Bernardita Vattier


Mi Obra

Entrevista



MI OBRA


Hekatombe

Hekatombe, 1994
Me he propuesto este texto como una prolongación del proceso que se suscita durante la muestra de una instalación. Es así como incorporo citas de diversos teóricos respecto de mi obra, con la misma finalidad de hacer partícipe al espectador en mis instalaciones, ya sea a través del escrito o de las imágenes. Por otro lado, es como extender una invitación a formar parte de este texto, al igual como me asocio con otro artista -«cameo»- en algunas de mis exposiciones, en las que desarrollamos trabajos en conjunto.

«La realidad social en la que participamos ha sido críticamente demarcada en los últimos años, por medio de lenguajes artísticos innovadores que abren una nueva vía de discusión de la tradición y de las raíces culturales del hombre occidental contemporáneo. En la visión del artista surge una «vocación sociológica» respecto al hombre y su participación en la compleja realidad en la que participa. La mirada de Bernardita Vattier, a través de conceptos artísticos, somete el tema hombre-ciudad a cuestionamientos críticos con intensidad sensible, inherente al hecho estético».>(1)

Me circunscribo dentro del contingente artístico, cuyo compromiso es ante todo social en pro de una sociedad urbana, que nos brinde el derecho humano básico de una buena calidad de vida. Una civilización se genera cuando coexisten el orden y el crecimiento en el arte, la ciencia, la cultura, el trabajo y la organización social de una comunidad. Esa civilización, será el producto de un estado de máxima armonía de cada uno de los procesos constructivos del progreso y, el mayor desarrollo de ella corresponderá a la mejor combinación que haga el hombre de los elementos que conforman su sistema. Si no reconocemos y seleccionamos los elementos urbanos, no contaremos con la armonía necesaria para vivir bien en la ciudad. Al no hacerlo, negamos nuestra opción de ejercer el derecho a una mejor calidad de vida y a un mayor grado de cultura, al ser ésta representativa del conjunto de valores y desvalores que fortalecen y debilitan a una comunidad.

Como decía, pertenezco al grupo de artistas visuales que realizan su trabajo plástico basados en la observación profunda de su realidad contemporánea. Este tipo de trabajo de arte, parte de la percepción e investigación del hecho, o de los hechos, que se quiere apuntar, lo que obliga al artista al desarrollo intelectual y empírico de éste. El resultado de ello es el planteamiento teórico o pequeño ensayo que acompaña la obra a ser mostrada.

Al hacer uso de este método, que me sirve para aclarar mis propias intenciones, busco que mi arte sea referente a la experiencia empírica, por lo que debe ser visto solamente como una metáfora o como una reacción imaginativa de la información obtenida. Este proceso creativo no es fácil. Muchas veces, al meterme de lleno en un determinado asunto, la elaboración intelectual y el concepto pueden pasar a debilitar la identificación de la imagen visual necesaria para llegar al público.

Si consideramos que el estímulo visual se refleja en la superficie de nuestra conciencia, el espectador de una obra de arte necesitará de una observación más detenida para que ésta penetre y permanezca en su conciente. Gracias a esta observación, el espectador podrá “apoderarse” de la obra de arte. El texto de la pesquisa, la elaboración de los conceptos y los títulos de las obras le posibilitarán esa nueva mirada.

«La obra de Vattier es a la vez diagnóstico y denuncia. Dos elementos iconográficos configuran el significado primario: edificios, rascacielos y vacas. En ellos sintetiza Vattier su apreciación de la metrópoli y del hombre-masa. Las variaciones formales y materiales de su obra, como en la música, afirman el tema sin “repetirlo”. La amplitud de sus propósitos reclama un acercamiento que traspase la superficie iconográfica hacia el plano simbólico-conceptual.

Percibo en la obra de Vattier, en lo atinente al fenómeno urbano, un juego de oposiciones:
(1) La oposición primaria-vacuno / humano
(2) La oposición «vacuno-objeto» / «vacuno-viviente»
(3) La oposición «vacuno-humano» / objeto

¿Cuáles son la proyecciones posibles de estas oposiciones? Me interesa destacar que cada proyección marca un contraste: (1) Vacuno y humano contrastan como lo humano y lo animal. No debe entenderse, a mi juicio, que Vattier simboliza peyorativamente a la animalidad. La elección que realiza no se refiere al paradigma «animal» en sí, sino al paradigma «vacuno». Ello porque el ganado vacuno es manipulado, conducido al matadero, hacia donde se dirige pasivamente, como una marea inconsciente... El simbolismo vacuno para lo humano es ya una denuncia de pérdida de valores, de pérdida de los rasgos de persona. La reunión metafórica de esos elementos es conflictiva: se propone como una devaluación inaceptable. (2) La oposición «vacuno-objeto» / «vacuno-viviente» describe la red de distancias que se requieren para que un fenómeno viviente pase a desempeñar funciones estéticas. Se trata de un cambio de contexto que prepara el símbolo. El vacuno objeto (escultura, dibujo, pintura) puede ser materia prima del símbolo mediando su transmutación desde el fenómeno real viviente.

Las mentadas oposiciones son manifestaciones de un ámbito mayor: lo urbano y lo rural. El descontexto, una forma del desconcierto, es aquí un método fecundo de crítica. Se trata de una propuesta hecha entre otros por Mc Luhan, suscrita por Vattier: el arte es antídoto contra el ambiente. En otros términos se trata de la función neguentrópica del arte, de la importancia de la relación perceptual figura-fondo. El juego metafórico se intensifica en las relaciones de lo directo e indirecto. En arte, una vaca puede simbolizar a una vaca, pero una vaca artística puede simbolizar al ciudadano-masa. A la vez, la vaca-símbolo puede ser un objeto (en las esculturas de poliuretano): sirve para sentarse.

La ciudad presenta para la artista rasgos seductores, reflejos, transparencias, brillos, el neón de los letrerros luminosos. La ciudad es, a la vez, sede de multitudes, fuente de contaminación múltiple. Su denuncia se propone también como un contraste poético: es lo que percibimos en su trabajo «Troleybus», en cuyo interior individuos-trajes escultóricos blancos sueñan un futuro de pureza ambiental. La ciudad es fuente de circulación de información (radio, televisión, revistas, diarios, libros). Pero también lugar de los rascacielos, elevación igualadora de los espacios, homogeneidad de las ventanas, cuadrícula. Esos polos sentidos, creo, son formas de su posición a la vez utópica, puesto que aspira a la armonía en las ciudades, y escéptica, porque duda de esa posibilidad. Serían, en otros términos, reflejo de la presencia de la imaginación (en lo utópico) y de lo racional-conceptual (su escepticismo).

Queda la pregunta por el tercer soporte de la estructura espiritual: la sensibilidad.... La encontramos, en sus trabajos bidimensionales, en el empleo de la mancha. Porque el sen-tido plástico de la artista se impone y habla con el dramatismo de los blancos y negros en un nivel de abstracción que exalta, paradójicamente, lo sensorial.
Como ya lo mencioné antes, el tema central de mi obra es el hombre como ente social. Comencé mi trabajo observando las aglomeraciones habitacionales y el hacinamineto que allí existe, produciendo un descenso en la calidad de vida en la ciudad. El paso siguiente, fue el estudio de las obras de arquitectura e ingeniería que se entremezclan con las viviendas, apuntando también, a denuncias de actitudes erróneas de municipios de Santiago que se traducen en el deterioro del hombre urbano, como es el caso de algunos paseos peatonales, paralelamente al análisis de la contaminación de la ciudad.

Al cabo de diez años abandono mi trabajo de alerta ecológica, no porque no me interese la defensa del entorno, sino porque creo que la ecología, erróneamente, se ha convertido en un fin en sí mismo. Actualmente, el interés de mis instalaciones se centra, sin perder de vista el medio ambiente, en el hombre, con una mirada más antropológica, sin dejar de lado el aspecto sociológico. Por esta razón, me remito a la «hekatombe» (matanza de 100 bueyes) originada en la antigüedad. Tomo el tema de los sacrificios de animales, en este caso vaca-hombre y lo sitúo en un paralelo con los sacrificios que el desarrollo inarmónico impone al ser humano.

En mi exposición de mayo, retomo el tema del paseo peatonal y constato aún más su deterioro, lo ubico como el lugar de sacrificio al que gustosamente asisten los usuarios que tansitan por él y hacen uso de los servicios que allí se ofrecen. Es el «Día a Día», la hekatombe urbana del 21.

«El arte que desarrolla Vattier pone en evidencia a los soportes que testimonian una precariedad y manifiesta un carácter efímero a unas obras que disponen de una imaginería no ajena a la información que emana de los medios de comunicación y del cine a través de la dirección de fotografía.(1) El objeto creado por la artista ha encontrado múltiples soportes, papeles, plásticos, géneros, cueros, que se presentan como otras pieles, otras telas que envuelven imágenes, así como la presencia del cine es el origen de sus trabajos presentados, a veces como fallidas, fragmentadas como seres que no reconoceremos pero deseamos percibir.

Así Vattier rigurosa nos altera con sus «cameos» con la presencia de otros artistas en sus obras, ... que constatan el cuestionamiento de la originalidad, tema en debate en este fin de siglo. Vattier lo presenta para discutir y mirar. La presencia del cine de Terry Gilliam (The King Fisher, Brazil) y Ridley Scott (Blade Runner), quienes han partido de una búsqueda cinematográfica que se emparenta con Ercher, hablan de una perspectiva cuyo génesis es el cine de Fritz Lang; es así como estos elementos son el punto inicial de la obra de Vattier. (2) Las llamadas invitaciones o participaciones rápidas de artistas de cine en filmes de otros como una rápida presencia, es rescatada por Vattier al invitar a artistas visuales a participar en sus exposiciones con obras en conjunto».(3)

Me interesa incorporar la presencia y la obra de otro artista en mis instalaciones. Es interesante la relación que se crea entre nosotros respecto al tratamiento del tema. El artista invitado deberá supeditar su obra a mi proyecto de instalación y a los signos que acostumbro usar en mis imágenes. Por otro lado, tengo que adaptarme a las soluciones que éste me proponga y a la selección del material a ser usado en su obra. El resultado de esta experiencia es el fortalecimiento del tema al contar con otro punto de vista, como también un enriquecimiento visual al tener obras de factura diferente.

«...Las reflexiones de Vattier son elocuentes, personales, y en sus títulos de una ironía tremenda, que viene casi a sostener un humor o una fe escéptica. Y creativamente se apoya en artistas y en películas donde se muestra el entierro urbano: la película Brazil, la música Oxígeno, Pink Floyd, Génesis. Todo tiene su efecto teatral, de ciudades y eclipses desdibujados, quizás la imagen de América Latina vale esta representación global y conceptual del “desteñido” de imperio sordo y frío o caluroso de la ciudad latina».(4)

La música que incorporo a la instalación es producto del trabajo de uno de mis hijos que, de acuerdo a los conceptos que serán destacados, se preocupa de la recopilación musical quedando la selección final de la cinta como un trabajo conjunto. Uso las multimedias como vías de comunicación y como laboratorio de imágenes utilizo el cine.
«La necesidad de lograr comunicar con la mayor certeza y profundidad posible, la condición del hombre actual, la ha hecho buscar y encontrar en las multimedias el vehículo eficaz. .... Por una parte, está presente la escultura que nos muestra a unos seres codificados sin identificación alguna. Por otra, las instalaciones, que tienen por finalidad ahondar agudamente en el sentido de su denuncia. Para ello recurre a esqueletos y cráneos de bueyes y vacas que dramatizan más aún su propuesta y pone en evidencia a sujetos que deambulan por la urbe sin tener claras intenciones e ideales.

Finalmente, están las pinturas con marcado corte gráfico que nos muestra la deshumanizada y fría arquitectura, característica de todas las ciudades de este siglo y de este mal entendido mundo occidental. Vattier conquista el espacio urbano. Su obra bidimensional es limitada por una composición cuyos elementos se dan en una organización urbana. Básicamente estructuras de edificios de proyecciones monumentales. Perspectivas ascendentes fijan una línea visual que sugieren al espectador sensaciones contrapuestas. Una de ellas es, sentirse mirando desde la profundidad, desde el abismo. Otra, estar conciente de recorrer un laberinto. Estos frontis de edificios son verdaderos muros de colores sordos, desprovistos de luz e individualidad. Estas composiciones cerradas, carentes de vanos, de espacios interiores, no hacen otra cosa que evidenciar el límite de la existencia del hombre. Esta pérdida de significados en el hombre, hacen de esta obra, un sin aliento. Aceptar incondicionalmente la no esperanza. Las vacas, juegan un papel preponderante en esta obra. El hombre peón es reemplazado en este juego por la vaca. Lo instintivo reemplaza al hábito. La mansedumbre del animal a la rebelión del ser».(5)

Mis orígenes en el arte son escultóricos. Siempre me interesó el volumen y el contacto y la manipulación de diferentes materiales: arcilla, vaciado, piedra, fierro al oxígeno, planchas de acrílico. Hoy, uso las ropas viejas que busco en el comercio de ropas usadas y confecciono mis esculturas con géneros endurecidos con resinas simulando seres humanos deshumanizados. Estos modelos pasan a ser la forma base para otras esculturas al ser permanentemente transformados, para ser adaptados para la próxima exposición.

«La carga crítica de esta gráfica se hace persistente, desembocando en algo medular dentro de la gráfica “vattierana”, la opacidad del paisaje, que es este efecto de transparencias intransparentes, enfatizando la necesidad objetiva de entendimiento por parte del espectador. La temática figurativa apela a la conciencia, por medio de un trabajo empañado, que enturbia un soñado paisaje de antaño, donde este tropel humano se mueve como manada uniforme y dominada.”(6)

Otro género que me caracteriza es la gráfica; es en ella donde he encontrado el mejor vehículo de comunicación entre mi sentir y mi existir urbano. La gráfica es mi trabajo permanente de taller, ella es la que me permite la mayor investigación de técnicas y materiales. Para realizarla, utilizo todos los medios y materiales tecnológicos a mi alcance, partiendo siempre de una elaboración artesanal y de una intervención directa en ella. Esto me obliga a mantenerme informada de todo lo nuevo que rodea al hombre, ya que si en la gráfica se da el desarrollo tecnológico, con mayor razón se dará en su entorno.

«Pero una mayor proyección y profundidad expresiva se dejan ver cuando la autora opera a través de la instalación. Aquí cada ingrediente consigue unificarse para crear un ambiente cargado de intensidad sensorial. Bien compuestos, objetos dentro de un espacio preciso y heliografías dispuestas como pancartas se suman a sonidos y acordes musicales en la conformación de un clima, a un tiempo, burlón y de oculto dramatismo. Es que las metáforas visuales de Vattier manifiestan dualidades inquietantes: la casa corral, el hombre vaca, la metrópoli matadero. Como si el acondicionamiento material, impuesto por la edificación urbana, hubiera domesticado a sus moradores hasta la anulación de cualquier impulso individual”.(7)

Mi segundo origen es el diseño teatral. Imagino mis instalaciones como espacios donde está escenificada la realidad. Las obras bidimensionales, los objetos y volúmenes pasan a ser piezas colocadas en un proscenio, las que junto a las imágenes que representan, darán vida a los actores en ellas contenidos. Por otro lado, la transparencia de las micas, los reflejos de los espejos, los brillos de las luces en el poliéster y planchas de acrílico, en contraposición a las telas, pieles, papeles y cueros, buscan provocar la sensación de qué es lo real y qué lo imaginario, qué está delante y qué está atrás de la boca de escena.

Así siento ese algo de incierto, ese algo de misterio. Esa dualidad del concepto llevado a la imagen. Ese ritmo interno y externo de toda obra de arte.


Hekatombe

Hekatombe, 1994

Notas bibliográficas
(1) Rebollo, Lisbeth: ³Apresentação², Catálogo Antaño y Hogaño, Sãp Paulo, 1991
(2) Schultz, Margarita: ³La obra de Bernardita Vattier², Mitos en el Arte Americano, São Paulo y Santiago, 1991
(3) Muñoz, Ernesto: Catálogo Dialogos/Ideias/Papeis, Sãp Paulo, 1997
(4) Vilchesm Felipe: Catálogo Latitud 33° - Longitud 74° 23', 6", Santiago de Chile, São Paulo, 1995
(5) Swinburn, Gema: Catálogo Africus, Bienal de Johanesburgo, Sudáfrica, 1995.
(6) Mc Kay, Cecilia: Catálogo Poligrafía Contemporánea, Entorno Ultrajado, Santiago, 1990.
(7) Sommer, Waldemar: Monografía de Artistas Chilenos, Fundación Andes, Santiago, 1987.
-Catálogo XX Bienal Internacional de São Paulo, ³Entorno Ultrajado², São Paulo, 1989.


ENTREVISTA


MS: ¿Qué aportan particularmente las instalaciones a tu trabajo plástico? ¿Cómo caracterizarías ese concepto: instalación?

--La instalación me permite incorporar obras de diferentes técnicas como la gráfica, la pintura, la escultura, los objetos, dentro de un mismo espacio y al servicio de una misma idea. De igual forma y con la misma finalidad me obliga a investigar en el área de la iluminación y en el campo de la música. La instalación se caracteriza por permitir al espectador el recorrido de un espacio arquitectónico que ha sido transformado y/o adaptado para recibir las obras que allí se colocarán, resultando en un todo armónico representativo de la idea conceptual original.

MS: ¿Qué idea de espacio artístico contienen las instalaciones? ¿Se relacionan, a tu juicio, con el espacio de las concepciones físicas actuales?

--La instalación se cirscuncribe en un espacio totalmente diferente al de manifestaciones artísticas como la escultura por ejemplo, donde, a excepción de la escultura cinética, el espectador no desempeña una función activa y participativa, su recorrido es alrededor de ella, no entrando nunca en su interior, siempre habrá una pared que se lo impide. La escultura es un volumen, la instalación los contiene. En la instalación, el espectador recorre el espacio interior, sigue sus caminos y es receptor de todos los estímulos visuales, auditivos y táctiles que se le envían.

MS: ¿Qué hace la instalación con el espacio donde se instala?

--La instalación transforma el espacio de manera evidente y elocuente, no quedando, muchas veces, nada del espacio original para ser apreciado por el público. En la instalación los objetos son sacados de contexto, como es el caso de los ready made. Un cuadro, por ejemplo, transforma un muro, pero el muro continúa siendo muro y el cuadro continúa siendo cuadro.

MS: ¿Cómo se articula ese espacio literal «entre» los sólidos incluidos en el trabajo-instalación con el espacio imaginario de toda (es mi criterio) ficción artística? ¿Significa el primero la disolución del segundo...?

--Ambos espacios se complementan resultando en un fortalecimiento de ellos. Dialogan entre sí formando un espacio único, diferente, que es el que se manifiesta en la instalación.

MS: ¿Qué aspectos de la temporalidad envueltos en el proceso pueden ser específicos de las instalaciones?

--La instalación tiene varios tiempos: (a) la enunciación de la idea y el desarrollo conceptual de ella, (b) el proceso de investigación teórico del tema paralelamente con el técnico donde se definen los géneros plásticos a ser desarrollados y los materiales más adecuados para representar los conceptos,( c) el bosquejo del resultado de estas pesquisas en la maqueta del espacio dado o del espacio creado, (d) producción de los elementos que conformarán la instalación, (e) redacción del texto que acompañará la instalación, (f) instalación de la ”instalación”. Al término de estos procesos aparece el espacio literal que al ser documentado en fotografías, cine o video, adquiere una temporalidad permanente y vuelve a ser espacio imaginario.

MS: ¿Crees que el tiempo de la recepción-ambulatoria de una instalación es más libre que el del contorneo de una escultura por parte de un espectador, o el del recorrido de una obra arquitectónica, por ejemplo?

--No, creo que el tiempo de la recepción-ambulatoria de una instalación no es más libre. Toda expresión de arte plástico/visual es para ser mirada y en una segunda instancia observada. Pienso que estos tiempos no son comparables, ya que el instalador busca una participación diferente del espectador a la del escultor. No puedo comparar una obra arquitectónica con otras expresiones artísticas, porque ella está al servicio del hombre. Sus usuarios determinarán en conjunto con el creador (arquitecto) el uso que se le dará.

MS: ¿Qué representan las instalaciones para el concepto de sujeto: es éste un sujeto en verdad interior o de todos modos exterior al proceso concreto de arte?

--Va a depender de la instalación y de lo que contenga. Sí creo, que hay un sujeto interior que viene a ser la percepción directa de la idea y un sujeto exterior que es el envoltorio de la misma (espacio físico).

MS: ¿Es decisivo para el sujeto perceptor, a tu parecer, involucrarse con un espacio actual (no un simulacro, sino penetrable, transitable)?

--Creo que en el arte, su transmisión y recepción no es decisiva, en el sentido de ser requisito para involucrar las sensaciones del espectador. Si existe algo relativo es la expresión artística, no trabajamos con variables físicas o matemáticas, sino que con conceptos y emociones que buscan ser aceptadas por el espectador, que a su vez las asimilará según su propia sensibilidad.

MS: ¿Cuál puede ser el sentido de la participación de un sujeto receptor de instalaciones, comparada con otras formas visuales, arquitectura, ambientes, happenings?

--La arquitectura tiene un carácter permanente y una finalidad que las otras expresiones visuales no tienen, por lo que para mí no son comparables bajo ningún punto de vista. Yo uso la arquitectura, como otra técnica cualquiera, para armar la instalación. Ahora bien, en los ambientes la participación del público es pasiva, los happenings, como hechos eventuales, están sujetos a la improvisación de parte del transmisor y del receptor y la participación de este último no es necesariamente activa. Finalmente, en las instalaciones no cabe la improvisación, a no ser que esa sea la finalidad del artista, siendo imprescindible la participación activa del espectador.

MS: ¿Cómo se concertan allí -en las instalaciones- las funciones de azar (lo aleatorio) y determinación causal; lo imprevisto y lo predeterminado?

--En mis instalaciones no se aplica el azar y su contenido estará determinado por el espacio original donde será instalado. Sí deberá adecuarse a los espacios eventuales donde será posteriormente mostrado. Existen instalaciones interactivas, donde el receptor pasa a ser actor de la misma al tener que realizar determinadas funciones que el autor le solicita de manera implícita.

MS: ¿Qué espacios conceptuales específicos se abren gracias a la categoría de instalación, si se la confronta con otras categorías afines, como han sido los ambientes y happenings? ¿más densidad y menos juego, tal vez?

--Sólo concibo una instalación y un ambiente si ellos parten de la conceptualización de una idea. Los happenings, pequeños hijos de la Comedia del Arte, pueden tener su partida desde cualquier punto, ya sea conceptual o netamente emocional. Es así como en mis instalaciones el espacio conceptual específico es la vaca en medio de los edificios.

MS: ¿Cuál es tu énfasis en la instalación, el polo conceptual, el polo sensible?

--En mi trabajo, la instalación está al servicio del concepto y supeditada a él. Por esta razón, cada imagen contenida en ella es un replanteamiento del concepto original y un fortalecimiento del mismo. Su énfasis está contenido en el plano conceptual, siendo indispensable el plano sensible para concretar visualmente la idea.


BERNARDITA VATTIER

Nació en 1944 en Valparaíso, Chile. Es Arquitecto de Interiores y Diseñadora Teatral. Ha terminado diversos cursos de arte tanto en Chile como en el extranjero, adquiriendo experiencia en la práctica de la escultura, la gráfica, la pintura y las instalaciones. Ha realizado 14 exposiciones individuales y ha participado en más de 70 colectivas. Sus obras se encuentran en colecciones privadas, museos e instituciones de Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Inglaterra, Polonia y Japón.





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