto. El "reencuentro" podría ser también entre Chile y los chilenos en este país, pero éstos no son sujetos en esta historia, sino el motivo, el pretexto concreto que justifica la obra. No obstante, como explicó el embajador, su idea era buscar un elemento con el cual los chilenos y latinoamericanos en este país se pudieran identificar y entregarlo como símbolo al pueblo sueco, y eso está plenamente logrado.



Pero la identificación de los chilenos y latinoamericanos en Suecia con la obra tiene una dimensión aún mayor. Traído desde el continente "joven", el bloque de granito yace manso a la sombra de árboles en principio desconocidos, pero que poco a poco se irán haciendo familiares. Vista desde los lados más anchos, la piedra parece un animal gigante descansando de un largo viaje; fuerte y hermético por fuera, pero con huellas que invitan a acercarse e investigar su interior. En la parte más delgada, y en el lado de lo que podría interpretarse como la parte frontal de la obra, contenidas en una franja clara irregular, se observan dos aperturas: una circular en la parte inferior y otra alargada que se extiende hasta el lomo en la parte superior. Las aperturas de la piedra no son suficientemente grandes como para penetrar la piedra; pero dejan ver las entrañas de la mole, un interior liso y sinuoso aunque con algunas aristas; pasajes estrechos, pero con aperturas que dejan pasar la luz del exterior.

"La escultura se hace por dentro, el horadar la piedra es parte del lenguaje escultórico; es como la cordillera, que por fuera tiene una superficie determinada, pero está llena de vida por dentro, allí están las minas, se forman quebradas, corre el agua" explica el artista.

Por su forma y el lugar donde está ubicada asocio la escultura con el inmigrante que llega a una cultura desconocida. Al principio extraño, cerrado e impenetrable hacia adentro y hacia afuera; sin embargo, poco a poco, este inmigrante se va abriendo, se va dejando conocer y al mismo tiempo empieza a absorber las imágenes de su entorno. Las voces de la cordillera que guarda en su interior despiertan en el latinoamericano recuerdos de una identidad original que dejó hace casi tres décadas, pero que sigue presente tanto en el gesto cotidiano, en la intimidad del amor, como en los grandes momentos. Esas mismas voces no pueden decir lo mismo al sueco que se acerca y escucha, porque son voces que hablan un idioma desconocido; sin embargo puede reconocer sonidos ya compartidos con los que aquí vivimos.


* Francisco Gacitúa (1944) tiene una larga carrera profesional. Su formación artística la recibe en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile y la St. Martin's School of Arts de Londres. Se ha desempeñado como profesor de escultura en la Universidad de Chile, Universidad Católica de Chile, St. Martin's School of Arts y City Lit School of Arts en Londres, en Kormaria-Istria (Yugoslavia) y en el Atelier Livre en Portoalegre (Brasil). Además ha enseñado cantería en la línea de escultura de la Universidad Finis Terrae en Santiago. Sus esculturas monumentales se encuentran en importantes lugares públicos de Santiago y en otras ciudades de Chile: Maule, Isla Negra, Valparaíso, Antártica de Chile, Talca, Rancagua, Chillán, Calama. En el exterior, su obra está en Cochabamba (Bolivia), Wisconsin (EEUU), Alajuela (Costa Rica), Guadalajara (México), Rachana (Líbano), Portoroz y Kornaria (Yugoslavia), Oxford (Inglaterra) y Estocolmo (Suecia).




Con el embajador José Goñi


Después de inaugurada la escultura nos reunimos con el embajador de Chile en Suecia, don José Goñi, y el encargado de Asuntos Culturales del Ministerio de relaciones exteriores de Chile, Santiago Larraín. Nos interesa conocer el proceso que se siguió hasta lograr instalar la escultura en el parque Humlegården, ubicado en pleno centro de Estocolmo y justo al frente de la embajada.

El proyecto de la escultura surgió hace dos años, nos cuenta el embajador: "La obra debía reunir dos factores: por un lado debía ser una demostración de afecto hacia los suecos, por toda la solidaridad demostrada hacia nuestro pueblo y los lazos de amistad que se han ido creando, y por otro lado, queríamos que contuviera un elemento de identidad de los chilenos acá; que luego, por el hecho de ser un pedazo de la cordillera, resultó ser un elemento de identidad que incluye a todos los latinoamericanos".

El proyecto siguió su curso en distintas instancias en Santiago y en Estocolmo: "Empecé a tomar contacto con las autoridades suecas, principalmente con el municipio y con el Consejo de Cultura. Al mismo tiempo me dediqué a ver cuál era la tendencia estética de las esculturas públicas de los últimos 20 años y de entre los 10 escultures chilenos que habían propuesto obras, la de Francisco Gazitúa era la que más se adaptaba a esa tendencia", relata Goñi, y continúa: "El siguiente tema era dónde ubicar la escultura. Desde el comienzo me planeé ubicarla lo más central posible, aunque la tentencia de las autoridades era que esta escultura quedara en algún barrio periférico, como Södrahammarby que es un barrio nuevo que no tenía obras de arte. Con Gazitúa visitamos varios lugares y al final lo acotamos a dos alternativas: el parque Humlegård y Sankt Eriks Plan, en un lugar donde iban a hacer una plaza y donde había un estacionamiento de automóviles. Según la planificación de hace dos años, a esta fecha, la plaza estaría lista. Era una alternativa interesante porque la escultura sería la figura central de la plaza y trataría de romper con otra tradición sueca, que es no poner nombres extranjeros a sus calles y lugares públicos, proponiendo bautizarla como Plaza Chile. Después me dí cuenta que el plan de construcción se les había atrasado -de hecho aún no se termina- quedando sólo la alternativa de Humlegården que era, en todo caso, la que más me gustaba. El trabajo incluyó bosquejos, proyecciones, fotomontajes; en fin, se cumplieron todas las exigencias y se pasaron todas las barreras y ahora la escultura está en su lugar."

El proyecto empezó su trayectoria con la izquierda socialdemócrata en la dirección del gobierno comunal, pero a medio andar hubo elecciones y ganó la oposición: "Sin embargo, este cambio en la mayoría política no implicó ninguna variación para el proyecto", termina diciendo el embajador.

José Goñi termina su período como embajador de Chile en Suecia el 30 de junio. Su próximo destino es Italia a cargo de esa misión diplomática, le deseamos suerte en su nueva empresa.




Med Santiago Larraín

Santiago Larraín, junto a Claudio di Girólamo (del ministerio de Educación y Cultura), fueron los agentes que se encargaron de promover y sacar adelante el proyecto de la escultura en Chile. Ambos viajaron especialmente para estar presentes en el acto inaugural: "El ministerio empieza su participación en el proyecto cuando ya está adelantado. La verdad es que cuando uno no empieza del principio es un poco difícil engancharse en un proyecto; porque lo que da energía y hace que uno capte el valor que puede tener es cuando está involucrado en la gestación.Sin embargo, recuerdo haber recibido llamados telefónicos de Goni y Gazitúa", cuenta Larraín.

La obra de Gazitúa es ampliamente conocida en Chile y está ubicada en importantes lugares públicos de Chile y del exterior: "Gazitúa es actualmente el mejor escultor chileno, fuera de Francisca Núñez que ahora está en Holanda. Él había empezado a trabajar en piedra hacía varios años, tal vez con piezas no tan monumentales como ésta pero en el mismo estilo: piedra rugosa por fuera y pulida por dentro, que tiene mucho que ver con aspectos de la geografía chilena", explica Larraín, y recuerda: "La primera vez que fui al taller de Gazitúa y estuve mirando sus obras, le dije que me recordaban el valle del Canto. Me contestó que justamente esa era una de sus fuentes de inspiración. El valle del Canto está ubicado cerca de Ovalle (norte de Chile), una zona muy árida, donde la escasa agua que corre ha hecho su trabajo al interior de toda una serie de piedras produciendo formas muy impresionantes. Yo siempre he comparado la obra de Gazitúa con cosas que son bastante típicas chilenas, como las Siete tazas de Molina, que también es una piedra rugosa por fuera y por dentro es suave, cálida al tacto, tiene un alma que atrae mucho."

El conocimiento de la obra de Gazitúa, más el entusiasmo de José Goñi y saber dónde iba a estar ubicada la obra fueron motivos suficientes para que Larraín se comprometiera con el proyecto: "Se juntaron varios aspectos en mi entrada al proyecto: mi admiración por la obra de Gazitúa, el entusiasmo de Goñi y saber dónde estaría ubicada la obra; porque la ubicación de la obra es fundamental, sobre todo en un tipo de escultura como ésta; ya que dependiendo de dónde está instalada fracasa o no fracasa. El tercer aspecto fue Suecia; sabemos lo que este país ha representado para los chilenos", termina diciendo.




*Ximena Narea es historiadora y crítica de arte

Fotos: Miguel Gabard




Imágenes de la ceremonia de inauguración


De izquierda a derecha: Ingela Thalén (Ministra de Asuntos Sociales),
Axel Wennerholm (Alcalde de la comuna de Estocolmo), José Goñi (embajador de Chile en Suecia)

Izquierda arriba: el artista Francisco Gazitúa y Axel Wennerholm
Izquierda abajo: Gurpo de música Rucalí
Derecha: M. Eugenia Caviedes y Bibi Andersson (actrices -leyeron poemas de Mistral y Neruda)








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