Heterogénesis - Revista de Artes Visuales - Tidskrift för Visuell Konst - Anno XI - Nr. 43 - Abril / April 2003


     

 

 

 

 

Acción de arte de the belacqua project

Hans T Sternudd & Ture Sternudd

Ximena Narea (Text & Foto)

 

 

 

Peniel es un proyecto que se desarrolla en el límite entre vida y muerte. Es una llamada a una sociedad que parece estar cometiendo un lento suicidio. El nombre Belaqua tiene su origen en la Divina Comedia de Dante y en las novelas de Samuel Beckett. Belacqua habita en un mundo de sombras entre infierno y paraíso.

A diferencia de Joan Casellas, TBP no tiene la pretension de unicidad de la obra y tampoco buscan una asociación directa con el lugar donde realizarán sus acciones sino trabajan problemas que consideran relevantes en la cultura occidental contemporánea. La acción fue realizada sin cambios en Simrishamn y en Lund.

En Peniel Hans actua con su hijo adolecente Ture, que muestra gran compromiso con la acción y otorgándole un sello especial. Los dos están vestidos con un overol, tienen puestos lentes de protección y sostienen un martillo en una mano. La acción comienza con los dos parados e inmóviles al lado de los elementos que van a usar durante la actuación: botellas, guantes, dos baldes, una tela de plástico verde doblado, carne cruda y fruta. Ture tiene un peinado punk y los ojos pintados negros. Durante toda la acción mantienen los rostros carentes de expresión. La imagen es amenazadora. Después de un momento empiezan a moverse lentamente. Se ponen los guantes y con los martillos rompen en los baldes todas las botellas en mil pedazos. La tela de plástico verde, que muestra tener tres hoyos es estirada sobre el suelo y los hoyos son cubiertos con los pedazos de vidrio de los baldes. Sacan la tela dejando los pedazos de vidrio en el suelo, sobre los cuales los artistas cuidadosamente colocan langostinos, corazones de pollo, riñones y un corazón de vaca, más toda la fruta que tenían: frutillas, uvas, mandarinas, tomates. La acción finaliza con los dos parados en la misma posición y lugar del inicio de la obra. Ahora ya no llevan lentes pero los rostros siguen siendo inexpresivos.

La acción está cargada de agresividad, de una violencia fría y controlada dirigida a la sociedad de hoy, que parece disfrutar de la violencia y carecer de una meta significativa. Las huellas de vidrio que dejan, en las cuales han colocado con gran cuidado organos vitales, es una imagen oscura, sin embargo ilustra muy bien el ambiente de nuestra cultura. La vida significativa parece morir lentamente en millones de fragmentos de nuestra existensia. Ni siquiera dejan ua puerta entreabierta. Incluso las frutas que deseábamos al principio de la actuación están sobre los trozos de vidrio. ¿Quién se atreve a comer una de esas sabrosas frutillas sin arriesgar tragarse uno de los mortales pedazos de vidrio? Los con caras sin expresión miran hacia la nada durante un tiempo largo. Son como guardias que ya no tienen que cuidar, todo ya está muerto.

La conclusión no puede ser más pesimista, pero acostumbran decir que hay que llegar al fondo antes de poder volver. La pregunta es si todavía estamos en camino al fondo, algo que el número 2400 podria implicar.

 

 

(Traducción: Lorena Acevedo)


VOLVER

 

Heterogénesis

Revista de artes visuales * Tidskrift för visuell konst
Box 760
220 07 Lund - Sweden
Tel/Fax: 0046 - 46 - 159307

e-mail: heterogenesis@heterogenesis.com