Heterogénesis - Revista de Artes Visuales - Enero 2003
 
 

Ximena Narea
(text & foto)

Instalación

El pez muerto a la entrada del templo resultó un símbolo de la catástrofe sucedida en diciembe a las afueras de las costas de Galicia. Un barco cargado de petróleo crudo se hundió y desparramó el veneno negro sobre la parte noroeste y norte de la península ibérica destruyendo la vida marítima de esa zona; aún quedan 50.000 toneladas de crudo en el barco. Los periódicos dieron a conocer la noticia pero pronto se cansaron volcándose hacia noticias más frescas: se debe vender en primer lugar y las noticias viejas no lo hacen. Además no se informó sobre las consecuencias reales de la catástrofe. Los trabajadores voluntarios de muchos países llevaban puesto un overall blanco (del mismo tipo que Vicente utilizó en su acción) durante la limpieza.

El pez fue colocado a un lado de la instalación que Vicente había hecho en la Galería Valfisken. Sobre dos paredes encontradas, dos días antes había creado una imagen referente a la catástrofe oleaginosa y sus consecuencias. Luego de haber pegado papel verde sobre las paredes, se vistió con un traje negro hecho de bolsas para la basura. Seguidamente cogió un montón de periódicos que tiró con fuerza contra el piso adyacente a las paredes. Dibujó luego una línea negra a lo largo de las paredes. El color oleaginoso chorreó las paredes y alcanzó los periódicos. Sobre la línea pegó una serie de imágenes de la figura de cuentos sirenita, como si hubieran varado en el petróleo. Arriba, la pared verde es la naturaleza, en el medio la fantasía se quedó atascada y hacia abajo se chorrea el petróleo que destruyó la naturaleza.

Frente a la instalación construyó una suerte de totem sobre el cual colocó una calavera de carnero. Una frase de Leonardo da Vinci fue la señal de alara que terminó el trabajo de Vicente: “La decadencia comienza cuando el hombre se olvida de la naturaleza”.

El trabajo de Vicente comprende dos instalaciones que se complementan y que fueron hechas en orden invertido. La instalación dentro de la galería fue preparada un par de días antes de la acción en relación a la inauguración. La instalación es en sí una acción que sigue el orden de los acontecimientos: lo primero es la naturaleza sobre las paredes; luego viene la figura oleaginosa como una advertencia sobre la catástrofe que vendrá tirando periódicos contra la naturaleza. Cuando la catástrofe se ha consumado, ésta ha destruido la mitad de la naturaleza y nuestra esperanza de un futuro mejor se ha estancado en el petróleo.

En su trabajo Vicente Pastor enfrenta la acción de dos maneras: como un gesto íntimo cuando no hay público presente y como un hecho oficial donde se espera que el público sea parte de la acción. En la galería se convirtió en la figura oleaginosa que con rabia quizo confrontar a la prensa en torno a problemas serios que nos incumben a todos. En la playa fue el mago que nos envolvió en un relato lleno de significaciones.

Las chozas en llamas en la playa cubierta de nieve y con el mar abierto de fondo constituyeron una hermosa imagen. Los cuatro elementos básicos fueron parte de la acción: la tierra, el agua, el aire y el fuego. Luego podemos agregar al hombre que ha creado el mundo a imagen y semejanza con lados buenos y malos.

(Traducción: Miguel Gabard)

 

 

Heterogénesis

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